«Es un lujo poder trabajar con Rafael Amargo»

Graciela M. Camporro REDACCIÓN

CULTURA

El ovetense Miguel Pérez es la nueva estrella de «Tiempo Muerto II», el nuevo espectáculo del bailaor en el que se fusiona el flameco con otro tipo de danzas

28 jul 2016 . Actualizado a las 17:25 h.

Miguel Pérez, un ovetense de 26 años y bailarín de danza contemporánea, es la nueva estrella del espectáculo de Rafael Amargo. Tiempo Muerto II es la nueva obra del bailaor en la que el flamenco interactúa con otro tipo de danzas, además de con nuevas tecnologías. El pasado 14 de julio se estrenaba en el Teatro de La Latina y ha logrado convertirse en un auténtico éxito.

La representación reúne un cuerpo de baile experto y voluble escenificando las coreografías de Rafael Amargo junto a grandes bailaoras que dan vida a movimientos contemporáneos que fusionan la danza urbana con el más puro flamenco. «Es un lujo poder trabajar con profesionales de la talla de Rafa, Manuela Carrasco y otros muchos que forman parte de su elenco; además esta vez contamos con 13 músicos en escena dirigidos por Juan Parilla que es un gran profesional de la música», dice el ovetense. Sobre el bailaor destaca lo fácil que es trabajar con él, además de su seguridad. «Confía en las personas con las que trabaja por lo que da bastante banda ancha para crear». Ésta no es la primera vez que los dos bailarines se unen en un proyecto. Anteriormente, ambos habían coincidido trabajando en algunos videoclips.

Tiempo Muerto II es un espectáculo con un aspecto muy cuidado en cuanto al vestuario y la escenografía. Tanto es así que Amaya Arzuaga -destacada diseñadora a nivel internacional- ha sido la encarga del vestuario. Esta combinación ha hecho del espectáculo un auténtico éxito desde el día de su estreno en el que se colgó el cartel de «no hay entradas». «Me encuentro muy agradecido por esta oportunidad y en parte se lo debo a mi grupo Iron Skulls, que llevan trabajando con Rafael mucho más tiempo que yo. Además, parece que en estos meses todo viene rodado», señala el bailarín.

Iron Skulls es el grupo con el que Miguel Pérez comenzó a bailar en Oviedo cuando era apenas un adolescente. Con la banda, el asturiano comenzó a competir a nivel nacional e internacional hasta llegar a Madrid de la mano de ZukDance. Junto a la directora de la compañía y pareja sentimental, Itsaso A. Cano, lleva años haciendo proyectos. «Para estos espectáculos se necesita rapidez y claridad. Este mundo no da para vivir holgadamente».

El estreno de Tiempo Muerto II no son las únicas actuaciones que el bailarín tiene en agenda. Una vez finalizado el espectáculo de Amargo -el 21 de agosto- y a la espera de si éste volverá a tener otra residencia en el Teatro La Latina, el ovetense viajará junto a su compañía a Malasia para exponer su pieza NU2 en el SIBU Festival. «Estamos muy ilusionados por esta oportunidad. Además, estamos ansiosos de poder  impartir conferencias y talleres como parte de la programación del festival. Queremos aprovechar para conocer la cultura malaya y aportar nuestro granito de arena a la sociedad, nos gusta involucrarnos en las cosas al cien por cien», señala Pérez. Reino Unido también será uno de sus próximos destinos. «Cuando se hacen sacrificios para que las cosas salgan bien es cuando transmites tu profesionalidad de verdad; gracias a esta actitud en la pasada Bienal Mediterránea de Milán nos han contactado para ir este año a la Bienal de Reino Unido en noviembre; y está claro que no podemos bajar la guardia si queremos seguir en la dinámica de mostrar nuestros trabajos fuera de España»

ZukDance también tiene varios proyectos abiertos para el año que viene, entre ellos su obra Halka. El espectáculo fue un éxito e incluso estuvo nominado a dos premios Max. «En su momento la obra fue difícil moverla ya que era un proyecto autofinanciado. Estamos entablando negociaciones con la Comunidad de Madrid para poder retomarlo».

Pero si hay algo que realmente desea Miguel Pérez es volver a Asturias con alguno de sus espectáculos. «Tengo ganas de volver a actuar en mi tierra, es mi meta más próxima. No sé si será con Rafa o con quién, pero sí con un espectáculo propio. Mi familia tiene que desplazarse cientos de kilómetros para verme. Me gustaría también por mis abuelos, que no pueden viajar.