Las armas de los taxistas para defenderse de los delincuentes

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Una parada de taxis en Oviedo
Una parada de taxis en Oviedo

Las asociaciones de profesionales consideran que el secuestro del pasado domingo es un hecho puntual y niegan que la criminalidad haya aumentado

28 mar 2017 . Actualizado a las 11:19 h.

No es una profesión de riesgo, pero tiene sus peligros. El secuestro el pasado domingo de un taxista en Oviedo ha puesto el foco en un sector acostumbrado a convivir con la delincuencia que ha desarrollado sus propios mecanismos de defensa para hacer frente a sus agresores. En la inmensa mayoría de las ocasiones son incidentes leves que se solucionan rápido, pero para evitar males mayores, los trabajadores están conectados con sus centralitas y tienen implantado un protocolo de actuación en caso de que se encuentren en peligro. 

El taxista pulsa un botón en su vehículo y automáticamente una alarma se dispara en la oficina de la asociación de profesionales. Eso indica que algo no va bien y, desde la centralita, intentan contactar con el conductor para descubrir la incidencia. Si por algún motivo no contesta, el caso puede ser grave y ponen la incidencia en conocimiento de la Policía. Mediante un sistema de GPS la asociación tiene identificada la posición del coche, por lo que su localización es sencilla. Este sistema -que por motivos que se desconocen no activó el conductor secuestrado el domingo-, es la principal arma de defensa que tienen los taxistas y su mejor opción para conseguir una rápida respuesta que evite males mayores.

La conexión GPS es su gran recurso, pero no el único. En los últimos tiempos, algunos profesionales han instalado cámaras en sus coches. El dispositivo graba las imágenes y facilita la identificación en caso de incidente. Todavía no son muchos los taxistas que han optado por este sistema en Asturias, aunque el número de instalaciones ha crecido.

Otro elemento que contribuye a aumentar la seguridad de los taxistas son las mamparas que separan el vehículo en dos partes, aunque han caído en desuso. El motivo principal es que la normativa de seguridad no permite su instalación en todos los coches -en algunos de los más modernos está prohibida-, debido a los airbags. Además, desde las asociaciones coinciden en señalar que, aunque aporta cierta seguridad, tiene desventajas, ya que es más incómodo para los clientes y, para que sea efectivo, inutiliza el asiento delantero. La instalación de estos sistemas, que llegó a estar subvencionada, cuesta aproximadamente unos 400 euros, aunque hay diferencias entre los diferentes modelos.

Niegan el repunte de la delincuencia

El secuestro del taxista ha disparado la alarma, aunque los profesionales consideran que son hechos esporádicos. José Manuel Canteli, presidente de Radio Taxi Villa de Jovellanos (160 asociados), recuerda que sí que hubo una época en la que la profesión era peligrosa, pero afirma que la situación ha cambiado. «El secuestro es un acto puntual, creo que la situación no ha empeorado en los últimos tiempos». «Este tipo de actos te cogen por sorpresa, es muy difícil prepararse para estas cosas porque no te lo esperas», asegura, motivo por el que considera que las medidas que existen en la actualidad son suficientes y que es complicado prevenir ese tipo de delitos.

Una opinión similar es la de José Antonio Suárez, presidente de Radio Taxi Principado (198 asociados). «Son cosas que pasan, difíciles de prever» asegura en referencia al secuestro, aunque deja claro que «es algo puntual». Suárez considera que «el que quiere hacer daño, lo hace», motivo por el que argumenta que «ahí poco podemos hacer». En su opinión, los avisadores por GPS son la principal herramienta que tienen para defenderse, ya que les permite estar localizados y facilita el trabajo de las fuerzas de seguridad. En cuanto a las mamparas, considera que tienen sus pros y su sus contras, y recuerda que, pese a ellas, los clientes pueden subirse en la parte delantera, por lo que «la seguridad que aportan es relativa».

Julio Silva, presidente de Radio Taxi Ciudad de Oviedo (113 asociados), coincide con sus compañeros en calificar el secuestro de «hecho puntual». Es más, en su opinión, y tal y como se desarrolló el incidente -el delincuente metió al taxista en el maletero y, tras perderse en Cudillero, le obligó a conducir de nuevo para llevarle a Avilés-, posiblemente el secuestrador sea de fuera de la región. Pese a ello, asegura que «no hay un repunte de la delincuencia en las últimas fechas».

En cuanto a las medidas de protección, Silva destaca la localización GPS, ya que en caso de activar el botón de emergencia, se activa un protocolo de actuación que, en casos extremos, concluye con la actuación de la Policía. «Este tipo de casos no se pueden prever», sostiene, motivo por el que asegura que «no creo que cambiar las medidas actuales sirva para nada».