Las cinco claves por las que Asturias está en «vía de extinción»

Graciela M. Camporro REDACCIÓN

ASTURIAS

CESAR QUIAN

La caída de la natalidad, el aumento de las defunciones y los saldos migratorios explican la pérdida de 115.000 habitantes en 15 años. Casi 150.000 asturianos vivirán solos en 2030

21 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La previsión demográfica de Asturias es de todo menos esperanzadora. El Principado perderá, si se mantiene la tendencia actual, 115.596 habitantes hasta el año 2031, el 11,1% de su población, el mayor descenso relativo entre las comunidades autónomas, según la última proyección publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Eso supondrá que el censo de la región descenderá por debajo de un millón hasta llegar a los 925.084 vecinos. A pesar de los planes diseñados por el Gobierno del Principado, la realidad es bien distinta a lo que se esperaba. El análisis de los datos permite determinar que esta pérdida de población viene directamente relacionada con el envejecimiento de la población, el descenso del número de nacimientos y los saldos migratorios negativos en la región. Otro dato significativo es el elevado número de asturianos que vivirán solos dentro de tres lustros, casi 150.000.

Descenso global de población

Asturias es la región con mayor descenso relativo de población de todas las comunidades. Hasta de un 11,1% será la pérdida de población, lo que supondría 115.596 habitantes menos. Esa cifra sería igual a la suma de residentes entre los concejos de Avilés y Langreo. Esta previsión parece corroborar los datos que hasta la fecha se venían dando sobre la pérdida de hasta el 0,60 % de manera anual. El Gobierno ha tomado cartas en el asunto y este mismo mes anunciaba la aprobación de un futuro Plan Especial para los Concejos del Suroccidente. El objetivo es ofrecer una respuesta integral y específica a esta comarca, la cual está especialmente afectada por los cambios socioeconómicos y demográficos. Entre los principales puntos en los que se intervendrá está la mejora de la calidad de vida en el medio rural, de las infraestructuras y transporte, y el impulso de la economía y la capacitación.

Defunciones y nacimientos

Este descenso demográfico viene dado por el saldo vegetativo negativo que sufre la región. En 2016, la diferencia entre las defunciones y los nacimientos será de 6.934. Mientras en el Principado nacerán 6.127 personas, un total de 13.061 fallecerán, lo que supone más de el doble. Ese saldo negativo irá en aumento hasta el 2030. Ese año la diferencia entre los nacimientos y defunciones será de 8.845, a pesar de que estas últimas irán en descenso. En total, el número de muertos decrecerá respecto al presente año en un 2,89%, mientras que el número de nacimientos sería casi de la mitad. Así pues, se prevé que en 2030 nazcan un total de 3.839 bebés mientras que el número de decesos será de 12.684.

Madres «añosas»

Otro de los datos recabados por el INE respecto a los nacimientos son las edades de las madres. En los últimos años, el número de mujeres que dan a luz pasados los 35 años ha ido en aumento, a pesar de las complicaciones que puede conllevar en el embarazo. En 2016, el número de recién nacidos cuyas madres superan esta edad será de 2.644. Esto supone que del total de mujeres que darán a luz en la región, el 43,1% rebasan esa edad y son conocidas con el término de añosas. Esta proporción será será ligeramente menor dentro de 15 años. Se estima que de los 3.839 nacimientos que tendrán lugar, un total de 1.354 serán de mujeres mayores de 35 años, lo que supondría un 35,2% en el cómputo total. Por lo tanto, se prevé que el número de madres añosas irá decreciendo.

Saldos migratorios

Otro de los factores más importantes para calcular el descenso demográfico en el Principado son los saldos migratorios. Este será positivo en lo que respecta al extranjero, con una ganancia de 12.500 habitantes por este factor hasta 2030. El trabajo presentado realiza una proyección con el número de inmigrantes que recalarán en la región. Según los datos que maneja, será una media de 4.225 al año. Sin embargo, la cifra de emigrantes fluctuará. Los expertos señalan que, poco a poco, caerá el número de personas que abandona la región con destino a un país extranjero, sin especificar si son inmigrantes que vuelven a su país natal o asturianos que hacen las maletas. La estadística refleja que en 2016 se irán 3.795 y que dentro de tres lustros será unos 3.126. Entre estas dos fechas, la curva marca una caída constante. 

Por otro lado, el estudio analiza los movimientos entre comunidades dentro de España. El saldo migratorio interautonómico en el periodo estudiado por el INE será negativo. Todos esos movimientos de entradas y salidas nacionales dejarán al Principado con 3.600 habitantes menos. La influencia, por tanto, no será muy significativa, en un censo que en esos años se dejará en el camino a más de 115.000 vecinos.

Número de hogares

Otra parte importante del estudio del instituto de estadística es el que analiza cómo va a vivir esa población, cómo se estructurará. Asturias será una de las únicas cuatro comunidades en las que descenderá el número de hogares en los próximos 15 años. En concreto, hasta 2031 el Principado perderá, el 4,3%, la mayor bajada del país. Llama la atención el aumento de hogares de una y dos personas. Dentro de tres lustros, 150.000 asturianos vivirán solos, esto supone el 34,22% del total de los núcleos familiares. Todo lo contrario ocurre con las viviendas habitados por tres o más inquilinos, que descenderá de las 2,25 personas actuales a 2,09. Esta tendencia está directamente relacionada con el descenso de la natalidad, ya que se prevé una caída del número de hijos por familia.