«He conocido la deslealtad total y la falta de escrúpulos de emplear cualquier tipo de argucia para llegar al poder»

Carmen Liedo MOREDA

CUENCAS

David Moreno, alcalde de Aller.David Moreno, alcalde de Aller
David Moreno, alcalde de Aller

El alcalde de Aller, que gobierna en minoría, presume de tener «una gran coalición» con el movimiento asociativo del concejo, con quien decide las inversiones y las actuaciones ha realizar en cada momento

21 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

David Moreno Bobela (Caborana-1976) es el alcalde de Aller desde 2011, un alcalde que trata de trasladar cercanía a sus vecinos como lo hiciera su antecesor en el cargo, aunque con poco más se ha quedado de la forma de gobernar de Gabriel Pérez Villalta. Si hay algo que no delega el primer edil allerano son los problemas y asegura que siempre está «donde los haya». Gobierna en minoría, pero afirma que no echa de menos una mayoría absoluta porque presume de tener «una gran alianza» con el movimiento asociativo del concejo, con quienes decide qué inversiones y dónde se deben hacer en cada momento, y eso con las estrecheces económicas por las que pasa el Ayuntamiento tras ver reducido su presupuesto en dos millones de euros con el cierre del grifo de los fondos mineros. Pero David Moreno cree a pies juntillas en el potencial turístico del concejo, un sector por el que dice hay que seguir apostando en todas las épocas del año tratando de desestacionalizar la temporada de nieve que les ofrece Fuentes de Invierno. Al complejo aún le queda mucho por hacer: el suministro eléctrico que permitiría la innivación artificial, una ampliación que dote a la zona media de servicios y, por supuesto, la desestacionalización del equipamiento modificando el restrictivo plan de impacto ambiental, además de que su unión con la estación leonesa de San Isidro permitiría tener el mayor dominio esquiable del norte de España, con los beneficios que puede suponer para Aller tener un tejido de alojamientos y restauración de calidad. Pero mientras pelea «para cambiar las cosas» en su municipio, también pelea con los demonios internos, porque lamenta haber conocido «la política municipal desde la deslealtad total» de quienes «utilizan cualquier tipo de argucia para llegar al poder». Así, aunque declara ser «un apasionado de la política municipal» sin más aspiraciones que esa, no es capaz de clarificar su mente aún para decir en esta entrevista si después de que concluyan todos los procesos judiciales abiertos contra él, volvería a presentarse al cargo de alcalde. Por el momento, no entierra la cuchara.

-Lleva cinco años al frente del Ayuntamiento allerano, y aunque históricamente ha gobernado el PSOE ¿en qué diría que se nota su gestión?

-Participé del equipo de gobierno anterior, con Gabriel Pérez Villalta, y esos años a su lado me permitieron aprender lo positivo y a desechar lo que creía que no se debía hacer. Cada maestrillo tiene su librillo y yo tengo otra forma diferente de funcionar a la que él tenía, que es normal por el cambio generacional y porque tenemos diferentes formas de gobernar. Pero lo que sí intento es trasladar la cercanía que él tenía con los vecinos y estar siempre en los problemas donde los haya, eso no lo delego a nadie, sea un problema con una infraestructura o de pastos. Estoy siempre en primera persona. Y en el concejo, hay un impulso importante por el sector turístico, que se había iniciado pero necesitaba un empuje más porque es un sector importante dentro del mix económico y, por tanto, hay un trabajo intenso en ese sector que es un generador de economía y de empleo. De ahí surgieron iniciativas como la puesta en marcha de la Asociación Aller Experiencia, que es una asociación que aglutina a todo el sector turístico y hay un trabajo muy intenso en el que el Ayuntamiento juega un papel muy activo con los agentes turísticos del municipio. Pero hay que partir de que el contexto económico no tiene nada que ver con el de la etapa anterior, en la que había fondos mineros y un plan de inversiones garantizado cada año con esa línea municipal de fondos, así que nos toca hacer encaje de bolillos para intentar hacer una pequeña inversión al menos al año que garantice mejorar servicios y mejorar infraestructuras. Además, hubo que hacer un esfuerzo económico y un trabajo gris interno licitando todo tipo de cuestiones, desde el mantenimiento de ascensores, hasta los seguros de los vehículos y el suministro energético, que nos permitiera mantener todos los servicios abiertos que los ciudadanos conocían y disfrutaban con un presupuesto dos millones más pequeño que lo había, pasamos de 10 a 8 millones de presupuesto, y hubo que hacer esa gran tarea administrativa interna, que se tradujo en que los servicios siguen funcionando con alguno más incluso, como el polideportivo de Cabañaquinta. Ha habido un trabajo económico y de viabilidad de la entidad importante.

