Un pequeño acto en la calle Cimadevilla de Oviedo conmemora el alzamiento de 1808, en pleno intento de convertir ese día en la fiesta de Asturias
25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«¿Puede alguien que se considere demócrata negarse a conmemorar el 25 de mayo, la fecha en que por primera vez se reconoció la soberanía popular?» La pregunta la lanza Asturias Laica justo en la previa de la celebración de ese día de 1808 en el que los asturianos se alzaron contra Napoléon. Este colectivo ha iniciado un proceso para tratar de constituir un frente social que consiga recordar los hechos históricos, otorgarles la importancia que tiene y, si más adelante procede, trasladar la fiesta del Principado que en la actualidad conmemora a la Virgen de Covadonga, el 8 de septiembre. «Esto hechos tienen la suficiente entidad para ser considerados en sí mismos como constituyentes de una de las gestas más importantes de nuestra historia, así como el comienzo de la Asturias contemporánea en el aspecto político e institucional», argumentan.
El manifiesto
A falta de una fiesta institucional, un pequeño acto reivindicativo recordará la historia y a miles de personas procedentes de toda Asturias entrando en Oviedo la madrugada del 25 de mayo para constituir una Junta Suprema que se sublevó, declaró la guerra a Napoléon, envió embajadores a Gran Bretaña y formó un ejército de 30.000 hombres. A la una del mediodía, en la calle Cimadevilla, en la esquina con Altamirano, junto a las placas que recuerdan los hechos, se celebrará una ofrenda floral y la lectura de un comunicado firmado por cinco colectivos: Asturias Laica, el Atenero Republicano de Asturias, el Ateneo Obrero, SUATEA e Izquierda Asturiana. Posteriormente, a las seis de la tarde, en el salón de grados de la Facultad de Pedagogía, el profesor y concejal de Mieres Faustino Zapico pronunciará una conferencia titulada El 25 de Mayo en su contexto histórico.
Los promotores de la recuperación del 25 de mayo se basan en una argumentación muy actual. Creen, según consta en el manifiesto, que en una Asturias que atraviesa graves consecuencias económicas, demográficas y políticas, «solo la auténtica democracia salida de la voluntad popular será capaz de enfrentarse a la situación». Esta actitud es la que identifican con la valentía del alzamiento de 1808, porque sería lo mismo que «conmemorar al pueblo soberano». Pese a sus convicciones, reconocen que «es un empeño difícil y un camino largo» ero al mismo tiempo están convencidos «de los justo y honrado» de su reivindicación. Ya han ganado algunos adeptos. El portavoz de IU en Oviedo, Roberto Sánchez Ramos, les ha dado su apoyo público.
La historia
El desconocimiento social es un hándicap que tratan de compensar con pedagogía. Recuerdan que el 9 de mayo llegó a Oviedo un correo de Madrid con órdenes de someterse a la ocupación francesa. Pero en esa misma valija llegaron cartas particulares en las que se explicaba lo que había sucedido el 2 de mayo y cómo asturianos habían sido fusilados por los invasores. Ese mismo día comenzó una revolución contra esas órdenes en Oviedo que, poco a poco, se fue extendiendo por Asturias. La Audiencia y la Junta General que, en principio, querían acatar el mandato del mariscal francés Murat se vieron obligados por la preisón popular a hacer lo contrario en una sesión celebrada el mismo día 9. Cuatro días después, asustados por las consecuencias, se volvieron atrás. Ese fue el cultivo para que la noche del 24 las hogueras de los vecinos llegados de toda la región iluminaran el cielo de la ciudad. Por la mañana, asaltaron la fábrica de armas, entraron en la ciudad y en la esquina de Cimadevilla con Altamirano constituyeron la Junta Suprema que reconoció a soberanía popular.