Jonathan nació a la puerta de comisaría

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Agentes de la Policía Nacional de Avilés, con la madre a la que ayudaron a dar a luz tras sufrir un accidente.Agentes de la Policía Nacional de Avilés, con la madre a la que ayudaron a dar a luz tras sufrir un accidente
Agentes de la Policía Nacional de Avilés, con la madre a la que ayudaron a dar a luz tras sufrir un accidente

Dos policías asisten el parto de una avilesina que sufrió un accidente de tráfico ante el cuartel cuando un vecino la llevaba al hospital

17 feb 2017 . Actualizado a las 17:10 h.

Jonathan tiene una anécdota para contar cada vez que pase por delante de la comisaría de Policía Nacional de Avilés. «Ahí nací yo», podrá decir y a buen seguro que es de los pocos que puede realizar tal afirmación. Con apenas unas horas de vida este avilesino se ha convertido en el bebé más famoso de la ciudad porque sus ganas por venir al mundo, y un accidente de tráfico fortuito, hicieron que a su madre no le diera tiempo a llegar al hospital San Agustín. La avilesina fue asistida por dos policías que estaban trabajando en ese momento y apenas tuvieron que salir a la puerta de comisaría para atender el parto.

Eran poco antes de las 9 de la mañana cuando Antonio García, que estaba en la garita de acceso a comisaría en labores de seguridad, escuchó un golpe. Al asomarse vio que dos vehículos habían colisionado y al acercarse a interesarse por si podía ayudar se encontró que su ayuda iba a ser un tanto diferente a lo que pudiera pensar. «Me encontré a un conductor que pedía una ambulancia porque llevaba a una mujer que no aguantaba, que se iba a poner de parto», explica. Además de llamar a esa ambulancia para que asistiera pidió el apoyo de una compañera del interior de comisaría, que al salir al lugar del accidente se encontró que la mujer «me decía que ya venía, que notaba que empujaba. Miré una vez y no vi nada, y a la segunda vez ya vi que asomaba la cabeza», explica Gloria Rodríguez. Ellos dos fueron los dos policías que asistieron el parto de Jonathan que apenas duró unos minutos. A la ambulancia, la que ofrece una asistencia inicial, le dio tiempo a llegar y fue un sanitario el que extrajo al bebé. Para cuando llegó la segunda ambulancia el bebé ya estaba en brazos de su madre y sólo quedaba cortar el cordón umbilical. Ambos fueron trasladados al hospital San Agustín, donde corroboraron que se encontraban en perfecto estado y ahora descansan de su aventura.

El parto de Jonathan fue excesivamente rápido. Un vecino era el que acompañaba a su madre al hospital, porque el padre de la criatura había ido a llevar a su hermana mayor al colegio. El hombre, nervioso por la inminente llegada del bebé, reconoció a los agentes que había pisado un poco el pedal del acelerador y por eso a la altura de la comisaría colisionó contra otro vehículo. Fue un golpe de poca importancia, no supuso heridos y podría haberse solventado en unos minutos con el intercambio de datos. Si no fuera por las ganas que tenía Jonathan de llegar al mundo. La Policía Local tuvo que acudir hasta la calle río San Martín para regular el tráfico mientras la mujer parturienta daba a luz en el propio coche en que la trasladaba un vecino. «Fue todo rapidísimo. Mi compañero colocó algo de ropa y nos preocupábamos por impedir que si el niño salía de golpe pudiera caer», explica García. La madre tuvo que improvisar un potro de partos entre el asiento del vehículo y la acera. Fueron momentos de nervios y tensión en que los implicados actuaron como pudieron y se felicitaron porque todo hubiera salido bien y Jonathan llegara al mundo sin ninguna complicación. Horas después cuando los agentes visitaron a la madre y el bebé en Avilés recordaban lo ocurrido.

Segunda vez que asiste un parto

Antonio García reconocía que había pasado «algo de nervios al principio», pero que quedaron compensados porque «todo salió bien». Lleva ocho años destinado a la comisaría de Avilés y reconoce que es la primera vez que vive algo así, pero que ya pasó por una experiencia similar. «Ya me encontré con otro parto, en Canarias, pero esa vez la ambulancia llegó a tiempo», explica. Para Gloria Rodríguez, que lleva un año más que él trabajando en la sede de río San Martín, ha sido un estreno por todo lo alto en esto de traer bebés ajenos al mundo. «Ha sido la mejor experiencia», asegura. Los dos se han convertido en los héroes de la comisaría avilesina y bromean con la posibilidad de que se cree una unidad de partos en la comisaría de Avilés.