-Gobierna en minoría y con un Ayuntamiento muy plural con representación de seis grupos políticos ¿facilita o dificulta la labor municipal?

-Creo que todo el mundo quisiera gobernar en mayoría, pero no soy de los que la echa de menos. Al final las inversiones y las actuaciones que se ejecutan en el municipio se consensuan con los movimientos vecinales, con las asociaciones de vecinos y, por tanto, la gran coalición de la que presume el PSOE de Aller, a pesar de estar en minoría, es de ese gran movimiento asociativo que gobierna con nosotros porque decide las inversiones y las actuaciones a llevar a cabo en los diferentes núcleos de población. Es ahí dónde está nuestra gran alianza. En realidad, los gobiernos no están para inventar las necesidades, sino para dar respuesta a las necesidades que los vecinos tienen y son ellos los que mejor nos pueden decir que necesitan en cada población.

-Aller es el concejo de las comarcas mineras que más ha acusado la despoblación con un descenso continuado ¿qué políticas llevan a cabo para frenar esa tendencia?

-Está claro que las comarcas mineras acusan una doble crisis, la crisis minera, que era un gran generador de empleo y de actividad económica, y la crisis general que afecta a toda España. Pero contra esa crisis y la reconversión minera hay que impulsar actividades complementarias y que permitan ese modelo económico, y de ahí la apuesta por el sector turístico como motor económico que debe coexistir con la minería autóctona, pero necesitamos desarrollar el potencial turístico que tiene el municipio como fuente de riqueza. Eso como generador de empleo, pero es muy necesario generar servicios. En ese sentido, se ha hecho un esfuerzo importante por dar los mejores servicios posibles a los ciudadanos de todo tipo, dos centros culturales, uno en Moreda y otro en Cabañaquinta; una escuela de 0-3 años; servicios deportivos? Esos servicios que demandan los vecinos para desarrollar su vida profesional y personal en este municipio, por lo que no hay que olvidar nuestra apuesta por la vivienda pública para hacer de Aller un municipio en el que poder vivir. Aller, por su situación geográfica, se encuentra en un sitio privilegiado, en la zona central asturiana, que tiene cerca Oviedo y Gijón, con lo cual puede ser un lugar atractivo para vivir, con un precio de vivienda más económico, sobre todo si se impulsa la vivienda pública: la gente puede vivir en Aller aunque trabaje fuera del municipio. Pero la vivienda publica es un factor importante para amarrar población y, sobre todo, para los más jóvenes que son los que se pueden desarrollarse en el municipio y quedarse aquí con su descendencia.

-Ante el declive de la minería, Aller se ha reinventado y el turismo cada vez se hace más fuerte en el concejo ¿qué queda aún por hacer para que el sector se consolide definitivamente y sea el motor de la actividad económica?

-Sabemos que el turismo blanco está plenamente consolidado porque Aller es un destino de nieve por las estaciones próximas de Fuentes de Invierno y San Isidro y porque tiene una red de alojamientos de calidad y una restauración muy importante, lo que hace que sea un sitio idea para pernoctar y elaborar paquetes de nieve. Pero necesitamos seguir trabajando en la desestacionalización del turismo y trabajar más la parte primavera-verano-otoño, porque el municipio tiene muchos potenciales. De hecho, se está trabajando intensamente en el tema de carreras de montaña, porque el concejo tiene una montaña espectacular y ya hay tres carreras que están siendo un boom, no sólo deportivo, sino turístico porque mueve gran cantidad de gente, y que además permiten mostrar el escaparate de Aller, conozcan el municipio y puedan fidelizarse. También toca trabajar profundamente e impulsar nuestra red de senderos, con más 100 kilómetros de rutas perfectamente señalizadas gracias a la colaboración del Grupo Montaña Ultra, y trabajar en los paquetes turísticos de forma coordinada con nuestros hosteleros, como son la berrea, la observación de la naturaleza en temporada baja de temporada de esquí, que permitan afianzar el destino durante todo el año.

