«La crisis del PP complica cualquier tipo de compromiso para el futuro de Avilés»

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Mariví Monteserín
Mariví Monteserín

La alcaldesa de Avilés ironiza con la necesidad de un «izquierdómetro» en el ayuntamiento.  «Me someto a él y me veo más a la izquierda que algunas cosas que me plantean», afirma

03 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariví Monteserín ha superado una cuestión de confianza y, aunque no pensara que iba a ser así, cuenta con presupuesto propio para 2017. Gobernar en minoría le obliga a pactar con la oposición, algo que no siempre resulta fácil. Aunque el PP se ha convertido en su aliado más habitual asegura que su crisis dificulta las conversaciones. A los grupos de izquierda los acusa de inmovilistas y bromea con la necesidad de un «izquierdómetro» en el ayuntamiento para medir cuán de izquierdas son sus propuestas.

-Acaba de superar su primera cuestión de confianza y se ha aprobado el presupuesto para 2017, ¿esperaba conseguirlo de esta manera tan peculiar?

-Para nada. Esperaba que el presupuesto fuera fruto de una negociación y al ver que la situación interna del PP nos llevaba a no tener apoyos entré en el pleno pensando que no iba a tener presupuesto e iba a una cuestión de confianza con todo el proceso.

-Desde el PP dicen que fue un error haberle dado esa confianza.

-Cometieron una concatenación de errores y el final fue eso, pero yo no soy responsable.

-¿Cómo fueron las negociaciones con ellos? Porque parece que hubo una con los concejales y otra con la dirección local de los populares.

-Las negociaciones son entre el concejal responsable, Raquel Ruiz, y el portavoz, pero también hay conversaciones con los partidos, sobre todo cuando es un presupuesto. Que haya conversaciones no quiere decir que suplan las negociaciones, pero la situación interna del PP hace que haya suspicacias, en este caso más marcadas por parte del portavoz y eso ha distorsionado la negociación. Él estaba más posicionado en el no que en la opinión del PP, que está en un proceso de sacar adelante las instituciones, como ocurrió en Gijón, en el Principado o en otros sitios. Había una situación poco razonada por parte del portavoz, de situarse en un lugar fuera de la coyuntura política. Yo tengo un secretario general y él una presidenta, pero yo no tengo suspicacias con mi secretario general.

-¿Han influido los acuerdos previos entre PP y PSOE en Madrid y en el Principado?

-No lo sé, pero todos tenemos que resituarnos en una nueva situación política en que han entrado otros actores y ya no hay mayorías. Tenemos que decidir si somos capaces de llegar a acuerdos o paralizamos las instituciones. Los acuerdos no es tanto con quién, sino qué acordamos y para qué. Es lo que creo que quieren los ciudadanos.Y a eso estamos obligados los que gobernamos en minoría y los que están en la posición. Algunos no van a llegar nunca a este planteamiento y otros estamos en ese proceso. Parece que es más fácil con los que saben qué es la responsabilidad de gobernar, como el PP, que con otros que han estado atechados y más cómodos en la oposición. Eso es lo que confluye el PP con el PSOE.

-De igual manera el PSOE acaba siendo el gran beneficiado de la crisis del PP de Avilés.

-El gobierno ha conseguido superar la cuestión de confianza. Eso no nos oculta las dificultades de un gobierno en minoría y su crisis complica cualquier tipo de negociación, de compromiso para el futuro de la ciudad, que es lo que queremos: un acuerdo para resolver los retos de Avilés en cosas fundamentales como la actividad económica, la política social, el reto demográfico, el desarrollo del talento...Los tenemos muy definidos y queremos compartirlos.

-¿Con el PP?

-Con todos aquellos que se aproximen a esos retos y aporten cosas a esos planteamientos. Me encantaría que lo hiciera la izquierda, pero la izquierda en este ayuntamiento niega a la izquierda.

-La izquierda acusa al gobierno de alinearse con la derecha.

-En este momento no es con quién, es el qué y para qué. Y este ayuntamiento en políticas de izquierdas en ámbito social y económico es modelo y referente. Tan es así que la izquierda no ha podido aportar ninguna propuesta que sea realmente novedosa en ese aspecto, porque no las tienen.

-¿Cómo están siendo las relaciones con los grupos de la oposición, especialmente con los de izquierda?

-Son relaciones raras. Tenemos una izquierda muy inmovilista, de etiqueta. Necesitamos un izquierdómetro, porque me someto a él y me veo más a la izquierda que algunas cosas que me plantean. El inmovilismo se fija sobre todo en esa cuestión de hacer propuestas al instrumento administrativo y los instrumentos no tienen ideología, tienen que funcionar. Si quieres prestar un buen servicio del agua y se te ocurre un buen instrumento como la empresa mixta, en la que además tienes toda la capacidad de intervención, funciona bien y responde al interés general, por qué estás todo el rato cuestionándolo. No es un problema. Lo sería si se hiciera mal el servicio, si estuviera en manos de un especulador que pudiera subir los precios.

-En esta tesitura parece que siempre es el PP el que les queda para sacar adelante proyectos.

-El PP a veces se pone en el lugar para compartir objetivos y acordar, pero la situación del PP es delicada.

-Uno de los momentos más polémicos de este año en el ayuntamiento ha sido descubrir los pagos irregulares a Festejos, ¿qué van a hacer para que no se repita?

-Las personas cometen errores, pueden equivocarse, forma parte de la vida. Una vez detectados esos errores se trata de corregirlos. Festejos trabajaba con muy pocos medios técnicos, personales y económicos. Pues una de las cosas es corregirlo. El control sobre algunas de las partidas como gastos a justificar se va a implementar. El dinero se ejecutó en gastos relacionados con Festejos, no en otra cosa.

-¿Cree que les ha debilitado este caso?

-No me siento debilitada, sí es verdad que no me gusta que se cometan errores, pero a veces es difícil conseguir porque la administración es muy compleja, tomamos muchísimas decisiones todos los días. Me hubiera gustado que no hubiera pasado.

-¿Cómo les afecta la negativa de la oposición a no aprobar los reconocimientos extrajudiciales de crédito con acusaciones de cometer irregularidades?

-Eso es absolutamente falso. Hay una posición muy obstruccionista de Somos, siempre recurriendo al Contencioso o a Fiscalía, una posición política que ni entiendo ni comparto. Nos comprometimos a reducir los reconocimientos y lo estamos logrando. Creo que llegaremos a una práctica absolutamente normal y con el control de Intervención, que es quien tiene que vigilarlo. No hay, ni ha habido prácticas corruptas.

-Polémica ha sido también la comisión de investigación del agua, ¿cuándo se convocará?

- Estamos en el punto de terminar los informes y a principios de año veremos cómo abordar el tema, se iniciará la comisión entonces.

-El parque tecnológico Isla de la Innovación, el plan del casco histórico casi aprobado, los fondos DUSI... ¿cómo espera que sea 2017 para Avilés?

-Creo que va a ser un año productivo y en que se despejen cuestiones importantes para el futuro de la ciudad, como las infraestructuras, la eliminación de la barrera ferroviaria...