«Estar enamorado es confundir la noche con el día», palabra de Raphael

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En algunas lenguas la palabra para definir y referirse al (sentimiento de) «amor» es igual o se solapa con la de «pena» o «lástima»

14 feb 2020 . Actualizado a las 09:00 h.

Que sí, que sí, que ya está aquí -otra vez, otro año más- San Valentín, el pretendido  «día de los enamorados», y que toca ser romántico hasta el empalague. Y para conseguirlo nos han contado cuáles son los mejores regalos, los menús más ideales y hasta cómo se dice «te quiero» en cincuenta idiomas distintos. Pero, y al hilo de esto último, lo que no nos han contado es que en algunas lenguas la palabra para definir y referirse al (sentimiento de) «amor» es igual o se solapa con la de «pena» o «lástima».

Lo que viene a significar que aunque la práctica totalidad de las lenguas del mundo manejan palabras para expresar esos «sentimientos universales», las sensaciones y emociones asociadas a ellos ya no son tan universales; sino que la percepción de los distintos sentimientos varía de unas culturas a otras.  

Y no lo digo yo, lo dice un estudio recientemente publicado en la prestigiosa revista Science y que ha llegado a tal conclusión tras analizar la etimología de los términos empleados para describir las diferentes emociones y sentimientos en casi 2500 lenguas. 

Tal y como lo explican los responsables de la investigación, su intención era indagar en la cuestión de si las distintas emociones tienen el mismo significado en las distintas lenguas. Y para ello analizaron la semántica de las emociones en 2474 lenguas habladas a través de su colexificación. Esto es, el fenómeno lingüístico por el se nombran conceptos relacionados semánticamente con la misma palabra u otra muy similar. Un análisis que permitió comprobar que en todas las lenguas existen redes semánticas entre distintas emociones y sentimientos pero que la naturaleza de estas redes varía significativamente según la familia de lenguas analizada. Algo que se explica atendiendo a que cada cultura las siente o percibe de forma diferente o, cuando menos, con diferentes matices.

Y en lo que respecta al amor resulta especialmente llamativo o chocante el caso de las lenguas austronesias -habladas en la región comprendida entre Madagascar, el archipiélago malayo y Oceanía; es decir, comprendidas en una determinada región geográfica o zona que comparte muchos aspectos culturales-. En estas lenguas, las palabras para referir «amor» y «lástima» o «pena» coinciden o se solapan, lo que indica que o bien no asocian el estar enamorado con algo tan maravillosos o bien que sentirse apenado no es algo necesariamente negativo. Vaya, que ni noche ni día, sino «entre lusco e fusco».

Para concluir y en (interesada) conclusión: si sientes pena o lástima por estar solo en San Valentín  consuélate pensando que tampoco es tan malo, ni tan mal plan.