-Otra apuesta firme del municipio es el deporte, abanderado por la estación invernal Fuentes de Invierno y por las múltiples pruebas deportivas que se celebran en diferentes épocas del año?

-Fuentes de Invierno pasó uno de los exámenes más severos que haya tenido cualquier estación de esquí de España, con un  trabajo de evaluación de impacto ambiental brutal, con muchas alegaciones por parte de grupos ecologistas y consiguió salir adelante con una declaración de impacto ambiental y un uso muy restrictivo. Era en aquel momento la prioridad poner en marcha la estación invernal pero no renunciamos a su uso polivalente fuera de temporada. También hay que recordar que Fuentes de Invierno en verano es zona de pastos y el sector primario también tiene que jugar un papel importante en nuestra economía. De hecho lo sigue jugando y estamos en coordinación con la Dirección General de Deportes impulsando toda la tramitación necesario para conseguir la desestacionalización de la estación y permitir el uso de las instalaciones y de los remontes fuera de temporada de esquí, con uso lúdico o deportivo complementario, sin ser agresivo con el medio ambiente ni utilizar nada de motor. El Principado es quien impulsa esa tramitación, porque la estación es propiedad autonómica, para poder rentabilizarla fuera de temporada de esquí.

-Volviendo a Fuentes de Invierno. La próxima temporada cumplirá 10 años y aún tiene inversiones básicas pendientes desde sus comienzos ¿considera que ha faltado implicación por parte del Principado para culminar el proyecto?

-La hoja de ruta del Principado está clara en cuanto al desarrollo progresivo de la estación. Sabemos que la estación partía con necesidades importantes como el suministro energético, pero aunque ha habido implicación también ha habido estrecheces económicas en estos últimos años que han limitado esa hoja de ruta. Y también ha habido problemas administrativos y problemas importantes de suministro que viene de otra Comunidad Autónoma y hubo problemas con la Diputación de León. Pero con el cambio de personas han cogido mejor rumbo las negociaciones y caminan a buen ritmo para tener esa conexión energética de la estación. Pero hay una hoja de ruta para la estación. Se sabe cuales son las inversiones necesarias, ha habido otras cosas importantes como la homologación de una pista por la Federación de Esquí, y seguimos reivindicando la innivación artificial, que sin luz no puede ser posible. Y también el desarrollo de la zona media de la estación, que además es una de las zonas medias más atractivas de las estaciones de la Cordillera Cantábrica, tiene potencial y el proyecto inicial lo contemplaba con un equipamiento de cafetería y aseos en esa zona media. Necesitamos inversiones, pero no puedo dejar de lado que la coyuntura económica es la que es, y para muestra lo que está pasando en la estación vecina de Pajares.

-Y cuando se concluya la estación ¿será tiempo de pedir una ampliación?

-Esa ampliación no va ser inmediata porque mientras la situación económica siga siendo estrecha va a ser difícil hacer grandes inversiones. También hay que mencionar que el plan del minería fue el que permitió el desarrollo de Fuentes de Invierno, con el Plan Complementario, como actuación singular y esa financiación extra y adicional que debería llegar a nuestros territorios permitiría acometer actuaciones de crecimiento de la estación y parece que no hay visos de que vayan a salir adelante y ni siquiera que nos paguen lo que nos deben desde el Gobierno Central.

-Desde luego, en su día se pusieron muchas expectativas en el complejo invernal ¿cree que se han ido cumpliendo en esta década?

