El presidente fijó País Vasco y Galicia como prioridades del AVE. La consejera asturiana lamenta que no se dé solución al tráfico de mercancías
12 may 2017 . Actualizado a las 13:23 h.La consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, destacó que el hecho de que Rajoy haya fijado como prioridad de su Ejecutivo el desarrollo de la alta velocidad en el Páis Vasco y Galicia, confirma sus temores de que las obras de la variante de Pajares se retrasarán durante un periodo de al menos cuatro años y achacó al Gobierno central falta de «voluntad» y de «interés» para poner en marcha esta infraestructura. El pasado martes, Rajoy habló de sus líneas prioritarias del AVE durante su intervención en la asamblea del Instituto de la Empresa Familiar, para destacar que «tenemos que trabajar para que haya alta velocidad al País Vasco y lo estamos haciendo. También tenemos pendiente Galicia. No vamos a hacer ahora una línea de alta velocidad a Zaragoza, Sevilla o Málaga, por razones obvias [todas estas ciudades están ya conectadas a la red de alta velocidad», dijo durante su discurso en el acto de clausura. País Vasco y Galicia, y en ese orden. En esta decisión ha sido crucial el apoyo del PNV en la negociación del presupuesto con un amplio acuerdo además sobre el cupo foral de la comunidad; respecto a Galicia, el presidente mantiene el compromiso de la llegada del AVE a finales de 2018.
Pero para Asturias todo son aún incertidumbres. A juicio de la consejera, «las últimas declaraciones del presidente nos reafirman en la impresión obtenida tras la reunión celebrada el jueves 20 de abril entre la consejera y el secretario de Estado de Infraestructuras, en Madrid. Allí insistimos hasta en cuatro ocasiones en que ese planteamiento técnico, que incluye el triple hilo entre león y la robla y un intercambiador de ancho en Lena, supone retrasar la apertura al menos cuatro años más. La respuesta del Ministerio, lejos de rebatir, matizar o exponer otra fecha u otros plazos más optimistas, fue un silencio no sabemos si de conformidad o de resignación. Ahora parecen estar bien claras sus intenciones con Asturias». Ese encuentro entre Fernández y el secretario de Estado se saldó con una gran polémica ya que la consejera afirmó a la salida que los responsables de Fomento habían dado por hecho el retraso de la obra hasta 2021, algo que después negaron en el Congreso aunque tampoco quisieron precisar ninguna fecha.
En este sentido, la responsable de Infraestructuras en Asturias indicó que «este enésimo retraso se ve además ratificado por el hecho de que en los presupuestos generales del estado la obra tiene dotación hasta el año 2021 inclusive». Además explicó que las reformas planteadas por los actuales responsables de Fomento --el cambio de vía de ancho ibérico a internacional, la apertura simultánea de los dos túneles y y la instalación del intercambiador en Lena y no en León-- supondrán tantas modificaciones que ese año 2021 «sería el previsto en el mejor de los casos para la finalización». La otra consecuencia del cambio de vía es que la variante será sólo para pasajeros y no podrán circular por ella las mercancías, que serán relegadas a la actual vía de la rampa, trazada en el siglo XIX y con una capacidad de crecimiento muy limitada.
«Cabe recordar que han transcurrido 13 años desde el inicio de las obras y que se han gastado 3.500 millones. No contentos con el desprecio a Asturias que supone un retraso de esta magnitud en una obra prioritaria para las comunicaciones en nuestra región, ahora el PP cambia de planes contradiciendo su propio criterio de hace apenas unos meses, avalado hasta por 3 ministros del PP, e impide a puertos e industrias asturianas utilizar la variante para entrar y salir de Asturias las mercancías, solo por colmar los caprichos del diputado de Foro en el Congreso que condiciona a eso su apoyo a los presupuestos», afirmó la consejera en términos muy críticos con el acuerdo cerrado entre el Gobierno y Foro para el apoyo a las cuentas estatales.
Fernández recordó además que el Gobierno asturiano defiende el diseño del tráfico mixto (tanto para viajeros como mercancías) junto a un conjunto de asociaciones civiles incluidas los agentes sociales y resaltó que su apuesta por el ancho ibérico (que es el que lo permite) no se hace «por capricho» sino que está justificado «en nuestro caso por un tendido del siglo XIX para el tránsito de las mercancías en una región cuya orografía en nada se parece a otras con las que se nos ha comparado, como Valencia o Andalucía, donde las cargas discurren por líneas eficientes y competitivas».