La brecha entre PSOE e IU crece pero sin llegar al desgarro

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Javier Fernández dialoga con Llamazares
Javier Fernández dialoga con Llamazares J.L.Cereijido

Los socialistas se muestran molestos con el apoyo de la coalición a la reprobación de la consejera de Desarrollo Rural y Llamazares advierte de que sólo apoyaron la investidura

27 mar 2017 . Actualizado a las 20:55 h.

La reprobación de la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez. en el pleno de la semana pasada, con los votos de todos los grupos de la cámara autonómica, ha abierto una brecha en las relaciones entre PSOE e IU. No es la primera, ni tampoco un asunto por el que se haya levantado un muro en las relaciones entre ambos grupos, pero sí un punto de inflexión que marca el ecuador de una legislatura en la que los votos de la coalición resultaron imprescindibles para arrancar la investidura del presidente pero que ni el año pasado ni el anterior, resultaron suficientes para tratar de cerrar un acuerdo presupuestario. El pasado viernes, la mayoría de grupos reprobaron a la consejera apoyando la iniciativa del PP que le reprochaba su «mala gestión» de los despidos de veterinarios de Tragsa.

Izquierda Unida ya había preparado su propio texto de reprobación sobre este mismo asunto pero decidió el viernes sumarse a la del PP para disgusto del PSOE que precisamente había echado en cara a los populares que el ERE en Tragsa había sido una decisión del Ejecutivo central de Rajoy y que advirtieron de que, después de esta votación, las relaciones con IU no podría ser «iguales».

Este lunes, el portavoz del grupo parlamentario socialista, Fernando Lastra calificó de «actuación gratuita» y «políticamente no sensata» el apoyo de IU a la reprobación y lamentó además que estuviera motivada por cuestiones «que tienen que ver con relaciones laborales, aquí no estamos hablando del modelo de saneamiento». Por todo ello indicó que «eso no puede llevar a que se produzca una división política cuando el origen tiene que ver con otra cosa».

Sin embargo, desde IU se mantiene el pulso. El portavoz de la coalición, Gaspar Llamazares señaló que el problema de los veterinarios se arrastra desde «hace una década» e insistió en que su grupo «es muy libre» de adoptar este tipo de resoluciones. «IU en ningún caso ha apoyado al gobierno, IU ha llegado a un compromiso de apoyo a la investidura del presidente y en la medida en que no se cumplan los compromisos se lo reclamaremos al gobierno o reprobaremos a aquellos consejeros que no sean capaces de cumplirlos».  

Relación con altibajos

Las relaciones entre PSOE e IU en Asturias han tenido todo tipo de estadios, desde abiertos enfrentamientos a la participación de la coalición en el gobierno. En esta legislatura, fue un acuerdo con IU el que le dio la investidura a Javier Fernández después de intentar lograr la presidencia en solitario, con el único apoyo de los 14 escaños socialistas. El pacto rompió el empate con la candidatura del PP (apoyada por Foro) y abriendo la espita entonces de un periodo de turbulencias entre Podemos e IU, o más bien con el liderzgo parlamentario de Llamazares, en quien los morados veían y ven una figura demasiado conciliadora con los socialistas.

En víspera del fin de año en 2015, PSOE e IU llevaron unidos un borrador de presupuestos a la cámara que fue retirado después de Podemos anunciara, justo al día siguiente de las elecciones del 20D, que presentaría una enmienda de totalidad al texto. En este 2016, las negociaciones se intentaron a 3 bandas (e IU reiteró en multitud de ocasiones la necesidad de abrir una «mesa tripartita» con representantes de los 3 grupos) pero los morados optaron por mantener un modelo de encuentros bilaterales con el Ejecutivo que, al final, fueron infructuosos. Ante la expectativa de una segunda prórroga, el PSOE pactó salvar las cuentas con el PP a cambio de aumentar la exención del impuesto de sucesiones. La intención declarada del grupo parlamentario de IU era abstenerse en un proyecto de presupuestos que recogía varias de sus aportaciones pero la dirección de la coordinadora (en lo que fue una derrota para Llamazares y también el propio coordinador Ramón Argüelles) votó por un rechazo explícito a las cuentas.

Pero el momento de mayor distanciamiento entre ambos grupos se produjo después de la crisis abierta en octubre en el seno del PSOE, con la dimisión de Pedro Sánchez y la elección del presidente asturiano como cabeza visible de la gestora. La decisión de la dirección socialista de facilitar la investidura de Rajoy con una abstención, llevó a Llamazares que se habían roto «los pilares» de ese acuerdo dado que, a su juicio, una de las cuestiones cruciales de ese pacto era «la oposición del gobierno asturiano frente a políticas del PP en materia de infraestructuras o minería» y ahora tendrán continuidad al renovar Rajoy su mandato. Advirtió entonces eso sí, que su grupo parlamentario «no se sumará a la bronca ni a la crispación, ni seremos punta de lanza de ninguna alternativa con el PP».

Desde entonces las relaciones en la cámara ha sido, al menos cordiales, y en general con más coincidencias que discrepancias. En el cortejo entre ambos partidos de izquierda hay en todo caso un tercero en discordia, un ángulo que siempre hace escaleno el triángulo amoroso y es Podemos con quien los socialistas mantienen en Asturias unas relaciones abiertamente hostiles. Ese desencuentro radical es el que ahoga todos los intentos de Llamazares por argumentar las bondades de un acuerdo amplio entre los tres para dar solidez a la legislatura. Tampoco son constantes ni idílicas las relaciones entre la coalición y los morados. Después de la alianza de las últimas elecciones generales (que se fraguó en Asturias con obstáculos mucho mayores que en el resto del estado) tanto Podemos como IU han pedido tiempo para analizar con perspectiva los resultados y también más autonomía respecto a sus direcciones nacionales para cerrar acuerdos de este calado. Podemos Asturies fue a Vistalegre con un documento muy crítico con el pacto con IU y con sus políticas en Asturias y la coalición trabaja para un modelo de convergencia que vaya mucho más allá del acuerdo con los morados. De momento, entre alianzas y posicionamientos variados en los últimos meses, los tres partidos, PSOE, IU y Podemos, se han movido mucho en lo que va de legislatura para terminar en el mismo lugar que al principio.