Arcelor presume de seguridad tras el escape

Noelia Rodríguez REDACCIÓN

AVILÉS

Noelia Rodríguez

Una docena de personas participan en uno de los 40 simulacros que la multinacional realiza cada año en sus instalaciones

28 abr 2017 . Actualizado a las 14:25 h.

Tras un incidente no hay nada mejor que mostrar el potencial que se tiene. Y eso es lo que ha hecho ArcelorMittal. Tras el escape de trióxido de azufre que generó una nube tóxica que causó irritaciones y molestias a los avilesinos éste viernes ha presumido de medidas de seguridad con un simulacro espectacular, por la cantidad de personas implicadas y la vistosidad del caso. Eso sí, no se trató de un accidente tóxico, sino de un incendio y el rescate de un herido en un tejado. El simulacro estaba previsto desde hace semanas, según confirman fuentes de Arcelor, con motivo del Día de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Al igual que la presencia del consejero de Presidencia, quien canceló su asistencia alegando una reunión de urgencia. El Principado estuvo representado por el director de Trabajo (de los Ayuntamientos de Avilés y Corvera no había nadie), quien aseguró que en lo que a su departamento compete, material laboral y siniestralidad, «Arcelor es una empresa cumplidora», al tiempo que ha reconocido que se le han abierto varios expedientes. «Con estas dimensiones y la actividad que realiza no tenerlos es prácticamente imposible, es como si una empresa de camiones no tuviera multas de tráfico», apuntó.

En términos similares se expresaba el responsable de seguridad industrial de Arcelor, Fernando Rey, que apuntaba que en la multinacional «son muy exigentes» en cuestiones de seguridad. La empresa realiza 40 simulacros al año, en diversos departamentos e instalaciones. En este caso, además, se hacía con la colaboración de los bomberos del 112, llegando a participar una veintena de personas. El objetivo era poner a prueba la coordinación de los dos servicios. Algo que, según apunta, también hicieron cuando se produjo el escape de trióxido de azufre el pasado lunes. Señaló que era el servicio de emergencias del Principado el encargado de activar o no el protocolo, algo que decidió no hacer, aunque existió coordinación entre Policía Local, bomberos, técnicos de la consejería de Medio Ambiente y personal de la siderúrgica. Rey respalda la decisión: «no creo que se justificase el plan». Alude a que no hubo heridos en las instalaciones de Baterías de Coque donde se produjo el escape, ni tampoco hubo un riesgo para la población. De hecho las urgencias sanitarias de Avilés sólo atendieron a cinco personas tras el escape, todas ellas con problemas respiratorios previos, y ninguno requirió ingreso. La gente se quejaba de irritación en ojos y boca, incluso en la piel tras haber entrado en contacto con la nube tóxica. Rey aseguró que si los trabajadores de Baterías, que no tuvieron ninguna afección, hubieran presentado algún tipo de síntoma serían los mismos, puesto que el trióxido de azufre no es nocivo.

 «Una fuga de 10 minutos no es demasiado»

«Fue un fallo puramente mecánico que generó un vertido no controlado y una vez que hay la fuga no hay nada que hacer», explica Rey que defiende que actuaron con rapidez. «Una fuga de 10 minutos en el volumen de esta empresa no es demasiado», declara. Y apunta a que se enteraron de cómo había afectado a la población avilesina por el aviso del 112, puesto que en función del viento el escape puede ir hacia un lugar u otro. Insiste, al igual que viene haciendo la empresa y las autoridades desde el lunes, que hacía muchos años que no se producía una nube tóxica como ésta. «Hablando con un compañero que lleva aquí 32 años me dice que en Avilés nunca había pasado, no veían que pudiera suceder», indica. Tras el simulacro de este lunes ArcelorMittal celebró un acto protocolario en que volvió a presumir de seguridad, aunque en este caso en un acto privado, premiando a las instalaciones que acumulan más tiempo sin accidentes laborales, así como a las empresas auxiliares que trabajan en sus plantas.

Aún así lo ocurrido el lunes aún colea y ha servido para crear preocupación en la ciudadanía por la contaminación derivada de la industria y para que la propia fiscalía haya decidido estudiar qué ha pasado. La empresa asegura que se trata de un problema coyuntural y el Principado ya ha anunciado un expediente sancionador una vez se esclarezca lo que ha ocurrido. Se trata del expediente número 20 que la administración regional le abre desde 2015 por motivos medioambientales. La mayor parte de ellos están relacionados con el vertido de aguas contaminantes, no por escapes de gas como el del lunes.