Llega a Gijón la librería anticrisis que triunfa en España

J. C. Gea GIJÓN

CULTURA

Mercedes Zendrera y Gloria Alonso, en Re-Read Gijón.
Mercedes Zendrera y Gloria Alonso, en Re-Read Gijón.

La franquicia «Re-Read», que vende -y compra- a precio fijo y muy barato libros usados pero en buen estado, abre su primera tienda asturiana en la gijonesa avenida Schulz

22 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace días que uno de los locales en el arranque de la avenida Schulz, en Gijón, viene registrando un movimiento poco usual de clientes y curiosos. Algo llamativo en un establecimiento que ni siquiera estaba aún inaugurado hasta esta semana. Y quizá más tratándose de una librería; una en cuyos estantes, además, no hay ni un solo libro nuevo. El local se deja ver atractivo y cuidado tras su gran escaparate. Pero no es eso lo que hace que el traseúnte pare y entre a curiosear en las estanterías, aún en trance de llenarse: lo que cuesta resistir es el reclamo de una pizarra en plena calle que promete un libro en buen estado por solo 3 euros, dos por 5 y cinco libros por 10 euros, y además la posibilidad de dar aire a los libros muertos de la propia biblioteca a razón de 20 céntimos por ejemplar. Un reclamo que empieza a ser familiar en España desde que hace exactamente cuatro años se pusiera en marcha en Barcelona la franquicia Re-Read, una fórmula que, bajo la etiqueta del low-cost, planta cara a la crisis dándole una vuelta de tuerca al clásico mercado de segunda mano y que estos días alcanzará sus 35 tiendas en España. Una de ellas -la primera en Asturias- en Gijón.

«Soy maestra de Primaria y una enamorada de la literatura infantil, pero siempre soñé con tener una librería, algo que me parecía muy difícil, y más tal como están las cosas. Pero un día, por casualidad, me encontré en Pamplona con una de las tiendas de la franquicia. Ahí fue cuando pensé que podía intentarlo». Gloria Alonso, ovetense, lo intentó de hecho, y acaba de estrenarse al frente de un negocio para el que escogió Gijón -«una ciudad moderna y con movimiento cultural»- en fechas prenavideñas que también llevarán nuevas franquicias a Bilbao, Alicante, Alcalá de Henares, Gran Canaria y Barcelona, de vuelta a los orígenes.

Repensar el rumbo

En ellos, junto a otros dos socios, está Mercedes Zendrera, librera vocacional en familia de editores. En sus genes bulle el amor por los libros que llevó a su abuelo, José Zendrera, a fundar en 1923 la mítica Editorial Juventud y a ella a emprender un negocio al que se dedicó en varias librerías en Madrid y su ciudad natal, Barcelona. Pero las cosas, bajo el zarpazo de la crisis y de los IVAs anticulturales, se pusieron tan feas que hubo que repensar el rumbo.

«Nosotros ya teníamos una sección dedicada al libro de segunda mano, pero esto va más allá. Nos inspiramos en modelos como la cadena japonesa Book-Off, muy implantada en Francia, pero que también tiene libros nuevos. Nosotros decidimos dedicarnos exclusivamente al libro usado», aclara Zendrera, en Gijón unas horas para supervisar la inminente apertura de la tienda. Pero con unas condiciones muy precisas.

Re-Read no es una librería de viejo ni de bibliófilo. Todo lo que hay en la tienda -que albergará entre 6.000 y 7.000 referencias- está cuidadosamente clasificado y ha pasado una criba, que se verifica al instante para el que aparezca por la tienda con sus ofertas. No se admiten enciclopedias, revistas, libros de texto o aquellos anotados o con síntomas de deterioro, y casi todo lleva fecha posterior a 1990. «Todo además está perfectamente clasificado y presentado en un entorno en el que cuidamos especialmente la imagen», añade Mercedes Zendrera. De hecho, el diseño de interiores, de la empresa Talking, se ha llevado varios premios y todo el apartado gráfico y promocional está especialmente mimado. 

«Nuestra intencion es que los libros dormidos en las estanterías de las casas salgan de nuevo a la circulación, poner los libros al alcance de cualquiera, seguir creando lectores y que no se pierda la costumbre de leer en un momento en que a la gente puede disuadirle el precio, pero sin necesidad de comprar libros demasiado viejos o en mal estado», precisa Mercedes Zendrera. 

Acogida fulgurante

La idea, lanzada en un momento capaz de atenazar al aficionado más fiel a la lectura, tuvo una acogida fulgurante. Una librería que se autoabastece y que, aún vendiendo muy barato, deja unos márgenes muy considerables en cada venta. «El éxito nos sorprendió completamente», confiesa Zendrera. Y además «demostró que sigue habiendo lectores deseosos de seguir comprando libros» debajo de la capa de hielo de la crisis.

A ello se añaden las actividades complementarias que se desarrollan en la mayor parte de las librerías de la franquicia. En Barcelona hay clubes de lectura con animadores y el espacio se cede para distintos tipos de actividades, y en otras se organizan exposiciones o conciertos. Gloria Alonso también tiene pensado convertir Re-Read Gijón en un espacio donde se desarrollen sesiones de lectura colectiva o cuentacuentos «para ofrecer a los niños una posibilidad de ocio y cultura bajo techo». «No solo me gusta la idea de darle una segunda vida a los libros y también la de dar algo a la comunidad», asegura la flamante librera mientras las estanterías a su alrededor ya van llenándose y despoblándose a un ritmo prometedor.