La familia del profesor asesinado en Teatinos está atemorizada

Pilar Campo OVIEDO

ASTURIAS

El profesor asesinado en Teatinos, Isaac Gonzálezv.El profesor asesinado en Teatinos, Isaac González
El profesor asesinado en Teatinos, Isaac González

El abogado presenta alegaciones a la petición del condenado por matar a hachazos a su exsuegro para que le retiren la orden de alejamiento a las víctimas y redujeran la distancia. El miedo se acrecienta al haberle concedido el segundo permiso de cuatro días

20 ene 2017 . Actualizado a las 14:53 h.

La familia del profesor Isaac González, asesinado por su exyerno, José Luis Fernández Alas, el  1 de noviembre de 2002, en el barrio de Teatinos, en Oviedo, teme que el asesino pueda intentar aproximarse a sus hijos aprovechando que, al haber cumplido ya 14 de los 42 años de la condena, ya tiene derecho a disfrutar permisos penitenciarios y ante las peticiones que el condenado ha presentado ante la Audiencia Provincial. Inicialmente, José Luis Fernández solicitó que se considerara extinguida la orden de alejamiento que tenía vigente y posteriormente promovió otros dos incidentes para que le fuera reducida la prohibición de acercarse a una distancia de 500 metros por otra de 200 metros, una vez que le desestimaron sus pretensiones y para que le rebajaran la indemnización a la que debe hacer frente.

 José Luis Fernández ya salió de permiso el pasado mes de noviembre y actualmente tiene concedido un segundo permiso de salida por parte de la Junta de Tratamiento de la prisión de Villabona de cuatro días de duración. El abogado de la familia, Alejandro Riera, presentó esta misma mañana un escrito de alegaciones contra esta decisión ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria que tendrá que decidir si autoriza o no este permiso.

Retenidos con el arma homicida

El temor de la familia de Isaac González se acrecienta desde que supo las intenciones del asesino para que se dejara sin efecto el cumplimiento de la pena de prohibición de acercamiento a sus víctimas, entre los que figuraban sus dos hijos, su exmujer, su exsuegra y excuñado, que por un plazo de 5 años pende sobre él.

Además de acabar con la vida de su exsuegro a hachazos y no dejar a su víctima posibilidad alguna de defensa, José Luis Fernández retuvo durante varias horas en su domicilio, con el arma homicida ensangrentada en la mano, a sus hijos, que en aquella fecha eran menores de edad, a su exmujer, su exsuegra y a la madre de ésta, hoy ya fallecida. Por estos hechos, fue condenado a 41 años y 6 meses de prisión, con la prohibición de acercarse y comunicarse con las víctimas durante un plazo de 5 años, así como  al pago de una responsabilidad civil de 338.000 euros.

Las peticiones del asesino

Durante los pasados meses de octubre y noviembre de 2016, el penado protagonizó tres incidentes de ejecución ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, que enjuició su caso. Pretendía que se le restara a los cinco años de prohibición el período de cuatro días que iba a estar fuera del Centro Penitenciario de Villabona disfrutando su primer permiso de salida. Su recurso a la liquidación de condena fue desestimado.

 Descartada esta posibilidad, promovió un segundo incidente, para que se redujera la distancia de 500 metros establecida en la sentencia a 200 metros. Y, el pasado mes de diciembre, interesó ante el mismo tribunal que la orden de retención económica que sufre de su pensión de incapacidad permanente absoluta, por enfermedad mental, se lleve a cabo de tal forma que le permita reducir las cantidades que el Instituto Nacional de la Seguridad Social le retiene para abonar la indemnización.

Estas peticiones han creado un gran malestar e indignación en la familia de la víctima que constata que, de esta manera, el asesino de Isaac González no sólo no tiene arrepentimiento alguno, sino que ocurre el efecto contrario y tiene una especial fijación con las víctimas.

Posible quebrantamiento y nuevos delitos

«Un hecho que así lo corrobora es que, en el año 2005, había intentado no ser privado de la patria potestad en el Juzgado de Familia 7 de Oviedo y la Sección Primera de la Audiencia Provincial. Incluso solicitó tener visitas, lo que ha generado que mis representados estén atemorizados», subraya el letrado.

Alejandro Riera basa su escrito de alegaciones, que acompaña con una extensa documentación, en la existencia de un  «claro riesgo de quebrantamiento» y en la posible comisión de nuevos hechos delictivos.