La «nueva Hunosa» duplica en empleos de diversificación a la minería

Carmen Liedo MIERES/LANGREO

CUENCAS

Mineros en la jaula del Pozo María Luisa. Langreo, Asturias. Año 2007..Mineros en la jaula del Pozo María Luisa. Langreo, Asturias. Año 2007.
Mineros en la jaula del Pozo María Luisa. Langreo, Asturias. Año 2007. Archivo histórico mineroRubén Cepedal

Sadim Inversiones ha respaldado la generación de 2.500 puestos de trabajo en planes de diversificación. Tras el cierre de María Luisa, la actividad minera solo mantendrá 1.230 empleos

13 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hunosa, la empresa estatal minera que se creó en 1967 a modo de primer banco malo, ya no es lo que era ni en número de trabajadores en activo ni en número de pozos produciendo. Para finales de este año está previsto el cierre del pozo María Luisa y con el cese de su actividad Hunosa pasará a tener una plantilla de 1.230 trabajadores entre los 990 de interior que quedarán en los centros de trabajo de Sueros, Carrio y Aller y los 240 de exterior, una plantilla que se ha ido reduciendo progresivamente pero que llegó a tener casi 28.000 empleados. Entre tanto, Sadim Inversiones se ha ido convirtiendo en una nueva Hunosa desde que iniciara su andadura en 2002 y ha llegado a alcanzar en su trayectoria un máximo de 2.500 empleos.

A finales de año se estará, de algún modo, en el ecuador del plan de empresa de Hunosa 2013-2018 pero cuyo acuerdo no llegó hasta la madrugada de un 16 de mayo de 2014. Entonces, los representantes de Hunosa y de las centrales sindicales SOMA-FITAG-UGT y CCOO firmaban un preacuerdo que contemplaba el cierre de las explotaciones Sotón, Monsacro y María Luisa, y la continuidad de otros tres: los pozos Santiago, Nicolasa y Carrio. Así, la actividad concluyó en los dos primeros el 31 de diciembre de 2014, en el pozo de Ciaño finalizará en la misma fecha de este año y el compromiso es que los otros tres tengan continuidad hasta 2018 o, incluso, mas allá en función de las exigencias de la Unión Europea.

No obstante, la realidad es que la plantilla de la empresa estatal minera seguirá decreciendo con la clausura de María Luisa y que el número total de trabajadores de interior de Hunosa -a partir del 1 de enero de 2017- será muy similar al que tuvo, paradójicamente, este mismo pozo langreano ubicado en Ciaño hace 20 años. Y es que fue sobre 1996 cuando alcanzó una de sus mayores plantillas, con un millar de trabajadores.

Pero sobre la realidad que habrá en la empresa Hunosa a partir de principios del próximo año tras el cierre de María Luisa no han querido realizar valoraciones en este momento, las centrales sindicales, encargadas de negociar los distintos planes del carbón, los planes de la propia entidad minera y de reivindicar la continuidad de la minería más allá de 2018.

Los centros restantes que tienen garantizado el mantenimiento de su actividad extractiva hasta el 31 de diciembre de 2018 son los de Sueros, Aller y Carrio. Incluso en el Plan de Empresa se dejó firmado que recibirían en el periodo de vigencia del plan alrededor de 20 millones de euros, dinero con el que se busca hacerlos más «competitivos», según se planteó en el momento del acuerdo. Por el camino han quedado, desde que comenzara el proceso de ajuste en la minería pública allá por el año 1991, en torno a 16.000 empleos que se esfumaron cuando Hunosa cerró otras explotaciones tan emblemáticas como Fondón, San Luis, Barredo, Santa Bárbara, Mosquitera, Pumarabule, Entrego, Figaredo o Candín. Este último dejó de producir a finales de 2013.

Participación en 52 proyectos con una inversión de 500 millones

Y mientras la empresa estatal minera iba echando el candado a la mayoría de pozos de las comarcas mineras, la filial de Hunosa, Sadim Inversiones, nacía en 2002 como sociedad de promoción económica dirigida a apoyar a la iniciativa privada con el objetivo de promover la reactivación empresarial y el empleo de las cuencas. Según los datos facilitados desde la misma, desde su creación y hasta el pasado 30 de septiembre, Sadim Inversiones ha participado en un total de 52 proyectos que han supuesto una inversión ejecutada de 500 millones de euros y la generación de hasta 2.500 puestos de trabajo, el máximo de empleo alcanzado.

Pero además, lo que podríamos llamar la «nueva Hunosa» ha dado un giro en lo que al sector de actividad se refiere puesto que la diversificación ha conllevado invertir no sólo en empresa vinculadas a la industria, sino en otros sectores como el turístico, el agroalimentario o el sanitario. Así, Sadim Inversiones ha participado, aunque siempre de forma minoritaria, en empresas como Felguera Rail, el Balneario de Las Caldas, O. Villa, Ovo Foods, Vetro Tool o en el psicogeriátrico de Modesta. También ha estado en proyectos que no tuvieron el asentamiento esperado, tales como Alas Aluminium o Venturo XXI.

El caso es que la empresa de minería Hunosa, aquel gigante carbonero de España y gran empresa pública que en otro tiempo dio empleo a una parte importante de la población de la región, tendrá el próximo año un 4,3% de la plantilla que un día tuvo. Tampoco alcanzará en 2017 ni una cuarta parte de los trabajadores que en la actualidad tienen empresas como la cadena de supermercados Alimerka o, en el ámbito industrial, ArcelorMittal.