El cierre de aulas en la pública: «moneda de cambio para apaciguar a la concertada»

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Protesta de interinos docentes.Protesta de interinos docentes
Protesta de interinos docentes

Los sindicatos denuncian que Genaro Alonso hable de reducir cuando ni siquiera se ha abierto la matrícula

07 abr 2017 . Actualizado a las 15:09 h.

Café para todos. Esa parece la política que está aplicando la Consejería de Educación. Al menos, eso es lo que piensan los sindicatos docentes, tras escuchar a Genaro Alonso anunciando el cierre de 44 unidades más en la escuela pública, antes incluso de que se abra el periodo de prematrícula y justo cuando se enfrenta a las críticas de la concertada por sus recortes. Para SUATEA no hay ninguna duda de que están siendo «moneda de cambio» para apaciguar a la patronal y a los padres. Para ANPE supone «un auténtico desmantelamiento» que no se está produciendo en otras comunidades. Las vacaciones de Semana Santa llegan en medio de una auténtica tormentan repleta de frentes.

Genaro Alonso destapó la caja de los truenos en la Junta General del Principado, solo 24 horas después de que la mesa de negociación de renovación de los conciertos volviese a abordar el cierre de 32 clases. Alonso subió al atril para anunciar que su intención era cerrar 27 unidades en Infantil y otras 17 en Primaria, en la red pública. La cifra es solo una estimación y no será definitiva hasta que no se complete el periodo de matriculación. No adelantó ni concejos ni poblaciones. Solo fue un trazo grueso, pero suficiente como para activar de inmediato la alerta.

SUATEA no cree en las casualidades. Su portavoz, Beatriz Quirós, está convencido de que Alonso ha escogido este momento para calmar a la concertada y demostrarle que repartirá la carga. A Quirós no la parece de recibo. Hace solo unos días que comenzaron a recibir datos de comisiones de escolarización que recoge que, por ejemplo, en Gijón hay escuelas públicas de Primaria con hasta 27 alumnos por aula. Esto sería ilegal. «El máximo son 25. Con las medidas de la crisis, el PP flexibilizó hasta un 10% los números, lo que serían dos más. Pero también puso una condición. Solo se podría aplicar ese 10% de más cuando la tasa de reposición de los docentes fuese más del 50% y este año es del 50. Así que están fuera de la norma», argumenta. Se siente «moneda de cambio» y lamenta que sea la pública «la que cargue otra vez con el sambenito». Su idea es justo la contraria, fortalecer esta red a la que todos tienen acceso, potenciar la equidad y dejar atrás los ajustes de la crisis. «Genaro Alonso está totalmente fuera de tono y de lugar».

También ha cogido con el pie cambiado a ANPE. Su presidente regional, Gumersindo Rodríguez, afirma que la consejería «tiene que dar prioridad a la pública». Al ver las cifras, con la clausura de hasta 44 unidades, las primeras palabras que le vinieron a la cabeza fue que se trata de «un auténtico desmantelamiento que aprovecha los vientos de crisis». Señala que es una medida «de especial crudeza» que no tiene parangón en otras regiones. Esa política se suma a la pérdida de plantilla, que Rodríguez cifra en unos 400 docentes.