El acusado de asesinar a la peregrina se negó a facilitar su ADN

EFE LEÓN

ASTURIAS

J.Casares

Todos los policías han coincidido en señalar que el acusado se mostró en todo momento tranquilo y que colaboró en el registro

21 mar 2017 . Actualizado a las 13:18 h.

Miguel Ángel Muñoz Blas, de 41 años, acusado de asesinar a la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem en abril de 2015 en Astorga (León), se negó a dar muestras de ADN cuando fue detenido por este crimen y anteriormente tras la denuncia de una mujer alemana que fue atacada delante de su vivienda.

Así lo ha testificado en el juicio que se sigue en la Audiencia de León contra Muñoz Blas un agente adscrito al grupo de Policía Científica de Comisaría de Astorga que participó en la investigación. La peregrina alemana denunció en la Comisaría de Astorga en septiembre de 2014 una agresión por parte de un hombre que actuó encapuchado y declaró que pudo librarse tras forcejear con él y «darle una patada en los genitales», ha precisado este testigo.

Tras la denuncia, se detuvo a Muñoz Blas dado que las gafas de la peregrina alemana fueron halladas muy próximas a su vivienda. Además, la descripción que dio la víctima de su agresor, un hombre delgado de 1,70 metros de estatura, coincidía con la de Muñoz Blas. No obstante, dado que la mujer no pudo reconocerlo con certeza al actuar su agresor «encapuchado», la juez que instruyó las diligencias lo dejó en libertad sin cargos, no sin antes negarse a que le tomaran muestras de ADN, como hizo un año después cuando fue detenido como sospechoso del asesinato de la peregrina estadounidense.

La peregrina alemana explicó que su agresor trató de agredirla con una pistola de descargas eléctricas y precisó que cuando se dirigió hacia ella llevaba en la manos unos prismáticos, que dejó posteriormente en el suelo. También relató que llegó a ofrecer 50 euros a su agresor por si el móvil de la agresión era el robo, y explicó que llegó a la zona de la vivienda del acusado confundida por unas falsas flechas indicadoras del Camino de Santiago que habían sido retiradas cuando regresó con la Policía al lugar. Previamente, en mayo de 2014 otra peregrina, en este caso de nacionalidad china, denunció haber sido víctima de un incidente parecido a las inmediaciones de la casa de Muñoz Blas.

Además de este agente, esta mañana han prestado declaración en el juicio otros policías que registraron la vivienda del acusado el 30 de abril de 2015, 25 días después de la desaparición de la peregrina, cuando Muñoz Blas ya se había convertido en el principal sospechoso al ir cerrando los investigadores otras hipótesis. Todos los policías que han declarado han coincidido en señalar que el acusado se mostró en todo momento tranquilo y que incluso colaboró con los agentes en el registro.

El segundo registro de la vivienda se produjo el 10 de septiembre de 2015, en este caso después de forzar la puerta, ya que el acusado había abandonado la zona supuestamente huyendo por la presión a la que se vio sometido por las numerosas batidas que estaban teniendo lugar en la comarca para tratar de localizar el cuerpo de la peregrina. Algunos de estos agentes también estuvieron presentes cuando Muñoz Blas les condujo hasta el lugar donde estaba el cadáver de la peregrina tras ser detenido en Grandas de Salime (Asturias).

Han explicado que le costó orientarse pero que finalmente les guió hasta el cuerpo, que se encontraba semienterrado en un paraje de difícil acceso entre las localidades leonesas de Santa Catalina de Somoza y San Martín de Agostedo, a unos 2,5 kilómetros de su casa en línea recta. Con las declaraciones de esta mañana ha concluido la prueba testifical de los policías y guardias civiles que participaron en la investigación y la detención del acusado. La vista se reanudará mañana con más pruebas testificales, en este caso de personas cercanas al acusado y familiares y vecinos de la zona.