Ropa con conciencia social y ambiental

Elena Plaza

ASTURIAS CON R

Contenedor Humana de ropa
Contenedor Humana de ropa

Asturias recicló más de 3.000 toneladas de textil en 2018. El consumo responsable y sostenible, incluyendo la segunda mano, comienza a marcar tendencia; también como arma para cambiar el actual modelo global de producción

30 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En estos tiempos donde prima todo lo rápido, también tenemos la versión fast fashion. Compramos ropa barata en cadenas casi tipo supermercado, prácticamente de usar y tirar en muchas ocasiones porque, «total, por 2 euros…». El mismo argumento que nos justifica a la hora de cambiar el fondo de armario cada dos por tres. No gastamos apenas dinero. Pero no medimos los diferentes impactos que hay detrás de este consumo insostenible. Para que en el mundo occidental nos cueste tan poco hay una serie de trabajadoras y de niños y niñas, porque fundamentalmente son mujeres y menores de edad, que cobran miserias y desarrollan su labor en condiciones de inseguridad, insalubridad e incluso esclavitud. Esta realidad entró en la actualidad informativa especialmente en 2013 con el derrumbamiento del edificio Rana Plaza, en Savar, Bangladesh, donde fallecieron unas 1.125 personas, empleadas en talleres de ropa.

Ese es parte del impacto social lejos de nuestras casas. Aquí al lado también se viven impactos sociales y económicos que pueden revertir en positivo cuando hablamos de creación de empleo de inserción social a través, en ocasiones, de empresas sociales. Pero también hay un tremendo impacto ambiental tanto en la producción de todo este textil como cuando se desecha. En España cada año nos deshacemos de un millón de toneladas de textil, de los que sólo el 10% se recoge selectivamente por un gestor autorizado para promover su reutilización o reciclado, aunque aún ahí sigue habiendo una oportunidad de recuperación, según datos de Humana. En Asturias, un 10% de lo que acaba en la bolsa negra es textil. De hecho el residuo textil es la quinta fracción que más se genera en el estado y la que presenta el porcentaje de recuperación más alto (el darle una segunda vida), por encima del 90%. Estas cifras colocan a España muy lejos del 50% que fija la UE para 2020.

La reutilización y el reciclado de textil contribuyen al ahorro de recursos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. De esta manera se reduce el depósito en vertederos e incineradoras, reduciendo las emisiones de CO2. La Comisión Europea calcula que cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de más de 3 kilos de dióxido de carbono. De ahí la importancia de la recogida selectiva, de la concienciación ciudadana y de las administraciones, que son también quien tienen que ponérselo fácil. Y los números, aunque sea poco a poco, van creciendo. De hecho en Asturias este año pasado se recuperaron más de 3.000 toneladas de textil, recogidas entre los contenedores rojos de Cáritas (más de 1.700 toneladas, a veces más de 200 al mes, con contenedores que se colapsan) y los verdes de Humana (casi 1.400). Estos modelos permiten «priorizar el componente social por encima del mercantil», como recuerda Elisabeth Molnar, directora general de Humana. El caso es que las cifras van en aumento (en el caso de Humana un 2,53% respecto a 2017) gracias a una mayor sensibilización de la población y que está demostrado que cuantas más facilidades, mejores resultados.

Tienda Koopera
Tienda Koopera

Koopera Store

Koopera Store es el nombre comercial del proyecto de Cáritas Asturias con la red de cooperativas vasca Koopera para crear tiendas solidarias y los llamados Espacios con corazón. Son locales que han sustituido a los tradicionales roperos de las parroquias y que permiten no sólo dar salida a ropa de segunda mano, sino también crear empleo de inserción para personas que lo tienen un poco más difícil. Apoyado en una parte fundamental por la mano de obra del voluntariado, que se encarga de las necesidades específicas de aquellas personas que acuden derivados de la red de atención de Cáritas, funcionan como cualquier establecimiento de moda al uso, incluido período de rebajas o tarjeta de fidelización.

La tienda de la calle Uría de Oviedo lleva funcionando más de cuatro años y en Gijón, también en Uría, un año y medio. En la más veterana han registrado un aumento del 14% de clientes frente al 9% de 2017. «La implantación es lenta, no tiene el retorno que una tienda normal, pero el modelo funciona y hemos aprendido mucho en este tiempo sobre gestión, marketing, merchandising, escaparatismo o rotación de productos. Trabajamos por encontrar el equilibrio entre gestionar un negocio, y la inserción social y la atención más digna de las necesidades de las personas que acuden a Cáritas» explica Myriam Gozalo, responsable del programa de empleo de Cáritas Asturias.

Tienda Koopera
Tienda Koopera

Cuenta con sección de mujer, hombre, infantil, puericultura e incluso un rincón de juguetes y libros. Casi toda la ropa se recibe a través de los contenedores rojos ubicados en muchos concejos del centro de la región, 145 recipientes ya en 2018; así como de los roperos que aún siguen gestionando las voluntarias de Cáritas en los municipios más alejados. En las parroquias son lugares que funcionan para crear comunidad y como punto de recogida de textil. El objetivo es ir convirtiéndolos en Espacios con corazón para dignificarlos aún más, como relata Gozalo; una transformación que se hace a través de la decoración y de elementos de apoyo como armarios o espejos.

Toda la ropa que se recoge por ambas vías es enviada a Munguía (Bizkaia), a la planta de Koopera, donde se clasifica y limpia para etiquetar y distribuir por las diferentes tiendas. Cáritas Asturias cuenta con una nave en el polígono de Silvota que actúa como almacén intermedio también con clasificación y a dónde se pueden llevar voluminosos como cunas o carricoches previa cita (esto último igual que algunas parroquias).

¿Y qué pasa con aquella ropa que, finalmente no tiene salida? En el conjunto del proceso (del contenedor, a la planta, e incluso lo que no se vende en tienda) es alrededor de un 15% y se destina al reciclado (caucho, algodón para relleno de asientos de coche o cualquiera de las mil utilidades que se le pueda dar). Y lo que no sirve para nada se incinera.

Empleo verde y cooperación

Las prendas depositadas en los contenedores de Humana tiene dos destinos: el 61% se trata en sus plantas de preparación para ser reutilizadas por la propia Fundación (el 15% se destina a sus propias tiendas de segunda mano en España y el 46% se exporta, fundamentalmente a África, para ser vendido a precios de mercado y así generar recursos para la cooperación al desarrollo) y el resto se vende a empresas de reutilización y reciclado.

Ambos modelos, sustentados en un consumo responsable y sostenido así como en la separación en origen de fracciones, favorecen la circularidad del modelo textil, la inserción sociolaboral o la inversión en proyectos tanto propios como de cooperación al desarrollo. Cada pequeño compromiso individual supone mucho en el cómputo global, sin olvidar el gran poder que tiene cada individuo como consumidor exigiendo a las empresas una mayor conciencia social y ambiental. Para ello tenemos que empezar por cada una y cada uno de nosotras.