¿Engaño, fraude, bluf, ficción?

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

29 ago 2016 . Actualizado a las 08:39 h.

La investidura de Mariano Rajoy ¿es un engaño, una impostura, un fraude, una farsa, un ente de ficción, un bluf, mera propaganda, una lamentable pérdida de tiempo? No lo creo, pero con estas y otras descalificaciones el líder del PP ridiculizó el intento fallido de Pedro Sánchez, que acudió en marzo al Congreso a sabiendas de que sus 131 votos eran insuficientes. Ahora es él mismo el que comparecerá sin los apoyos necesarios, con un pacto que suma 170 diputados a favor, lo que políticamente es muy relevante, pero que, a efectos prácticos, no sirve para nada porque no le bastan para ser elegido presidente. Sánchez quiso presentarse para dejar en evidencia a Podemos por negar el voto a un candidato socialista. Nunca reclamó a Rajoy la abstención del PP, que habría desbloqueado la situación e impedido la repetición de las elecciones. Rajoy va a la cámara, obligado por la Constitución, tras dejarlo en suspenso durante días, arrastrado por Albert Rivera y con el claro objetivo de presionar y echar la culpa al socialista de unas posibles terceras elecciones. «Viene aquí sin Gobierno y sin apoyos, esperando que los demás le arreglen lo que usted no ha querido arreglar, porque su señoría estaba pensando en algo que le importa mucho más: su propia supervivencia», espetó un demoledor Rajoy al candidato socialista en la sesión de investidura. Ahora, sin embargo, empleando su misma lógica, pretende que sea Sánchez quien se lo arregle a él. «No sé bien a qué hemos venido», afeó Rajoy a Sánchez. Según mantenía el presidente en eternas funciones hasta hace muy poco, a la investidura solo se acude con garantías de superarla o no se va. Por eso declinó la oferta del Rey tras el 20D. Nada es, todo cambia, que diría el filósofo.