-Diez años después de la puesta en marcha de Fuentes de Invierno nadie cuestiona lo beneficiosos de esa inversión a pesar de que antes de su puesta en marcha fue muy criticada. Y ahora aquellos que criticaban su puesta en marcha son los que más inversiones piden para su crecimiento, con lo que parece que empiezan a creerse que Fuentes de Invierno es un equipamiento importante. Obviamente, en diez años ha sido una estación con una evolución progresiva en cuanto a numero de usuarios y en cuanto al volumen de actividad. Desde luego, puedo decir que el que visita Fuentes de Invierno se fideliza con ella porque es una estación singular en cuanto a su configuración, y es pequeña pero muy alpina y muy agradable y con un equipamiento moderno, con unos telesillas desembragables muy potentes y con un personal que se implica con la buena marcha de la estación y eso facilita siempre que el recurso sea más potente aún. Y ahí están los datos de usuarios y de la Semana Blanca. Porque una estación por sí sola no puede funcionar si no hay un acompañamiento del sector turístico implicado al cien por cien en sacar el máximo rendimiento al equipamiento. Y a día hoy hablamos de casi 8.000 escolares que disfrutaron de la Semana Blanca en Fuentes de Invierno, que demuestra que algo se está haciendo bien.

-En no pocas ocasiones se ha hablado de la unión de la estación asturiana con San Isidro ¿por qué no se ha llevado a cabo aún? ¿repercutirá en positivo para Fuentes de Invierno?

-La unión entre las estaciones diría que es algo obligatorio. Uniendo ambas estaciones se podría ofrecer el mayor dominio esquiable de todo el norte de España y haría mucho más atractivos esos spots de nieve. ¿Por qué no he ha hecho? Pues porque hubo problemas con la Diputación de León en cuanto a la capacidad de llegar a acuerdos con el Principado para conectar los dominios esquiables y, como decía, el cambio de las personas en los cargos públicos pues facilita la puesta en marcha de nuevos compromisos, nuevas conexiones y nuevos objetivos comunes. Y en este caso, hay que recordar que se puso en marcha como primer paso el forfait de cuatro días cuatro estaciones, que se vendía conjuntamente que con las otras estaciones leonesas y asturianas de forma conjunta. También ha habido un avance en esta primavera y el año que viene y se ha negociado por parte de las dos administraciones el poder poner en marcha un forfait anual con un precio un poco superior para que se pueda disfrutar de todos los dominios esquiables de todas las estaciones asturianas y leonesas. Con lo cual el camino empieza a andarse y se dan pasos en firme hacia esa conexión, y además parece que ahora mismo la Diputación de León ve más positiva que negativa la unificación de los dominios y la gestión conjunta de esos dominios. Y yo creo que Asturias y Aller sería la que más y mejor rentabilizase esa fusión porque tenemos el tejido de alojamientos y restauración, y las pernoctaciones caerían del lado asturiano con mayor facilidad.

-La ganadería no es un sector menor en el concejo allerano ¿qué medidas se impulsan desde el Ayuntamiento para tratar de mantenerlo cuando las diversas problemáticas hacen que cada vez se reduzca más el sector?

-El ganadero es un sector importante en el municipio de Aller y el gobierno socialista es consciente de ello, por eso en la medida de lo posible seguimos impulsando como administración local el mantenimiento y pervivencia de este sector y también su desarrollo. En ese sentido, se hacen inversiones en mantenimiento de pistas ganaderas y de las infraestructuras básicas para poder llegar a las explotaciones. También se han realizado actuaciones para la creación de mangas en coordinación con la Junta Ganadera y aparte de todas estas cuestiones básicas para su funcionamiento, destacar la última apertura de la pista que nos conecta con Piedrafita, en colaboración con los implicados y con los ganaderos de las distintas zonas. No obstante, hay que destacar que el sector ganadero este año ha sufrido uno de los mayores impactos que ha podido tener, que es el de la merma de hectáreas pastables y el Ayuntamiento se ha comprometido a realizar una medición real de los montes públicos de Aller, contratándolo con una ingeniería para, de alguna forma, cuestionar la medición no real, sino aérea y con medios digitales que se ha hecho de los montes, y que entendemos que no se corresponde con las hectáreas pastables reales. La hizo el Principado con medios digitales y nosotros la vamos a hacer real para intentar arañar el máximo numero de hectáreas posible para nuestros ganaderos, sin olvidar los planes de mejora de los distintos montes para hacer abrevaderos o realizar desbroces. Otra cosa importante es que en Aller hay una incorporación de jóvenes al sector, de forma que se garantiza el relevo generacional. Y con fondos Leader también hubo inversiones para el sector primario para la construcción de nuevos establecimientos ganaderos o la compra de maquinaria.

-En el ámbito industrial, Aller aún tiene pendiente el desarrollo del polígono de Corigos ¿hay posibilidad de desarrollarlo aún pese al bloqueo de los fondos mineros?

