«Moonlight»: cuatrocientos golpes más

eduardo galán blanco

CULTURA

La película de Jenkins está estructurada en tres capítulos, tres edades del protagonista, con 8, 15 y 25 años

01 feb 2019 . Actualizado a las 16:19 h.

Seguramente el casi debutante Barry Jenkins ha visto Los cuatrocientos golpes. La película de Truffaut sobre la infancia maltratada acababa en la playa, con el niño Jean-Pierre Leaud corriendo solo, libre, mirando a la cámara. Y la cámara lo miraba a él. Moonlight termina también así, con el niño negro de barriada lumpen de Miami, encarado al mar y a la brisa purificadora, en la playa que fue el único paraíso que conoció, bajo la luz de la luna.

La película está estructurada en tres capítulos, tres edades del protagonista, con 8, 15 y 25 años. Un niño pobre, sin padre, hijo de prostituta drogadicta, homosexual, acosado por sus compañeros de escuela. En sus huidas y vagabundeos, un día lo recoge un traficante de droga que le toma cariño, seguramente porque se reconoce en él. Lo lleva a la playa y le enseña a nadar, en el que probablemente será el primer momento feliz en la vida del niño.

El título: Moonlight. Luz de luna. El dealer le cuenta a Chiron que, en su infancia, una viejecita le puso el apodo de Blue, porque parecía ser azul bajo la luz de la luna. Todo es lunar en el filme, desde la madre, tierno diablo sobrecogido, hasta el nocturno y primer encuentro amoroso del adolescente en la playa.

El protagonista acaba aceptando la violencia, siendo traficante, reprimiéndose y matando sus sentimientos. Pero nada se ha subrayado en el filme. Nada es enfático. Aunque la poesía desborda cada momento de la película. Y el final es en verdad hermoso, precedido por esa mirada expresiva, conmovedora, del protagonista adulto. ¡Qué injustos son los premios! Se nomina al Óscar el notable trabajo de Mahershala Ali -el protector- pero no se premia la poderosa presencia de Treante Rhodes y la de los otros magníficos actores. Sí, la vívida encarnación de Naomie Harris como la madre también está nominada, aunque seguramente ganará Viola Davis por Fences.

En fin, en la noche de gala de Hollywood, la cara producción de diseño La La Land se lo llevará casi todo, pero esta pequeñísima película independiente -con ocho menciones- es mucho mejor.