La venta olvidada de Alcoa

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Trabajadores concentrados delante de la planta de Alcoa en Avilés..Trabajadores concentrados delante de la planta de Alcoa en Avilés.
Trabajadores concentrados delante de la planta de Alcoa en Avilés.

Diez meses después de que la aluminera reconociese estar dispuesta a deshacerse de las plantas españolas no ha habido ningún movimiento

27 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cosas en Alcoa están igual que hace un año o que hace dos. El trabajo en la planta avilesina se desarrolla con toda normalidad, como si no hubiera posibilidades de un cambio importante en un futuro corto. Y eso que hace diez meses fue cuando la aluminera reconoció estar dispuesta a deshacerse de las instalaciones españolas (junto a la asturiana aún conserva otras dos en Galicia) o a permitir la entrada de otro capital. Pero se ha quedado en eso, en un anuncio que, aunque en un primer momento suscitó algún que otro rumor, no ha sido más que una declaración. Parece ser que no le han salido los compradores o que no se ha llegado a plantear una propuesta lo suficientemente seria como para aventurar un cambio. Fuentes de la empresa reconocen que están «sin novedad» y eso hace que se respire tranquilidad en las instalaciones, donde la posibilidad de una venta les suena a algo muy lejano en el tiempo. Casi un año más tarde de saber que era posible, no se habla del tema.

En el mismo sentido apuntan desde el comité de empresa de las instalaciones avilesinas, donde reconocen que no se dice nada de la posible venta desde hace mucho tiempo. El pasado verano fue cuando surgieron rumores de que la operación podía formalizarse a principios de otoño, pero se quedó en eso, en nada más que rumores. De nuevo. Y ahora ni siquiera existen esas habladurías, sino que sigue la actividad como si nunca hubiera existido la posibilidad de que Alcoa dejara de ser Alcoa. La multinacional reconoce que está abierta a todas las posibilidades que se planteen a la hora de cambiar la propiedad de las plantas españolas pero de momento ninguna ha cuajado o no se han recibido ofertas, porque no da más información. Algo de lo que tampoco se tuvo conocimiento nunca más allá de, nuevamente, rumores que apuntaban a que Atlas Holding, que ya se había hecho con las plantas que tuvo anteriormente Alcoa en España y de las que de deshizo, podría estar detrás de las de Asturias, Coruña y San Ciprián.

Negociación del convenio colectivo

De momento parece ser que esa idea no cuajó y las plantas de Alcoa trabajan con normalidad. De hecho en lo que están centrados en Maqua ahora mismo trabajadores y empresa es en la negociación del convenio colectivo, que aún no ha empezado. Los representantes sindicales constituyeron la plataforma de negociación días atrás y ahora están a la espera de que la propia empresa los llame para empezar las conversaciones sobre las condiciones laborales que imperarán en los próximos años, durante un tiempo que aún no se ha definido siquiera. Así lo ha explicado el presidente del comité de empresa de Alcoa Avilés, Daniel Cuartas.   

Y mientras en las instalaciones avilesinas de Alcoa se mantiene una tranquilidad aparente los trabajadores empiezan a pensar en una preocupación que se repite año tras año y que no creen que en esta ocasión vaya a ser diferente: la tarifa eléctrica y cómo conseguir un precio que les permita ser competitivos. Los bloques comprados en la última subasta tienen como fecha de caducidad el próximo 31 de diciembre y a nueve meses vista no tienen conocimiento de que pueda haber ningún tipo de variación respecto a la subasta de los últimos años, modelo que, precisamente a las fábricas asturianas no acaba de convencer. «Del tema energético tampoco se sabe nada», lamenta José Manuel Gómez de la Uz, de CC OO en Alcoa. Los trabajadores temen que el asunto se deje para el último momento, como ha ocurrido en los últimos años, lo que significaría que tampoco habría lugar a intermediar y pedir cambios al gobierno nacional respecto a un modelo que no gustan. Piden que, al menos, tenga una temporalidad mayor a la de un año para evitar repetir tensiones cada doce meses. Alcoa es una de las que más se juega en la subasta de ininterrumpibilidad puesto que su tarifa de la luz supone el 60% de sus gastos y el hecho de no conseguir unas condiciones ventajosas condiciona su futuro. Las de la última puja sí lo fueron y eso ha dado cierta tranquilidad en las plantas.

Desde Avilés se tiene la sensación de que la aluminera se encuentra en estos momentos más pendiente del proceso de reestructuración al que se está sometiendo a nivel nacional al haber dividido su negocio en dos marcas diferenciadas. Hace cinco meses que se formalizaba esa escisión que, de momento, no ha afectado a las plantas españolas de ningún modo. La operación se explica desde el punto de vista financiero, concretamente bursátil y supone que haya un negocio centrado en el aluminio primario y otras materias, en que ubican las instalaciones nacionales; y otro dedicado en exclusiva a productos de alto valor añadido acabados y enfocados a las industrias automovilística y aeroespacial.