La negra provincia de Flaubert

César Casal González
César casal CORAZONADAS

OPINIÓN

04 abr 2017 . Actualizado a las 10:12 h.

Todo es provincia. Esos cuatro asideros que tenemos. Decía Álvaro Pombo que en la provincia está todo, el resumen de alegrías y sus sombras. Los desvaríos y los cadáveres en el armario. Cuatro referencias y cuatro odios. Somos repetición. Pero cada vez que estrenamos un tiempo de la vida nos creemos nuevos y no sabemos que el mundo, tan viejo, ya va por delante. Sucede una y otra vez. Llegamos siempre tarde. Las vanguardias son un retroceso, ya fueron. Pombo hablaba de Cantabria, su tierra natal, pero hablaba también de Madrid. Madrid es provincia. Como es provincia España y es provinciana y antigua la compra de Cataluña. Y Pombo, que es un escritor único, sale en algunas escenas de esa serie que se está convirtiendo de forma magistral en película sin fin y que se titula ¿Qué fue de Jorge Sanz? ¿Recuerdan aquel actor que lo fue todo en el cine español y que ha sido resucitado por David Trueba en esa genialidad de qué fue de? Ahí sale en alguna escena Álvaro Pombo, dando nivel, como cuando escribe, haciendo de millonario excéntrico. Jorge Sanz es provincia de Madrid, de España, porque es reconocible por todos. Triunfó, cayó y ahora resucita riéndose de sí mismo. El humor es el rasgo más inteligente del ser humano. Hay, en ese trabajo de David Trueba, toques de caldera de guión de Azcona, fuegos y juegos de Berlanga. España cuando se pone genial. Madrid siempre nos quiere hacer creer que la provincia, lo provinciano con patada despectiva, está fuera de la almendra, del cogollo del Foro. Me voy a provincias. Y no es así. Madrid es tan provincia como Cantabria o Andalucía, como todo. Lo aprendes con la edad. Cuatro tópicos típicos. Cuatro asideros. Cuatro familias que se llevan bien, pero que se malquieren mucho. La negra provincia de Flaubert. El loco como personaje locolizado. La pertenencia a tus defectos. La circunstancia de Ortega. ¿Es tan difícil mirarse al espejo cuando cada vez se te pone más cara de tu padre o de tu madre? Y Madrid nos vende como nuevo algo que es lo mismo o, peor, retroceso. ¿Qué hay de estreno de verdad en el actual Congreso de los Diputados? Piensen en el Congreso de 1933 o en el de 1936. Todos nos parecemos, pero los políticos son auténticos seres de repetición. Repetidores natos.