Los Oscos alertan ante los Reyes de la grave despoblación rural y Felipe VI elogia su «coraje»

Juan M. Arribas REDACCIÓN

CULTURA

El Rey da un paso para romper el aislamiento de la comarca y elogia su solidaridad y su dignidad renovada. Los vecinos exhiben sus tradiciones y la belleza de sus parajes

23 oct 2016 . Actualizado a las 09:44 h.

Los Reyes han dado un paso para romper el aislamiento endémico de la comarca de los Oscos, pueblo ejemplar 2016. Tres concejos, San Martín, Villanueva y Santa Eulalia, que suman 1.300 habitantes que han mostrado la belleza de sus parajes y la pureza de sus tradiciones, con el reto de compaginar ruralidad con las exigencias del siglo XXI. Los reyes han visitado bajo el orbayo las calles empedradas de los concejos y las hermosas ruinas del monasterio de Villanueva, que los vecinos quieren convertir en el epicentro cultural y social de la comarca. Los tres alcaldes han aprovechado la oportunidad para alertar ante los reyes de la grave crisis que vive el mundo rural causada por la despoblación, «la peor de su historia», ha dicho Marcos Niño, el regidor de Santa Eulalia. Una situación irreversible para la que han pedido ayuda de las instituciones y políticas efectivas. El Rey ha elogiado su coraje por rebelarse contra el aislamiento.

Felipe VI ha hecho un reconocimiento a las personas que optan por quedarse viviendo en el mundo rural a base de «coraje», resistiéndose al «atractivo urbano». Así lo ha dicho en el discurso que ha pronunciado en la Comarca de Los Oscos. En presencia de los vecinos, el Rey ha recordado la historia de la comarca y les ha agradecido que perseveren en transmitir las tradiciones de una zona que han sabido «proteger y conservar». «Vosotros habéis elegido seguir construyendo el futuro sin abandonar el pasado», les ha dicho. La solidaridad entre vecinos también ha sido puesta en valor por Felipe VI, además de su «dignidad renovada».

«Este premio pretende hacer un poco de justicia a vuestros esfuerzos», ha dicho Felipe VI, que ha agradecido a los vecinos que mantengan a la comarca como un lugar «con futuro», a base de «rebelarse contra el aislamiento». Los alcaldes han advertido de la grave crisis poblacional que padece el mundo rural, una sangría demográfica que pone en jaque el futuro de comarcas como Los Oscos. «El paisanaje es nuestro bien más preciado», ha afirmado Niño. «En ellos están nuestras raíces», ha afirmado Javier Martínez. 

Visita de los Reyes

En San Martín de Oscos, el primer emplazamiento de la triple visita real, los reyes han saludado a los vecinos y a los niños del centro rural agrupado, que les han mostrado sus dibujos. El alcalde, el socialista Javier Martínez, les ha enseñado el imponente frontal del palacio de Los Guzmanes, que alberga ahora servicios municipales. Y también han departido con vecinos que les han enseñado la mallega del trigo y del centeno y el viejo oficio del teitador. También han visitado el interior del Cabildo de la parroquia de San Martín, que fue sede de las asambleas vecinales desde la Edad Media

Las ruinas del monasterio de Villanueva han sido una metáfora de lo que quieren ser Los Oscos. Los vecinos quieren que el cenobio, levantado en el siglo XII y con signos benedictinos y cistercienses, se convierta en el motor de la comarca. Para ello hace falta una inversión relevante, que aún no han conseguido. Los reyes han contemplado las ruinas y la belleza de su iglesia, de estilo románico, que conserva las tres plantas perfectamente definidas y un arco que alberga los restos funerarios de Juan Álvarez de Osorio, uno de los mayores benefactores del monasterio. El presidente del Principado y el ministro de Cultura en funciones habrán tomado nota de las necesidades para la rehabilitación.   

En Santa Eulalia los nuevos ferreiros han plantado su poderío en las calles de Santalla. La nueva forja artística, con ferreiros de raíces alemanas o malagueñas afincados en Los Oscos marca también el cambio en las tradiciones. Los jóvenes le han regalado una manojo de rosas de hierro a la reina, que también ha observado los bailes folclóricos del grupo local de gaitas Nela, el trabajo de las hilanderas y han recibido regalos: el cuadro de un pintor local, Jesús Díaz,  o una navaja artesana.