Pulgar buscará «consenso» con las diferentes sensibilidades para dar «estabilidad institucional» al Montepío

CARMEN LIEDO OVIEDO

CUENCAS

Asamblea del Montepío
Asamblea del Montepío

El 78% de los mutualistas respaldan su continuidad al frente de la entidad

30 may 2017 . Actualizado a las 11:55 h.

La Asamblea del Montepío de la Minería ha sido, finalmente, un trámite en el que Juan José González Pulgar ha sido reelegido como presidente de la entidad con un 78,38% de los votos, mientras que la candidatura del sector crítico de CCOO, encabezada por Alberto Rubio, obtuvo un 21,62%. Sin embargo, el hecho de que a este cónclave se presentara por primera vez una candidatura alternativa ha llevado al máximo responsable de la entidad a pensar «en clave de futuro» y ha manifestado que a partir del lunes de la próxima semana iniciará una ronda de reuniones para buscar «la estabilidad institucional» del Montepío dando entrada a todas las sensibilidades en las diferentes comisiones y llegando a acuerdos «por consenso».

El resultado obtenido ayer por Pulgar fue en consonancia con el apoyo recibido por el mismo hace dos semanas de parte de los trabajadores del grupo empresarial, ya que entonces el 75% de la plantilla firmaba una carta en la que se pedía su continuidad. Además, en la Asamblea, para la que estaban acreditados 271 mutualistas y que se celebró en el salón de actos del Centro Cultural Liberbank de Oviedo, se aprobaba el balance de gestión realizado por el presidente con 180 votos a favor, 35 en contra y 16 abstenciones; así como el presupuesto del Montepío para este 2016, que asciende a 447.000 euros.

Al finalizar, Juan José González Pulgar señaló respecto a la Asamblea que había sido «un experiencia interesante» en tanto que «no se recuerda otra con tanta participación, exposición de ideas, propuestas y planteamiento de puntos de vista diferentes» aunque el resultado fue «un reconocimiento mayoritario y contundente». No obstante, el presidente del Montepío señaló al terminar el cónclave que piensa «en clave de futuro» y anunció que «a partir del lunes tendré los primeros encuentros» para reorganizar las comisiones de trabajo del Montepío. En este sentido, Pulgar manifestó su compromiso de hacer «un esfuerzo de integración» para «dar entrada a las diferentes sensibilidades» que pueda haber en la entidad «y abordar el Montepío del siglo XXI». Así, habló de «un documento de consenso» para hacer una transformación «a unos estatutos modernos».

El presidente del grupo pretende que «todos los temas del Montepío» salgan adelante «por consenso» y, por ello, citará a los presidentes de las diferentes Juntas Locales o de Zona para proponerles «que tengan participación de manera presencial en todas las comisiones de trabajo».

«Nosotros tenemos una visión y hay quien tiene otra, por lo tanto, hay que encontrar el punto de equilibrio, y esa será nuestra apuesta de futuro teniendo una base muy sólida», declaró Juan José González Pulgar. Además, el mismo cree que su propuesta «va a tener una buena acogida» teniendo en cuenta las opiniones que ya le han trasladado desde algunas Juntas Locales del Montepío.

Por su parte, el exsecretario general de CC OO de Asturias, Alberto Rubio, que presentó una candidatura alternativa, comentó respecto a la Asamblea que con ella habían abierto «una puerta importante de reflexión y crítica» porque «decimos verdades como puños». Rubio señaló que al conclave llegaron «con desconfianza absoluta» después de que se acordara reformar los estatutos en esta Asamblea y se incumpliera. «Tuvieron la oportunidad de llegar a una Asamblea tranquila, y ahora no entiendo qué papel de colaboración podemos jugar si estamos fuera de la Comisión Regional», apostilló el ex secretario de CCOO, quien aseguró que «nosotros vamos a seguir y regresaremos como mutualistas».

Rubio advirtió también al recién reelegido presidente del Montepío de la Minería que corre el riesgo de que «te la vuelvan a liar» en tu propia casa y concluyó que «el Montepío no puede ser refugio de nadie». «Creemos en un Montepío que quiere, debe y puede mirar al futuro sin anclar su presente a un despropósito democrático y a una aberración sindical usando el Montepio como una trinchera en una guerra de supervivencia», sentenció el ex secretario General de CCOO.