Panadería Juaky despedirá a 15 empleados y mantendrá sólo dos despachos abiertos

Carmen Liedo REDACCIÓN

CUENCAS

Una de las tiendas de Panadería Juaky.Una de las tiendas de Panadería Juaky
Una de las tiendas de Panadería Juaky Panadería Juaky

El obrador tendrá que cerrar el lunes al resultar desfavorable la última medición de cinco horas llevada a cabo por el ayuntamiento. El propietario denuncia la «persecución» a la que ha estado sometida la empresa hasta su clausura

20 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El obrador de Panadería Juaky se ha de resignar al cierre, al menos, por el momento. El Ayuntamiento de Langreo ya ha comunicado por escrito al propietario de esta empresa langreana el resultado desfavorable de las últimas mediciones realizadas y, por tanto, dando cumplimiento a la resolución que la administración local dictó a finales de 2016, ésta deberá cerrar el lunes, con lo que según ha explicado el dueño a La Voz de Asturias, el domingo será el último día de trabajo para 15 de sus 17 empleados. José Luis Rodríguez ha informado que tras llegar a un acuerdo con otra panadería que le abastecerá, podrá mantener abiertos los despachos de pan de La Felguera y El Entrego. Sin embargo, lamenta tener que dejar a los trabajadores del obrador y de otras tiendas «en la calle» pese a que su intención es hacerse con otro obrador que ya estaría equipado, «pero por el momento no tengo fecha para ponerlo en marcha», ha matizado el propietario que, por otro lado, tendrá que mantener tal y como está el obrador de La Felguera para cuando se realice el pertinente ensayo que hará un perito judicial cuando salga el juicio sobre este asunto de ruidos que comenzó con la denuncia de una vecina del edificio en el que se encuentra la empresa.

José Luis Rodríguez confía en que el proceso judicial sirva para aclarar esta situación que, en su opinión, ha derivado en la «persecución» a la que ha estado sometida la empresa hasta que se ha logrado su clausura, según denuncia. De hecho, pone en duda el procedimiento llevado a cabo por la administración local y las formas, ya que señala que «en el escrito dicen que va a venir la Policía a precintar como si de delincuentes se tratara», un trato al que dice ya se sometió a la empresa durante la última medición. El propietario de Panadería Juaky denuncia que esa medición de ruidos se prolongó durante cinco horas «para asegurarse de que diera ruidos y así lavar su imagen» y apostilla que «lo que vivimos esa noche tanto los técnicos que acudieron por parte de la empresa como los propios empleados no tiene nombre». «Los técnicos del Ayuntamiento nos dejaran claro q ellos eran la autoridad y que se haría lo q ellos dijeran, con lo que, lo que tendría que ser una medición según el modo de trabajar de todas las noches, se convirtió en una grave alteración de los ruidos x parte de un policía local y por parte de un técnico del Ayuntamiento», ha manifestado José Luis Rodríguez, que ha añadido que mientras los trabajadores de su empresa «hacían el trabajo como siempre».

En palabras del dueño de la empresa de pan, estas dos personas enviadas por el ayuntamiento «se dedicaban a mover por todo el obrador carros que no son para el transporte, carros que sólo se usan para meter dentro del horno y que en ningún caso se pueden usar para rodar por el obrador porque sus ruedas son de hierro. Cuando les dijimos que los carros que se usan para trasportar eran los que los panaderos estaban usando, nos respondieron que esos tenían las ruedas de goma y que no metían ruido, a lo que contestamos que por eso los tenemos adaptados, además de para no dañar el suelo». Pero, según José Luis Rodríguez, no fue el único ruido en exceso que realizaron: «como les pareció poco se fueron al portón que esta empresa tiene para la recepción de las mercancías en horario diurno y nos piden que lo abriéramos, y es entonces cuando durante mas de cinco minutos y a las 4 de la mañana entre dos funcionarios del ayuntamiento empiezan a abrir y a cerrar fuertemente dicho portón buscando generar ruido, no solo en la vivienda, sino en toda la calle».

Según arremete el propietario de Panadería Juaky ,fue «cuando todos los allí presentes entendimos que venían con una idea clara, la persecución hacia esta empresa para así poder lavar públicamente su imagen que es lo único que le importa al Ayuntamiento». Para él otra prueba de su denuncia es que ha solicitado a la administración local que les envíen las grabaciones del aparato de medición, así como las medidas de ruido de fondo y los cálculos de los valores obtenidos. Sin embargo, asegura que lo único que ha recibido, «como en anteriores ocasiones, es el valor final y creo que tenemos derecho a saber todo el proceso de medición».

Así, José Luis Rodríguez comenta que «todos los que componemos esta empresa tenemos claro que desde el inicio de todo este conflicto hay algo claro, y es que esta empresa se traslade a otro lugar, y mas viendo como se llevo a cabo la última medicion». Además, el mismo critica las «acusaciones» que entiende que el alcalde hizo hacia su empresa, «incluso se atreve a decir que esto es una industria porque hace mucho pan y tiene grandes maquinas y muy ruidosas». Esto lo niega el dueño de Panadería Juaky que considera que la suya es «una panadería pequeña con la misma cantidad de maquinas que hace casi 30 años y las mismas que hace 8 años que es cuando nos trasladamos aquí». Así, recuerda que entonces tras comprobación de ruidos se procedió a dar la licencia de apertura «porque todo estaba en orden», al igual que en el 2013 cuando «se volvieron a realizar mediciones y las dio favorables, pero a principios del 2016, con las mismas maquinas y menos producción, empieza a dar un decibelio por encima», especifica el empresario, que insiste en que «con todo esto no nos queda la menor duda de la persecución que esta empresa está sufriendo» resignándose a que «lo único que nos queda es cerrar y esperar a que salga el juicio».

«Es lamentable ver como a este ayuntamiento lo único que le preocupa es su imagen y, en vez de prestar ayuda cosa de la que presume pero que no es cierta, se dedica a poner barreras. En la ultima medición ya se encargaron de dejarnos claro q aquí no nos quieren», ha concluido el dueño de Panadería Juaky.