Cuando la emergencia es mantener tu casa

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

XOAN CARLOS GIL

La mitad de los beneficiarios de ayudas de urgencia no pueden hacer frente a los gastos de la vivienda. Casi 500 familias de Avilés recibieron dinero para pagar la comunidad, muebles o electrodomésticos y cerca de 700 para combatir la pobreza energética

27 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación de pobreza extrema ha desaparecido pero los sueldos son mucho menores a años atrás, lo que ha derivado en que las ayudas económicas que se conceden desde servicios sociales son más que hace unos años, pero también se dirigen a otras cosas diferentes. Es la realidad que se percibe en los servicios sociales de Avilés. Hace un tiempo no se pensaba en tener que ayudar a alguien a pagar el recibo de la luz o la compra de una nevera porque se ha estropeado la que tenía. El año pasado la mitad de las ayudas de emergencia que se dieron fueron destinadas al mantenimiento de la vivienda, cuestiones tales como suministros, pago del recibo de la comunidad o cobro de electrodomésticos o mobiliario básico para el hogar. Fueron 484 las familias que contaron con ese tipo de ayuda por parte de la administración local y que supone más de la mitad de perceptores de ayudas de emergencia, que ascendió a 879.

El área de promoción social del consistorio ha trabajado en los últimos años a fin de normalizar al máximo las ayudas y que no formen parte de un proceso de urgencia, que no se tenga que llegar a una situación de emergencia para pedirlas. Sin embargo las que tienen que ver con el mantenimiento de la vivienda han aumentado considerablemente en los últimos ejercicios. En 2014 llegaban a 77 familias y el pasado año a casi 500. A este tenor también ha crecido la cantidad de dinero destinado a las mismas en partidas anuales. En 2011 no llegaba a los 10.000 euros y seis años después se sitúa cerca de los 130.000 euros. No es la cuantía de ayudas de emergencia más elevada, puesto que ese lugar lo ocupa el pago de alquiler o de hipoteca, con más de 235.000 euros concedidos a 226 familias durante el año pasado -sin contar las que se tramitaron a través de la Fundación San Martín puesto que en total supera el millón de euros. Se da la circunstancia que aunque se dieron 879 ayudas de urgencia en 2016  el número de familias beneficiarias es menor, puesto que una misma unidad puede llegar optar a varias de ellas.

Las ayudas de mantenimiento de la vivienda son las más demandadas entre las familias avilesinas y esto muestra que poder hacer frente a los gastos del día a día es difícil para muchas de ellas, sobre todo cuando viene algún gasto sobrevenido como puede ser una lavadora que se estropea y hay que renovar o una cama que se rompe y hay que cambiar. Además del casi medio centenar de estas prestaciones de urgencia hay otras que tienen que ver con el hogar como son las destinadas a hacer frente a la pobreza energética. Servicios Sociales repartió 177.000 euros a 664 familias para poder pagar los recibos del agua, de la luz o del gas. Es destacable también como más de un centenar de familias tuvieron que pedir auxilio al consistorio para hacer frente a la cobertura de necesidades básicas de manera urgente durante el año pasado. A ello hay que sumar los 2.300 perceptores del salario social que hay en Avilés. Dos de cada tres son mujeres que suponen el principal sustento de la familia unifamiliar.

El pago de un entierro o una tasa escolar

Estas son las ayudas más generalizadas que se conceden desde el área de servicios sociales, pero no son las únicas. Hay quien necesita un alejamiento temporal de forma inminente, ropa e incluso costear un entierro, algo que se da especialmente entre las personas sin hogar que no tienen quien se haga cargo de ellos y acaba haciéndolo el ayuntamiento. «La gente puede pedirlas porque haya una circunstancia en un momento determinado que les supera y no pueden hacerle frente económicamente», explica la concejal de Servicios Sociales, Yolanda Alonso. Y pone como ejemplo lo que ocurre de estos días en muchas casas: «los alumnos que acaban segundo de Bachillerato tienen que pagar 190 euros para conseguir el título y es algo a lo que una familia mileurista o que cobra el salario social puede no poder hacer frente». Para dar a conocer al mayor número de personas las prestaciones a las que se puede acceder el Ayuntamiento ha aprobado una ordenanza que regula su gestión. «Es un compromiso de ser más transparentes con la ciudadanía», apunta Alonso, que señala que también es una forma de gestionar más rápido la concesión de las ayudas de emergencia a los concesionarios.