Está brumoso pero se ve lo suficiente

Jaime Miquel
Jaime Miquel LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

26 oct 2016 . Actualizado a las 08:30 h.

Cuando Rajoy explica que los hechos de la trama Gürtel se cometieron hace muchos años, desconcierta a las personas corrientes, porque todo el mundo sabe que es así como funciona la Justicia en España, despacio. Pero cuando agregan en su partido que no hay ningún militante del PP en ese juicio, la gente se siente insultada, porque los tribunales están plagados de acusados que eran dirigentes del PP cuando se cometieron los hechos de hace muchos años. Cada uno manda como manda y así el aforamiento de Rita Barberá, una señora que pasaba por la calle para los de Génova, como el tesorero de Rajoy o el vicepresidente de Aznar caídos en desgracia. Rajoy puso la mano en el fuego por estos personajes que están siendo juzgados y por muchos otros, pero no existen irregularidades en su partido. Ellos no son responsables del expolio económico y moral del que somos informados a diario por los tribunales de justicia, aunque fueran orquestados por personas que eran del PP cuando se cometieron los hechos. Esto que hacen Rajoy o De Cospedal es antididáctica o lo que no puede ser, y es lo que está muriendo porque la gente ya no se deja. Y es por esto que el PP sobresale en la actualidad porque recibe el apoyo masivo de una materia social antigua y precaria en sus capacidades que no existe en la mitad más joven del censo, que es de alta cualificación.

Con independencia de lo que diga el presidente interino, la vinculación del PP con la corrupción política es el hecho que le permitió a Pedro Sánchez construir una posición electoral sólida de cinco millones de votos en torno a su «no es no». Sin embargo, el PSOE producirá las abstenciones suficientes para facilitar la investidura de Rajoy, pero no pueden explicarlo porque la única disciplina de voto posible en ese partido es la que dice no. La abstención que plantean producirá el resultado contrario al defendido por el PSOE en los últimos meses, es un fraude y no sabemos cómo terminará la segunda votación. Por qué se han enfrentado los socialistas es otro asunto del que habría mucho que hablar, porque detrás nos encontramos con la cultura posfranquista que empapa a esa organización. Recordará el lector el rodillo de Felipe González, pues así 34 años las dos familias políticas (1982-2016) interpretando el mandato como la licencia para el caudillaje hasta el mismísimo intento con el exministro Soria. Que el PSOE tenía que terminar así lo habíamos comentado en estas páginas. Cualquier situación poselectoral sería difícil, pero ahora es peor, porque al abstenerse se partirán en dos.

El PSOE ya está quebrado, pero también el PP, porque a Rajoy lo que le espera es desgaste y a su partido descenso en las encuestas y una crisis interna formidable. El presidente interino explica a la gente que los corruptos de la Gürtel son de Aznar, pero FAES ya está en posición de ataque.