Rajoy quiere gobernar con una mayoría más raquítica que el PSOE en Asturias

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

Mariano Rajoy, con Mercedes Fernández y Susana López Ares, delante de Isidro Fernández Rozada y Ovidio Sánchez..Mariano Rajoy, con Mercedes Fernández y Susana López Ares, delante de Isidro Fernández Rozada y Ovidio Sánchez.
Mariano Rajoy, con Mercedes Fernández y Susana López Ares, delante de Isidro Fernández Rozada y Ovidio Sánchez.

El PP, incapaz de llegar a alianzas, cuenta con el 33% de los escaños mientras que los socialistas con IU rebasan el 38% en la Junta

30 jun 2016 . Actualizado a las 20:43 h.

Pedro Sánchez no responde a los mensajes de Pablo Iglesias. Albert Rivera clama en el desierto cuando pide la apertura de negociación a tres bandas con PP y PSOE. Los populares insisten en montar una gran coalición con los socialistas que, por su parte, no quieren ni oir hablar del modelo alemán. Mariano Rajoy quiere liquidar las negociaciones por la vía rápida para ser investido con celeridad, aunque tenga que enfrentarse a una legislatura con un gobierno sin ni un solo apoyo externo. Sobre este tablero de juego solo los números están claros. El PP ha ganado las elecciones y se considera legitimado con el 33% de los votos y 137 escaños para montar un Ejecutivo incluso en solitario. Ese 33% es inferior al que sostiene el actual Gobierno del Principado de Asturias. Tras los comicios del 24M de 2015, el Ejecutivo asturiano está gestionado por los socialistas, que consiguieron el respaldo del 26,4% de los electores, con el soporte de IU, que aportó su 11,94%. Los populares han criticado con dureza en Asturias su teórica debilidad.

Las negociaciones tampoco fueron fáciles en Asturias pese a que el bloque de izquierdas sumaba una mayoría suficiente. La absoluta falta de sintonía entre el PSOE y Podemos alejó desde el primer momento la posibilidad de una alianza a tres y mucho menos de un Gobierno tripartito que aglutinara al 50% del electorado. Nunca se llegó a constituir una mesa formal en la que se sentaran los representantes de los tres partidos. Los socialistas hablaron por separado con IU y Podemos. Con los primeros encauzaron las negociaciones pronto. Con los segundos no se puede casi ni decir que se produjese una negociación. Con todo, Javier Fernández fue investido presidente al tercer intento, en la tercera votación, casi dos meses después de los comicios.

Este escenario, tan criticado por el PP en el Principado, guarda similitudes con el que ahora enfrenta Rajoy. La alianza IU-PSOE en Asturias suma 19 de los 45 escaños del hemiciclo de la Junta General. Ambas formaciones tuvieron 208.719 votos de los 551.192 emitidos el pasado 25 de mayo. El PP nacional cuenta con 137 de los 350 diputados que se sientan en el Congreso y 7,9 millones de votos de los 24,1 millones emitidos. La mayoría que otorga estabilidad al Ejecutivo, al igual que sucedió en Asturias, necesita de una alianza múltiple. El pacto a dos no es suficiente. Los socialistas asturianos solo consiguieron el apoyo de IU. La principal opción de los populares ahora es Ciudadanos. De hecho, toma cuerpo la idea de que ofrecerán al partido de Albert Rivera la presidencia del Congreso a cambio de su respaldo en la sesión de investidura. Y, en esas quinielas, uno de los mejores situados es el diputado asturiano Ignacio Prendes que, curiosamente, y para cerrar el círculo, era diputado regional cuando se negoció la toma de posesión de Javier Fernández y participó en las reuniones que la formación naranja mantuvo tanto con el PSOE como con el PP de Mercedes Fernández.

Mercedes Fernández, de hecho, intentó formar gobierno en Asturias. El PP consiguió el 25M en el Principado 117.319 votos y 11 diputados. Su candidata logró el respaldo inesperado en la primera vuelta de Foro (3 diputados), lo que forzó unas nuevas votaciones. Fernández se lanzó entonces al cortejo de Ciudadanos e, incluso, de Podemos, tras un encuentro casual con su número 1, Emilio León, en los pasillos de la Junta General. El PP representa el 21,59% del electorado y con Foro (8,19%) rozó el 30%. Ese porcentaje le pareció entonces suficiente para dar un paso más que no fructificó. Hoy Rajoy lo intenta con el 33%.

El presidente en funciones no esperará a recibir el encargo del rey. Ni quiere esperar tampoco a la constitución de las Cortes, previstas para el 19 de julio. Su intención es iniciar los contactos esta misma semana, comenzado por el secretario general y candidato de la segunda fuerza más votada, Pedro Sánchez. Los socialistas pueden explicarle lo que supone un gobierno en minoría, cómo se multiplica las sesiones de control, las preguntas en la Cámara y también el número de votaciones que se puede llegar a perder.