La recuperación no llega a los laboratorios de la Universidad de Oviedo

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Laboratorio de la Universidad de Oviedo.Laboratorio de la Universidad de Oviedo
Laboratorio de la Universidad de Oviedo UNIOVI

El último informe de la Conferencia de Rectores confirma que sigue cayendo la financiación global de proyectos, los ingresos por licencias y la contratación en I+D+i

26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La recuperación no ha entrado aún en los laboratorios de la Universidad de Oviedo. Al menos, no lo ha hecho de forma generalizada. Existen pequeños atisbos de mejoría que no se han traducido en un incremento real de la financiación. La plantilla de personal docente e investigador (PDI) crece, se leen más tesis y se registra un repote en el importe de los proyecto colaborativos. Pero el importe de proyectos cae, al igual que las ayudas para los recursos humanos, el importe de la contratación en I+D+i y los ingresos por licencia. Ese es el panorama que pinta el último informe presentado por la Conferencia de Rectores (Crue) sobre ciencia y transferencia del conocimiento. Las conclusiones se extraen mediante encuestas que cubren las diferentes universidades y los datos corresponden al 2015.

La situación no es exclusiva de la universidad pública asturiana. La Conferencia de Rectores observa ligeros síntomas de recuperación a nivel nacional pero no generalizados. Reconoce un ligero ascenso en el número de contratos de licencia, aunque no suponen más ingresos; en la financiación de proyectos colaborativos procedentes de la Unión Europea y en las ayudas para personal. Pero el volumen general de financiación de proyectos sostenidos con recursos estatales y regionales sigue su trayectoria descendiente, igual que la transferencia de conocimiento a empresas. Solo se compensa esa transferencia cuando cuenta con ayudas públicas, nuevamente.

Los indicadores, uno a uno

La Universidad de Oviedo cuenta con 1.975 PDI, una plantilla más amplia que en 2014 e incluso que en el curso 2012/2013 cuando los rectorados pasaban los peores momentos para cuadrar sus cuentas. Este personal maneja un total de 11,6 millones de euros de ayudas competitivas, sumado el importe de los proyectos en sí y el coste de los recursos humanos. De los 8,9 millones destinados a los ensayos, la gran mayoría (6,1 millones) procede de instituciones nacionales. Le sigue la UE con 2,6 millones. La menor aportación es, por tanto, la autonómica. Esos 6,1 millones nacionales son una cantidad superior a la de 2014 pero inferior a la que había en 2012.

Lo que sigue una línea ascendente es la presentación de tesis. A lo largo de 2015, se leyeron 401, una cifra que dobla a la de 2012 y que crece de manera espectacular con respecto al año anterior. La publicación de artículos en revistas científicas -las denominadas WOS (Web of Science)- también repunta y llega a niveles similares a los que había hace un lustro. Lo mismo sucede con las patentes. El año pasado se registraron siete, las mismas que en 2012 y más que en 2014.

Hay otros indicadores poco esperanzadores. Durante dos años consecutivos la Universidad de Oviedo no contribuyó a la creación de ninguna spin-off y los ingresos por licencia fueron de apenas 11.264 euros, una cantidad que se despeña ejercicio tras ejercicio. Estos dos apartados son algunos de los que la Crue usa para considerar deficiente la transferencia de conocimiento, no solo de la institución académica asturiana sino de todas las universidades.