«La casa de la esperanza: Bestias y otras criaturas feroces

Eduardo Galán Blanco

CULTURA

La historia está basada en un caso real, documentado por la historiadora Diane Ackerman y apoyado en los diarios de los dueños del zoo de Varsovia, que, durante la ocupación alemana, dieron refugio a trescientos judíos

24 jun 2017 . Actualizado a las 09:57 h.

La casa de la esperanza se nos antoja hija del bastardo encuentro entre Un lugar para soñar y La lista de Schindler. Viendo el idílico prólogo uno se siente en el Paraíso -«eres Eva en el Jardín», escuchamos- con Jessica Chastain pedaleando en la bicicleta, su vestido vaporoso flotando al aire de la mañana, saludando a todos los bichos del zoo, llamando «mis amores» a elefantes y tigres. Y ya rozamos el éxtasis alelado cuando, en plan Nacida libre, la bella empieza a sostener entre sus maternales brazos a toda clase de cachorritos de león, de cerdito y hasta conejillos ¡Qué bien da en la fotografía esta chica con esos peluches descansando entre tan amigables senos!

Claro que el interludio pronto se tuerce, llega el Leviatán nazi y la cosa pasa a ser Criaturas feroces. Pues la historia está basada en un caso real, documentado por la historiadora Diane Ackerman y apoyado en los diarios de los dueños del zoo de Varsovia, que, durante la ocupación alemana, dieron refugio a trescientos judíos.

La cinta de Niki Caro (directora neozelandesa de la radiante Whale Rider) es hermosa, incluso en los momentos de crueldad. También contiene cierta oscuridad morosa que no se adecúa con el tono general de la narración, más convencional. Lo cierto es que, a ratos, se trata de un filme casi notable, pero en otros momentos flirtea con lo tópico y resulta tan previsible y maniqueo que nos hace olvidar los hallazgos. Una vez más, lo mejor está en los actores. Daniel Brühl es un oficial alemán traidorzuelo y algo mamporrero, enamorado de la atractiva Jessica, que está casada con el cuidador del zoo Johan Heldenbergh, un actor belga que mantiene un parecido más que razonable con Tom Waits. La Chastain, que fue Salomé, señorita Julia de Strindberg y soberbia cumbre escarlata de Guillermo del Toro, maneja aquí un descuido regio, como si no supiera que la observamos. Y su sonrisa aturdida está cargada de melancolía. No en vano, en breve va a interpretar a Ingrid Bergman, la reina sueca de la tristeza, encarnándola en los años de su relación con Robert Capa en aquel París recién liberado.

«The Zookeeper’s wife»

EE.UU.-Reino Unido-Chequia, 2017. Dirección: Niki Caro. Intérpretes: Jessica Chastain, Daniel Brühl, Johan Heldenbergh, Michael McElhatton, Shira Haas, Efrat Dor, Iddo Goldberg, Timothy Radford, Val Maloku. Drama. 126 minutos.