El presidente asturiano ha contado con el respaldo de los barones por ser un «referente» para todos los sectores del partido
02 oct 2016 . Actualizado a las 09:12 h.Después de una jornada maratoniana en la que se ha luchado por cada punto del orden día, por la manera de emprender una votación y hasta por la autoridad de los distintos miembros de la mesa, la crisis del partido socialista de ha saldado con la dimisión de Pedro Sánchez (tras perder una votación a mano alzada sobre la celebración del congreso en diciembre) y el acuerdo para crear una gestora que pilote el partido en la apretada agenda que tiene por delante, para la organización interna y para el debate nacional. Para presidir esa gestora se ha elegido al presidente asturiano Javier Fernández. Su elección se ha producido por aclamación sin necesidad de votaciones.
Este nuevo órgano estará compuesto por Fernández y nueve vocales. TTras una larga negociación que se prolongó hasta la madrugada los nombres elegidos fueron los de Mario Jiménez y María Jesús Serrano (de Andalucía), Ascensión Godoy y Soraya Vega (Extremadura), José Enrique Muñoz (Valencia), María Dolores Padrón (Canarias), Ricardo Cortés (Cantabria), Francesc Antich (Baleares) y Francisco Ocón (La Rioja).
En los nombramientos se aprecia el reparto territorial. Dos de ellos son miembros del PSOE de Andalucía y otros dos del extremeño y uno del valenciano. Sólo el PSOE de Castilla-La Mancha y el de Aragón, las otras grandes federaciones encabezadas por barones que se han significado contra Sánchez, carecen de representación en la gestora. Además de estos seis puestos, que suman mayoría absoluta, aportarán un vocal tres federaciones que no se han rebelado contra el ya exlíder socialista pero de pequeño tamaño: Canarias, Cantabria y La Rioja. El décimo será el expresidente balear Francesc Antich, padrino en su día de su sucesora en el Gobierno Francina Armengol, defensora de Sánchez y su intento de gobierno alternativo.
Javier Fernández sonó desde mediados de la semana como máximo favorito para dirigir una gestora que pilotara al PSOE hasta la celebración de un congreso extraordinario si se imponían las tesis del sector crítico en el cónclave de este sábado. De hecho, en su reunión ante la dirección del PSOE andaluz, Susana Diaz nombró al presidente asturiano como referente, y a la hora de criticar que se hubiera hablado de «bandos» e incluso «subalternos de la derecha» dijo que de Fernández nunca se podría decir algo así y que la suya, sus padres se conocieron en un campo de concentración, era una de las «más bonitas que he escuchado en el partido socialista».
Fernández ha sido valorado por críticos y barones como la persona que podría unir voluntades en una gestora ya que cuenta con el respeto de todas las facciones. En secretario de Organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, declaró que el presidente asturiano no se había «postulado» ni se «había ofrecido» para ese puesto, pero consideró lógico que se pensara en su nombre por ser alguien que ya tenía «colmadas sus aspiraciones políticas» y contaba con veteranía.
A lo largo de las últimas semanas, a medida que se acrecentaba la crisis y el abismo abierto entre los distintos sectores del partido, el presidente asturiano se ha negado en todo momento a hacer valoraciones sobre la situación del partido fuera de los órganos internos. Sin embargo, en el pleno celebrado esta semana en la Junta General, ante las preguntas de los distintos grupos, Javier Fernández descartó que se pudiera llegar a un acuerdo entre el PSOE y partidos independentistas para «gobernar el estado porque quieren fragmentarlo». También vio imposible, «aunque me gustaría» un acuerdo a tres bandas entre PSOE, Podemos y Ciudadanos, por los vetos mutuos de morados y naranjas. Así, según el presidente, sólo quedan las opciones de unas terceras elecciones anticipadas o que gobierne «la lista más votada». En el pleno, Fernández señaló que era «honrado» reconocerlo aunque destacó que su opinión al respecto sólo la daría a conocer en el comité federal.