Reciclando obviedades

OPINIÓN

27 ago 2016 . Actualizado a las 09:34 h.

Para la mentalidad ecológica del siglo XXI, la vieja costumbre de usar y tirar es un error y un crimen. Lo ideal es el reciclaje universal. Por eso, cuando vamos a comprar un coche nuevo, una lavadora o un ordenador, lo primero que nos dice el vendedor es que nuestro nuevo aparato es reciclable en un 95 %. Y tan buena me parece esa cultura que voy a propugnar, en los ámbitos de mi actividad, el reciclaje de obviedades, para que ciertos artículos o pensamientos vuelvan una y otra vez al mercado sin gastar tiempo, energía y papel. Porque, viendo los derroteros que están tomando los parloteos del PP y C’s, me parecen absurdos todos los intentos de tratarlos como novedades enjundiosas, cuando en realidad están repitiendo el pésimo ciclo del primer semestre del año con muy ligeras variaciones.

El problema es que Rivera -con su candor y su fachenda- creyó que podía situarse en el centro de la política, y convertir al PP en variable dependiente. Y tales fueron su osadía e inexperiencia al ponerle condiciones a Rajoy, que acabó convertido en un sándwich listo para ser devorado. De los demás -Pedro, Pablo, Mas, Urkullu, Villares, Colau, Oltra y Otegi- creo que está todo dicho. Y por eso voy a reciclar dos pensamientos viejos que tienen mucho sentido.

El primero procede del artículo del 16 de junio pasado, cuando, tras observar el desarrollo de la campaña electoral, los enroques de los partidos y el personalismo de los líderes, escribí esta cosa rarísima: «El mérito que tienen los debates -como diría Rajoy- es que crean empleo. Porque vista la nube de expertos y managers que se juntaron allí para manosear la banalidad y acentuar el postureo, doy por sentado que el número de contratos firmados en junio pesará a favor del PP en las elecciones del próximo 18 de diciembre». Lo único que fallé fue la fecha, porque mi imaginación de cristiano y mi racionalismo filosófico me impidieron hollar la Navidad. Pero creo que eso aún lo vamos a arreglar.

La segunda obviedad reciclada la escribí un mes después, el 14 de julio, cuando el pánico provocado por los tertulianos más engreídos me hizo pensar que España entera estaba cogiendo el rábano por las hojas, y que lo importante -ser gobernados con eficiencia y buen sentido- estaba cediendo la prioridad a lo instrumental y accesorio -ganar una investidura y evitar las terceras elecciones-. Entonces escribí esta perla: «A estas alturas de la película solo hay dos opciones. Hacer cualquier cosa para que no haya elecciones. O hacer elecciones para que no haya cualquier cosa. Y yo -mayor de edad, con mucha experiencia y alguna ciencia, y con todos los sentidos conservados- elijo la segunda».

Dicen que la chatarra reciclada mejora mucho la calidad del acero. Y yo creo que las obviedades reeditadas refuerzan mucho los buenos análisis y orientaciones.