¿Qué basura esconden los ríos asturianos?

Elena Plaza REDACCIÓN

ASTURIAS CON R

¿Somos conscientes de los desperdicios que flotan a nuestro alrededor en la playa? Cada vez son más las personas que se lanzan a la recogida de «basuraleza»

05 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Basuraleza es el término que se refiere a toda la basura acumulada en entornos naturales tales como playas, ríos o montes. Que no es poca. Quizás hoy en día sea más raro encontrar, como hace no muchos años, somieres, neveras, sofás o incluso coches. Pero lo que sigue abundando son los plásticos, del tipo que sea, y residuos de lo más inverosímiles como pueden resultar los propios vehículos. Frente a estas prácticas nada sostenibles cada vez aumenta más la conciencia ciudadana y se convierte en habitual la salida de grupos de personas para recoger la basura acumulada en estas zonas.

¿Moda? Pensemos mejor que hablamos de concienciación, de responsabilidad. En los años 90 ya existían algunas iniciativas, como las organizadas por la Federación de Escalada y Montaña del Principado de Asturias (FEMPA), en las que se salía al monte a recoger la basura que se pudiera encontrar. Eran pequeñas acciones sin más organización.

Hoy en día está más sistematizado, incardinado en programas como los de ciencia ciudadana del Proyecto Libera de Ecoembes y SEO/BirdLife, en el que también colabora Asturias a través de Cogersa. En estos programas toda la basura recogida se cuantifica y se investiga, y sabemos, por ejemplo, que para 2050 habrá más plásticos en el mar que peces si se sigue generando y tirando a este ritmo. De hecho el Proyecto Libera tiene una amplia actividad, con una acción masiva programada a nivel estatal para el próximo 15 de junio.

Heber Arenas, el pionero

También hay iniciativas anteriores, silenciosas y solidarias, como las que viene practicando Heber Arenas desde 2009. Podría decirse que a este nivel es un pionero, junto con la Asociación de Pesca El Banzao de Tineo y las limpiezas de ríos.

Miembro de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial (RAAPF), Arenas comenzó limpiando por mejorar el hábitat de truchas o anguilas, hasta que pasó a pasó a convertirlo en una práctica habitual. «De vez en cuando recogía residuos, pero hubo un momento que se veían tantos plásticos, metales, ruedas… que empecé a limpiar el río», recuerda. El primero fue el Linares, en Villaviciosa, «sacando todos los residuos contaminantes del lecho del río, las márgenes y las zonas cercanas yo solo. Poco a poco se fue incorporando algún amigo». Y así fue subiendo río arriba desde puente Huetes, unos siete kilómetros aproximadamente, junto con los afluentes, como el Valdediós hasta la unión con el río Rozaes. Cuenta que en ocasiones se le sumaron las vecinas y algunos vecinos.

Toda esta labor la realizaba «a título personal, contactando con gente, pero voy mucho más por libre. Otras veces organizo una al año. En los últimos cinco o seis años habré organizado unas veinticinco o treinta jornadas de limpieza de residuos». Sumando el río Linares y los afluentes, también el Valdebárcena y el Coru, calcula que habrá sacado «960 sacos de los grandes de comunidad de residuos llenos a todo lo que da».

Con la RAAPF se organizan todos los años tres salidas: río Pigüeña (Belmonte de Miranda), río Fuensanta (Nava), donde afirma que hay muchos residuos en la zona alta, y el río Purón (Llanes). Arenas también ha recorrido el Nalón, Nora, Caudal, Libardón o Colunga, donde afirma que «la acumulación de residuos es bestial».

Todo ese residuo recolectado lo deposita en vías accesibles para los operarios del ayuntamiento, que lo recogen y se encargan de llevarlo para que se gestione en Cogersa. «Me encanta ir al río a fotografiar, observar… y ves lo que hay. Un río desde fuera parece limpio, y cuando lo andas desde dentro ves la cantidad de residuos que hay», relata.

Trabajo para concienciar

Uno de las últimas iniciativas llevadas a cabo es la promovida por la Clínica Dental Montes Noval de Oviedo y el estudio de arquitectura y diseño gráfico Volumínica. El objetivo que persiguen es crear una clínica lo más sostenible posible y entre las diferentes acciones que llevan a cabo para concienciar a la población fue organizar una recogida de residuos en la playa de San Pedro de la Ribera, en Soto de Luiña (Cudillero). Allí reunieron a un centenar de personas, junto con otros ocasionales que se acabaron sumando a la acción «Mi granito de arena». De hecho este era el lema que llevaba impreso cada bolsa de tela que entregaron a los participantes.

Comenta el doctor Leo Perrone que «es una playa bastante limpia y cuidada por los vecinos, con bandera azul. Pero aún así sacamos cinco bolsas de las grandes de comunidad de basura. Y sobre todo colillas y bolsas de plástico». Precisamente ahora que la prohibición de fumar en las playas ha desatado la polémica: aparte de la salud, las colillas, igual que los microplásticos, pueden ser ingeridos tanto por aves como por animales marinos.

Para visibilizar más la acción la basura recogida será clasificada y metida en tubos de ensayo con los que crearán un nuevo escaparate en su clínica, a cargo de Volumínica. En la actualidad este escaparate está decorado con cepillos de dientes de bambú, iguales a los que se entrega a cada uno de sus clientes para trabajar más la concienciación, una de las carencias que observa en la sociedad. «Hay gente muy entregada y concienciada, pero de todas maneras hay una falta de información brutal», afirma Perrone.

Todo suma

«Cuanto más se haga entre todos, mejor», afirma Arenas, que echa en falta más apoyo institucional: «Sería muy bueno que desde los ayuntamientos y el resto de administraciones se organizasen periódicamente este tipo de actuaciones en todos los concejos». Señala que la mayoría de residuos que se sacan «llevan muchos años allí, de cuando no había contenedores o había pocos y la gente tiraba al río o a los vertederos ilegales. Cuanto más se colabore mejor, porque queda muchísimo por sacar».

A pesar de todo el trabajo que queda por hacer, reconoce que se ha avanzado positivamente entre los diferentes colectivos y particulares implicados y por el plan de Cogersa. Y recuerda que los ríos arrastran toda la basura, allí es donde se concentran más residuos, ya que a ellos va a parar lo que hay en las cunetas y alrededores, hasta llegar a los mares.

Este puede ser un buen momento para aportar otro granito de arena ya sea para esa jornada del 15 de junio o para cualquier otra, que trabajo queda por hacer. ¿Cuál sería el kit básico para la recogida? Unos guantes, una bolsa, rastrillo y colador para remover y recoger los microplásticos. Y por supuesto no depositarlo en cualquier sitio.