-En el plan estratégico de la Consejería de Industria aparece el polígono de Corigos como prioritario dentro de las comarcas mineros. Es cierto que había financiación de fondos mineros, pero fue eliminada por el Gobierno Central al igual que el polígono industrial de Cabañaquinta, pero mantengo la esperanza de que sea el gobierno del propio del Principado el que asuma la inversión para urbanizar esos 30.000 metros cuadrados de terrenos en los que se puedan asentar nuevas empresas generadoras de empleo y de actividad económica, con lo cual seguimos en negociación permanente con la Consejería de Industria para conseguir esa financiación y poder seguir ofreciendo suelo industrial a un precio ajustado.

-Los hallazgos en La Carisa son ya un referente cultural en la región ¿creen que les podrán sacar partido?

-Sí, desde luego los hallazgos arqueológicos y los yacimientos en general son un atractivo cultural e histórico, y siempre funcionan como un revulsivo turístico. Hicimos ya alguna intervención para su aprovechamiento turístico y, sobre todo, divulgativo porque hay mucho desconocimiento de ellos, y dentro de los actos de la Ruta de la Plata el ejercicio pasado organizamos una salida senderista con visita guiada con los arqueólogos a los yacimientos, con lo cual tirón turístico tiene, sabiendo también que el emplazamiento de los yacimientos es complejo para poder rentabilizarlo durante todo el año, y además tiene un acceso a través de montes, que también limita mucho. Pero creemos que una vez que toda la parte de investigación sea superada, llegará el momento de consolidar y poner en valor esos yacimientos para que sea una zona visitable e interpretable, y más a día de hoy con la tecnología existente, puede ser una visita autoguiada con paneles de lo que hay. Además del desarrollo que se está haciendo del Centro de Interpretación de La Carisa en Nembra, que está en fase de equipamiento y que pronto, una vez que se terminen los textos y se incorporen los últimos descubrimientos de esta última campaña, estará listo para ponerse en marcha. Porque sería una torpeza estar en redacción de textos y no incorporar esta última excavación y estos últimos descubrimientos.

-Por el momento el centro de interpretación ubicado en Nembra sigue cerrado ¿qué previsiones hay para este equipamiento?

-No hay fecha. Hay financiación, que es lo más importante, está adjudicado el equipamiento y está en ejecución y no me preocupa tanto la fecha de apertura como que los contenidos estén correctos y que pasen una buena revisión por profesionales de la materia y que tenga un rigor histórico, que fue lo que se encargó.

-Hablando del Principado ¿cómo son las relaciones entre la administración local y la regional?

-Como Ayuntamiento no puedo tener queja de la administración regional porque siempre y en la medida de los posible se ha empleado a fondos aportando lo que ha dejado de aportar el Estado, y soy consciente de las limitaciones presupuestarias que sufrimos todas las administraciones. Una relación perfecta de respeto institucional y de comprender las necesidades de los territorios y, en el caso de Aller, de ir dando respuesta progresiva a todas aquellas cosas que vamos planteando. Con lo cual, estoy satisfecho porque en mi época de alcalde se han visto culminadas actuaciones como el corredor de Aller, mejoras en carreteras de titularidad autonómicas de pequeño recorrido, como la de Pelúgano. Está también el proyecto técnico para la carretera de Boo y se ha hecho la gran intervención de la antigua AS-112, que mucha gente pensaba que porque entraba en servicio el corredor del Aller iba a quedar abandonado, y se ha hecho una repavimentación completa hasta el puerto San Isidro a falta del tramo Moreda-Corigos, pero como digo, el Principado está atendiendo las distintas necesidades que planteamos.

-Aller ya tiene casi todos sus macroproyectos terminados ¿hacia dónde dirigirá el Ayuntamiento sus esfuerzos?

