Cientos de sondeos perforan el mapa de Asturias

Carolina García REDACCIÓN

ASTURIAS

Máquina perforadora
Máquina perforadora

Solo en el occidente se concentran 468. Los agujeros, de hasta 250 metros de profundidad, se destinan a la búsqueda de minerales o a la geotermia. Industria señala que están todos identificados y tapados

01 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El trágico suceso del pozo de Totalán, en el que perdió la vida el pequeño Julen, ha puesto el foco en los pozos ilegales en todo el país. Desde entonces, no han cesado de salir a la luz pública nuevos agujeros ilegales abandonados en medio del campo sin tapar y sin control alguno. Cada territorio tiene sus propias peculiaridades. Mientras que en zonas más áridas se perfora el terreno para buscar agua, en Asturias se hace principalmente para localizar minerales y para uso minero. En el Principado, la administración regional no tiene constancia de que se hubieran abierto pozos para buscar agua, al menos en los últimos cinco años. Tampoco tiene un censo específico. La región es más tierra de sondeos: orificios de gran profundidad que se hacen sobre el terreno para buscar minerales, para controlar la altura del bombeo de agua en los pozos mineros, para captar aguas minerales o para aprovechar la energía geotérmica del fondo de la tierra. El Principado tiene registrados centenares de sondeos. Solo en el occidente hay 468.

Los más numerosos son los que realizan las empresas para buscar minerales dentro de sus proyectos de investigación. Son perforaciones muy profundas (pueden llegar de media hasta los 250 metros), que superan los 12 centímetros de diámetro en el exterior, y poco más de 8 centímetros en su interior. En cuatro años, desde 2015, se han realizado 69 sondeos de estas características. No pueden empezar a perforar sin autorización y una vez que la obtienen, trabajan siempre bajo la supervisión del Principado. Así lo explican desde la Consejería de Industria, que asegura que no hay un solo agujero sin tapar y que están todos identificados por GPS (tienen la obligación de dejar la superficie tal y como se lo encontraron antes de meter las máquinas con lo que a simple vista es imposible encontrarlos). Solo en el occidente asturiano, en la zona de Salave, desde 1970 se realizaron 468 sondeos de investigación.

Menos profundos

Menos profundos son los agujeros que se realizan para controlar la altura de bombeo de agua en los pozos mineros. Se conocen como sondeos piezométricos y se encuentran parcialmente inundados (requieren mantener el nivel de agua a una altura determinada). Las últimas autorizaciones para este tipo de trabajos se concedieron en la zona de pozo de Pumarabule (Siero) y en el pozo Candín (Langreo). Están tapados y tienen sondas en su interior. Suelen tener un diámetro de 10 centímetros y una profundidad de 10 a 60 metros. Más profundos son los agujeros para buscar la energía geotérmica. Hasta un metro de profundidad han llegado a excavar las máquinas para poder aprovechar el calor que guarda la tierra. En estos casos, es habitual que una vez que inicien la perforación realicen dos sondeos en cada trabajo. Desde 2015 se han llevado a cabo 11 proyectos. Son orificios que están tapados por obra de fábrica y generalmente están dentro de una arqueta.

Y aunque Asturias no es tierra de pozos para abastecerse de agua, al contrario que ocurre en la vecina Galicia donde, según datos de la Consellería de Infraestructuras, tiene registrados unos 10.000, en la región sí se realizan sondeos para captar aguas minerales. Igual que en los sondeos anteriores, están protegidos con una arqueta e incluso con una caseta de acceso restringido. Son los que tienen, de hecho, un control más exhaustivo ya que exige evitar cualquier contaminación del acuífero.

En cualquier caso, al margen del motivo por el que se perfore el terreno, lo cierto es que desde el Principado aseguran que existe un seguimiento exhaustivo de los sondeos de los que tienen constancia en la región y puntualizan que todos están cerrados y asegurados.