Escribiendo...

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

10 abr 2017 . Actualizado a las 07:40 h.

Ya está. No hay salida. Ya estás dentro. Te acompañamos en el sentimiento Porque a partir de ahora, estarán contigo las 24 horas del día. Sabrás toda su vida. Intentarán saber toda tu vida. Sonará la alarma a primera hora de la mañana, mientras duermes la siesta, cuando preparas un café y a la hora de la cena. No puedes librarte. No hay manera. Los hay para los primos. Los hay para los amigos. Los hay para comprar un regalo de cumpleaños. Para organizar una fiesta. Para saber de los compañeros del colegio. Por Dios, si hasta han empezado a añadir a la abuela. Ya está. No hay salida. Una vez dentro, no hay escapatoria. Jamás se usarán para lo que fueron creados. Sufrirás. Sufrirás porque la presión de grupo es insoportable. Porque no te atreverás a dejarlo dando un portazo. Y seguirás soportándolos. A todos ellos. Al que, porque sí, critica a todo el mundo. Al que solo se comunica con frases inspiradoras. Al que solo sabe enviar chistes. Y al que cuenta su vida, aunque estéis ahí para saber cuántos se apuntan al plan del fin de semana. Y a todas horas, ese sudor frío. La gota que resbala por la espalda cuando uno ve «Escribiendo...» en la pantalla. Porque aunque parecía que se había calmado, en algún momento vuelven a la carga. No. No son peores los que las familias del cole. Para nada. Todos soñamos con salir de uno. O de varios. Los grupos del Whatsapp. La penitencia de la sociedad hiperconectada.