-Falta el polideportivo de Caborana, que se nos ha quedado en el tintero. Redirigiremos los esfuerzos al empleo, que es un objetivo fundamental y defendemos el sector minero y entendemos que tiene que tener viabilidad más allá de 2018 porque España necesitaba necesita esos recursos fósiles como energética autóctona y puede hacerse viable. Y desde luego, seguir trabando en la línea de los últimos años: seguir impulsando la vivienda pública, nuestro sector turístico como acompañamiento a la minería autóctona en el mix económico del municipio y seguir mejorando infraestructuras básicas de saneamiento y abastecimiento porque nuestros ríos en gran parte dependen de esas intervenciones en los distintos núcleos de población. Y la riqueza natural de un municipio es riqueza en todos los sentidos, incluido el turístico. Y hay proyectos en mente, más que recursos, porque creo que hay que tener siempre proyectos para cuando los recursos vuelvan a aparecer poder desarrollarlos completamente. Mi gran espina es el complejo deportivo de Caborana, con la piscina y el polideportivo, que estaban conveniados, firmados e, incluso, adjudicada la piscina, y con la eliminación de los cinco millones de fondos mineros, pues se quedó a la mitad.

-A nivel personal ¿cómo valora su etapa en la política municipal?

-Distingo dos fases bien diferenciadas. Siempre fui un apasionado de la política local, siempre tuve vocación pública y quien me conoce lo sabe y me encantaba lo que hacía y lo vivía con pasión hasta que la política últimamente se convirtió en un circo judicial y mediático que no aporta nada a los vecinos y que al final te enseña la peor cara de la política. Cuando me animé a entrar el política tenía claro que era para cambiar las cosas y para tratar de hacer las cosas bien, pero la verdad que conocí desde la política municipal la deslealtad total y la falta de escrúpulos de emplear cualquier tipo de argucia para llegar al poder sin importar el daño personal que se haga a la gente y ahí tengo mi colección de procesamientos que poco a poco se van archivando pero que me han hecho pasar una etapa diferente y no creo que la política local tenga que ser eso. Distingo esas dos fases porque el alcalde tiene que tener la cabeza en los problemas de los pueblos y no tener encima denuncias por respirar, y más cuando la mayoría de ellas son auténtica aberraciones judiciales, pero como está de moda la corrupción, pues vende y hay quien tira de ello.

-Y ¿hasta donde llegan sus aspiraciones políticas?

-A ningún lado, no tengo ninguna aspiración. Me encanta ser el alcalde del municipio en el que me crié, me encanta transformar el municipio que quiero y al que tengo un amor muy fuerte y no tengo más aspiraciones que seguir trabajando por mi gente, por mis vecinos, por los núcleos de población y por el municipio. Además, el alcalde al final no deja de ser un vecino más al que el resto encarga gestionar lo de todos, y así lo siento y es a lo que aspiro.

-¿Eso te quita las ganas de continuar y afrontar otra legislatura?

-Hay cosas que no afectan a uno solo, sino a todo el entorno familiar, y en esos momentos te planteas que no merece la pena pasar un calvario así y hacérselo pasar a todo ese entorno, pero al final decides no enterrar la cuchara, pelear y demostrar, y después de demostrar ya veremos?

-Y todo lo que está pasando a nivel nacional tras las segundas elecciones ¿cómo lo valoras?

-Tengo una reflexión como ciudadano, no como militante de ningún partido, y es que lo doloroso de todo es que nadie, ningún primer espada de ningún partido, le habla a los ciudadanos de lo que viene, y creo hubiera sido positivo para cualquier candidato que se presentara a presidente del Gobierno haber hablado mirando a los ojos a los españoles en un arrebato de sinceridad y hablarles de que lo que viene es más apretarse, y lo saben. Por tanto, creo que faltó sinceridad por parte de los políticos con sus vecinos, porque también son los vecinos los que les encargan dirigir lo de todos. Y faltó sinceridad. Ni se habló ni se habla de eso. Y me parece que está todo el mundo en una estrategia política y todos funcionan por postureo y, al final, sólo estoy de acuerdo en una cosa con mi partido, y es que el no es no, y además con miles de razones para justificar el «no» a un gobierno de Rajoy. Lo que pediría sería altura de miras a todos los partidos de izquierdas para consensuar lo que les une, que son muchas cosas y dejar a un lado lo que los separa que, en el día a día, con la actividad parlamentaria se puede ir resolviendo. Pero se necesita una investidura y un Gobierno, aunque no creo que Rajoy esté legitimado por muchos escaños que tenga para gobernar este país por todo lo que le rodea y porque, además, fue el presidente que incumplió de pe a pa todo su programa electoral.