Madrid desconoce aún cuándo tendrá el decreto contra la plaga de la patata

El Ministerio de Agricultura no acelera su hoja de ruta pese a la preocupación y la incertidumbre que la expansión de la plaga de la patata ocasionada por la polilla guatemalteca (Tecia solanivora) está provocando en Galicia y Asturias. Con casi 40 municipios ya infestados en las dos comunidades (31 en Galicia), en zonas donde el tubérculo se cultiva básicamente para autoconsumo, los productores de estas comarcas se preguntan qué hacer, si plantar o no. De momento, Xunta y Principado se limitan a recomendar que no se haga, a la espera de que se publique el decreto del ministerio con las normas para controlar y erradicar la plaga. Agricultura manifestó ayer que el borrador del documento está siendo sometido a consultas y que espera que esté listo «en las próximas semanas». Finalizada su tramitación, se aprobará y entrara en vigor de manera inmediata.

Desde el ministerio se matiza que el real decreto -cuyo borrador ya está listo desde el año pasado, como consta en la presentación- se está tramitando por la vía de urgencia. Pero nada indica que los últimos datos y el reconocimiento expreso de la Xunta de que la plaga se extiende ya por 31 concellos del norte de A Coruña y Lugo (cuando hace un años eran apenas tres) haya provocado que se agilice el procedimiento. Alcaldes de las zonas afectadas, productores -tanto de los que están en la zona de cuarentena como otros- y sindicatos están exigiendo desde hace semanas a la Administración un plan claro y firme.

La semana pasada el director general de Desarrollo Rural del Principado, Jesús Casas, avanzó que la intención de Agricultura era aprobar esas normas en un plazo de dos meses. Es el dato más explícito que ha trascendido. El borrador ha sido enviado a la Xunta, al Principado y «a las entidades representativas de los sectores afectados», para que hagan sugerencias. También se ha recabado un informe del Comité Fitosanitario nacional.

En el documento inicial de trabajo, de 16 páginas, la lucha contra la polilla guatemalteca se considera «de utilidad pública»; se prohíbe la plantación de cultivos de patata en las zonas infestadas durante un período mínimo de dos años y hasta que se declare la erradicación de la patata, y se ordena, textualmente: «Se desenterrarán todas las patatas de las campañas anteriores, mediante un paseo de arado, y se eliminarán los rebordes de patata de años anteriores, que aparezcan durante el período de prohibición del cultivo de patata. Las patatas y los rebrotes se trasladarán», siguiendo unas normas muy específicas. Este es el riesgo al que se exponen los que ahora estén plantando patatas en los concellos infestados: tener que levantarlas una vez se apruebe el real decreto.

También se explicita que cualquier operador que envíe o reciba patatas procedentes de Galicia o Asturias, al ser comunidades con la plaga declarada, deberán comunicarlo a las autoridades competentes. Es decir, también hay consideraciones para los transportistas. Lo que se deja fuera del ámbito de actuación es Canarias, donde la plaga llegó en 1999, «y su erradicación no es posible», se apunta.

El borrador del decreto incluye un capítulo con indemnizaciones y sanciones y plantea para el programa de control y erradicación una vigencia de cinco años, que podrían ser prorrogados.

Los sindicatos piden un plan de ayudas urgente

El sindicato Unións Agrarias solicitó ayer de las Administraciones información clara y un plan de ayudas para los afectados por la plaga de la polilla guatemalteca. La central se muestra preocupada por la Al respecto, muestra su «preocupación» por la «contradicción» y «falta de información» que padece el sector pataquero gallego y pide que se den datos de forma «clara, veraz y profesional». A la vez, solicitan un plan de indemnizaciones para los productores que sufran esta plaga.

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