Una secta poderosa

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

26 mar 2017 . Actualizado a las 10:22 h.

Hay un aspecto sobre el que se llama poco la atención. Escudier habla de muertos de primera y muertos de segunda y da unas estadísticas que conviene replicar tras el ataque de Londres. No creo que las víctimas sean de primera y segunda. Todos son iguales. Pero lo que se llama el kilómetro sentimental, la cercanía, vamos, hace que nos sintamos más afectados, más violentados y más en peligro, si en el ataque ha caído en el portal de casa, como ha pasado con esa joven unida a Betanzos. La vemos a ella y vemos el globo y la fiesta y sufrimos más. Es humano. Es inevitable. Pero, insisto, viene bien recordar las cifras que aporta Escudier: «Solo un 2 % de las víctimas se registran en Occidente. Los datos del Índice Global de Terrorismo (GTI) referidos al 2015 son elocuentes. Cinco países -Irak, Afganistán, Nigeria, Pakistán y Siria- aportaron el 72 % de estos muertos silenciosos. Ese mismo Estado Islámico que provoca aquí tanto dolor fue responsable ese año de salvajadas en 252 ciudades diferentes, tras las que dejaron 6.141 cadáveres». Elocuente. Tan elocuente que desmonta dos teorías. Que solo suframos en Occidente y que solo ataquen a occidentales, y que nos atacan porque les atacamos. El Estado Islámico, y sus filiales del terror (Boko Haram o Al Qaida/Al Nusra) atentan también en países musulmanes. Asesinan musulmanes. No son el islam. Son la peor secta. Y muy peligrosa. Matan a los supuestos suyos. Quieren imponer su extremismo, y su violencia ataca al islam que habla de paz. Y, como decía, no atacan porque les atacamos. Ellos están en guerra. ¿El Estado Islámico dejaría las armas si no los bombardeásemos? No. Su plan es de conquista. Y de ambición. Es un ejército. Y hacen daño aquí, a esa familia de Betanzos, tan querida, y en un mercado de frutas en Pakistán, a musulmanes pacíficos. Menos xenofobia y más respuestas documentadas. La sangre es seria.