La RAE, contra los anglicismos en la publicidad y la sociedad digital

isaac asenjo MADRID / COLPISA

CULTURA

Los usamos sin medida. Vemos series en «streaming» y no queremos «spoilers». No salimos a correr, sino a hacer «running». Y viajamos en «low cost» en lugar de a bajo coste

23 may 2016 . Actualizado a las 14:33 h.

Usamos anglicismos sin medida. Que si eco-friendly, light o cleaning power. Que si vintage, influencer o underground. Sí, todo suena muy cool (otro más para la lista) y hasta parece que hemos estudiado en Cambridge. Así que la RAE, que limpia, fija y da esplendor al español, ha decidido denunciar el abuso de estos palabros con una rompedora campaña y la ayuda de la Academia de Publicidad. Su anuncio (mejor que spot) evidencia la saturación del léxico foráneo en espacios publicitarios y conversaciones. Ahora hay quien se va a un after work, en lugar de tomarse unas copas tras el trabajo. Y LinkedIn está lleno de CEO & Founder.

La interminable lista daría para una tesis doctoral. En vez de modernos hay hipsters. Se viaja en low cost en lugar de barato. Vemos series en streaming y no queremos spoilers, lo que siempre ha sido jorobar el final al espectador. No salimos a correr, sino a hacer running y nos hacemos sobrevalorados selfies, palabra del año en el 2014 para la Fundéu (Fundación del Español Urgente), que aconsejó autofoto como alternativa.

La campaña de la RAE consistió en promocionar dos artículos que se podían pedir gratis por Internet. El primero, un perfume llamado Swine cuyo lema era: New fragance, new woman. Sus demandantes recibieron una sorpresa maloliente. En la caja de la loción se explica que swine es cerdo en inglés. «Suena muy bien, pero huele muy mal», advierte el anuncio. El único atractivo del segundo producto es su sonoridad en inglés: unas gafas with blind effect, efecto ciego que no permite ver. «¿Lo veías claro?, great man. ¡Ok! Ya no», ironiza el anuncio.

Una de cada diez marcas recurre a la lengua inglesa en su publicidad en medios nacionales, y las que lo hacen por sistema se han multiplicado por diez en doce años. Hasta 322 utilizaron la lengua de Shakespeare en el 2015, según la Academia de la Publicidad y la Universidad Complutense de Madrid, que analizó más de 150.000 anuncios impresos y más de 80.000 en televisión. Automoción, belleza, moda, electrónica, electrodomésticos y telefonía móvil son los sectores que más anglicismos usan.