Las monjas Carmelitas reabren Valdediós cuatro años después

Efe REDACCIÓN

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La comunidad, de 32 religiosas, desdoblará su actividad entre Valladolid y Villaviciosa

30 jun 2016 . Actualizado a las 19:53 h.

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha presentado a la nueva comunidad religiosa, la de las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús, que vivirá en el Monasterio de Valdediós, en Villaviciosa. Las monjas se instalarán a partir de este verano, cuatro años después de que lo dejara la orden de los hermanos de San Juan. Se trata de una comunidad de 32 religiosas, la mayor parte españolas, aunque también hay presencia de latinoamericanas, que hasta el momento se encontraban en Valladolid. A partir de ahora, la comunidad se desdoblará para desarrollar su vida religiosa en su convento pucelano y en Valdediós.Trece religiosas vivirán de forma continua en el monasterio asturiano aunque es probable que, en los momentos de mayor afluencia de peregrinos, acudan algunas más para reforzar el trabajo.

El prelado ovetense ha recordado que poco después de su nombramiento los hermanos de San Juan le notificaron que la índole de su vocación no se correspondía con un monasterio «y que el camino monástico no era el de ellos y Valdediós se quedó sin moradores, nuevamente». Durante estos cuatro años, Valdediós ha seguido recibiendo visitas y ha continuado funcionando el albergue de peregrinos en su «bellísimo cuerpo» al que, según Sanz Montes, «le faltaba el alma» que ahora retoma con la presencia de las carmelitas.

«Éste es un lugar paradisíaco, pero no se trata de un museo. Por eso no hemos traído a gente que gestione un museo, sino a gente que ponga vida y alma en este lugar», ha afirmado el arzobispo que se puso en contacto hasta con doce congregaciones para ver si era posible que acudieran a habitar Valdediós. Por su parte, la superiora de la Comunidad, la Madre Olga Santamaría, ha señalado que «no es un capricho» estar en Valdediós, del que esperan hacer «un hogar peculiar con unas características propias, en una tierra que no es la nuestra, aunque esperamos que pronto haya Carmelitas samaritanas asturianas».