Detenido en Francia el etarra David Pla para entregarlo a España

La Voz REDACCIÓN

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Fotografía de archivo del etarra David Pla
Fotografía de archivo del etarra David Pla JESUS DIGES | Efe

La detención de Pla, considerado uno de los integrantes del Comité Ejecutivo de ETA, responde a su presunta relación con el aparato de presos etarras

13 feb 2020 . Actualizado a las 12:17 h.

La Policía francesa ha detenido en Hendaya al etarra David Pla, que se encontraba en libertad desde abril del pasado año, en virtud de una euroorden cursada por las autoridades españolas, han informado a Efe fuentes de la lucha antiterrorista. La detención de Pla responde a su presunta relación con el aparato de presos de ETA, Halboka, en el que también estaban implicados los abogados Arantza Zulueta y Jon Emparantza.

La Justicia francesa acordó el pasado mes de noviembre la entrega a España de Pla para juzgarlo por una cita clandestina de la banda en el departamento de las Landas (sur de Francia) en mayo de 2008.

Pla estaba considerado uno de los integrantes del Comité Ejecutivo de ETA, máximo órgano de dirección de la organización terrorista, cuando fue detenido en el 2015 junto con Iratxe Sorzábal, en lo que puede considerarse el golpe más importante a la cúpula de la banda desde el alto el fuego.

De hecho, Pla tuvo mucho que ver en el desarme de la banda y fue uno de los que leyó los dos comunicados, del 10 de enero y del 20 de octubre del 2011, en los que se declaraba el alto el fuego permanente y verificable y el cese definitivo de la actividad armada de ETA, respectivamente.

Nacido en Pamplona en 1975, su vinculación con ETA se remonta a los primeros años 90, cuando se integró en el «comando Nafarroa», que fue desarticulado en 1994 en una operación que incluyó el registro de su domicilio.

Ya en julio del 2000 fue detenido en Zaragoza, junto a Aitor Lorente, en una operación en la que se localizaron un piso franco con documentación y una bomba lapa lista para ser utilizada, probablemente contra el entonces alcalde de la capital aragonesa, el popular José Atarés. Tras un acuerdo entre la fiscalía y las defensas de los etarras, ambos fueron condenados en junio del 2001 a una pena de seis años de prisión.

Aunque se quiso imputar en la reapertura del sumario instruido por el asesinato, el 6 de mayo del 2001 en Zaragoza, del senador del PP Manuel Giménez Abad, la causa fue archivada por el juez Santiago Pedraz al estimar que no había indicios suficientes para imputar a Pla, que quedó en libertad en agosto de 2006.

David Pla fue nuevamente detenido en Hendaya el 16 de abril del 2010, acusado de ser el máximo responsable de una red que supuestamente hacía funciones de enlace entre los presos y la dirección de la banda. Tras comparecer ante un juez de París fue puesto en libertad el 19 de abril.

El etarra participó presuntamente en las negociaciones de paz de Oslo, junto a otros históricos dirigentes de ETA como Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, e Iratxe Sorzabal. El 12 de febrero del 2013 fue expulsado del país escandinavo por la ausencia de avances para el fin definitivo de la violencia.

Pla cayó por tercera vez en manos de la justicia el 22 de septiembre del 2015 junto a Iratxe Sorzabal, en una operación de la policía francesa en colaboración con la Guardia Civil en la localidad de Saint-Étienne-de-Baigorry. Con esta operación, la Guardia Civil dio por desarticulada la cúpula de la banda en uno de sus momentos de mayor debilidad.

Pla que desde octubre del 2018 formaba parte de la dirección del colectivo de presos de ETA (EPPK), fue condenado a cinco años en febrero del 2019, mientras que Sorzabal lo fue a siete años. Tras cumplir cuatro años de condena, abandonó la prisión francesa de Osny el 18 de abril del 2019 en situación de libertad bajo control judicial.

La Justicia francesa decidió el 20 de noviembre del 2019 su entrega a España en cumplimiento de una euroorden emitida en el 2011 por el entonces juez de la Audiencia Nacional y actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acusado de pertenencia a una organización terrorista, un cargo que le podría suponer una pena de hasta doce años de cárcel.