Javier Fernández solo contempla dos opciones: terceras elecciones o el gobierno de la lista más votada

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Javier Fernández
Javier Fernández J. L. Cereijido

El presidente ve inviable un acuerdo con Podemos y Ciudadanos, «aunque me gustaría», y arremete contra los independentistas

30 sep 2016 . Actualizado a las 15:22 h.

Antes de entrar en el pleno, el presidente asturiano, Javier Fernández, compareció brevemente ante los medios de comunicación que aguardaban su valoración de la crisis abierta en el seno del PSOE. Sin embargo, ante los micrófonos se limitó a reiterar la misma idea que ya ha avanzado en las últimas jornadas, que sólo se pronunciará en los órganos internos del partido. El sábado, el también secretario general de la FSA acudirá al comité federal de Ferraz porque «yo estaré donde estén los socialistas, no tenga la menor duda». Pero fue en las preguntas ante los grupos parlamentarios (que en su mayoría presentaron cuestiones relacionadas con la situación estatal) donde Fernández --que ha sonado como el candidato mejor posicionado para dirigir una gestora de transición en el PSOE en el caso de imponerse las tesis del sector crítico--, ha dejado más pistas acerca de sus puntos de vista. El presidente asturiano mantiene su veto a un «acuerdo de gobierno en el estado con quienes quieren fragmentarlo», en referencia a los partidos independentistas, no ve posible «aunque me gustaría» un pacto a tres bandas entre PSOE, Podemos y Ciudadanos por el veto mutuo entre estas dos últimas fuerzas. Y ante esa tesitura, las alternativas se reducen a dos: o bien un tercer adelanto electoral, o que «gobierne la lista más votada, es honrado decirlo porque es la verdad. Mi posición (respecto a esas dos alternativas) la diré en los órganos internos del partido». 

Por orden cronológico, la primera de las preguntas al presidente fue la planteada por el portavoz de Ciudadanos, Nicanor García quien cuestionó a Fernández sobre la «parálisis institucional» que se vivía en el Estado y sus consecuencias para el país y Asturias y a quien le reclamó que «dejara de mirar de reojo a Podemos» en busca de un pacto para los presupuestos que no llega. También fue la más breve de las respuestas por parte del presidente quien insistió, después de dedicar buena parte de su discurso a los datos macroeconómicos del Principado, a su juicio, en mejoría, que respecto a la gobernabilidad del país no podía hacer como presidente de Asturias menos ni más que el resto de presidentes autonómicos y como cargo del PSOE sus posicionamientos los diría «allí y no se los voy a comentar a usted». Esta sería una tónica que se repetiría a lo largo de todo el debate.

Dos alternativas

Más extensa fue la respuesta ofrecida al portavoz de IUl, Gaspar Llamazares, quien de nuevo apeló a que liderara un pacto que sumara a la mayoría de izquierda de la cámara (con un acuerdo que junto a los socialistas y su coalición también incluyera a Podemos) a la par que defendiera una alternativa al PP en el Estado porque se un grupo que «ha asediado a Asturias» en la última legislatura. Fernández, insistió en que mantenía la mano tendida a lograr un acuerdo fiscal (que pueda servir como base para los prespuestos) tanto con IU como con los morados, pero le recordó que fueron estos últimos quienes rechazaron la propuesta de Llamazares sobre una «mesa tripartita». Respecto a las posibilidades de gobierno para el Estado, la intervención de Javier Fernández se centró, en primer lugar, en manifestar su oposición a un acuerdo «para gobernar el estado» con fuerzas independentistas porque «quieren fragmentarlo». «En ningún caso mi partido puede pactar con aquellos que para desconectar a Cataluña de España han desconectado de las leyes», destacó el presidente quien también se negó a incluir en la categoría de «alternativa de izquierdas» tanto al PNV como a la antigua Convergencia.

Otra opción, que Llamazares ha defendido en pasadas ocasiones a título personal, sería la de un acuerdo entre PSOE, Podemos y Ciudadanos. Un pacto a tres bandas que el presidente asturiano afirmó que «me gustaría» pero que en todo caso no ve posible por los vetos mutuos de morados y naranjas. «En política cuando una cosa no es posible, es falsa. Y tenemos que reconocerlo» indicó Fernández quien de este modo pasó a señalar que las opciones se reducían a dos: o bien un tercer adelanto electoral o «que gobierne la lista más votada, es honrado decirlo porque es la verdad». Para evitar esos comicios el PSOE tendría que facilitar la investidura de Rajoy con una abstención pero de nuevo Javier Fernández señaló que su opinión al respecto se daría en los «órganos internos» del partido y no en el pleno.  

«Podríamos haber tenido un gobierno»

En el turno del Partido Popular, su presidenta Mercedes Fernández, retiró la pregunta del día (que también se refería al bloqueo en el Congreso de los Diputados) para sutituirlo por «un ruego» para que el presidente asturiano «colabore» en la búsqueda de una solución. Javier Fernández destacó querría que se solucionase la situación «como todo el mundo» pero advirtió que «como presidente de Asturias lo que no puedo hacer es utilizar al gobierno (de la comunidad) como palanca de las fracciones de un partido, algo que se ha hecho en Asturias en el pasado» en referencias a las escisiones del PP, en primer lugar bajo la presidencia de Sergio Marqué y posteriormente tras la constitución de Foro Asturias con Francisco Álvarez Cascos. En todo caso, y de nuevo, respecto a la crisis socialista, Javier Fernández insistió una vez más «déjeme que mi opinión» se traslade sólo «dentro de los órganos de mi partido».

Podemos Asturies no cuestionó al presidente por la crisis abierta en el PSOE, su portavoz Emilio León mantuvo su cuestión sobre el incremento de la deuda y se preció de hablar en el parlamento asturiano de los problemas de Asturias, aunque en su discurso habló de cómo atañen a la comunidad tanto las especulaciones financieras globales, como el diseño del euro, o las propias competencias del Estado. Al respecto y de forma muy breve, Javier Fernández, respondió al portavoz morado que podrían llegarse a acuerdos entre sus formaciones para alcanzar un acuerdo sobre fiscalidad y presupuestos en Asturias recordando que «podríamos haber tenido un gobierno (en el Estado) antes de llegar a unas segundas elecciones» del mismo modo que, en su opinión, se podría haber alcanzado un pacto «también en Gijón» pero que fue rechazado por Podemos.

La parte más bronca del debate se produjo en el cruce de intervenciones entre el presidente y la diputada de Foro Cristiana Coto, quien dio a entender que, en el caso de que Javier Fernández, se hiciera cargo de la gestora del PSOE a nivel nacional dejaría su cargo como presidente autonómico. Se trata de un extremo que nunca ha estado sobre la mesa y, de hecho, le indicó que «no estoy pensando semejante cosa». Fernández se lamentó del tono empleado por Coto y citó a Freud para decir que «la civilización comenzó cuando un humano insultó a otro en lugar de darle un garrotazo, ya está usted en el espacio civilizatorio».