Hamilton doblega a Rosberg en el Gran Premio de Hungría y es el nuevo líder del Mundial

La Voz AGENCIAS / LA VOZ

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ANDREJ ISAKOVIC | Afp

Fernando Alonso y Carlos Sainz acabaron séptimo y octavo

24 jul 2016 . Actualizado a las 20:06 h.

El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) se apoyó en una buena salida para batir a su compañero, el alemán Nico Rosberg, en el Gran Premio de Hungría, del que sale como nuevo líder del Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Ese adelantamiento bastó a Hamilton, que partía desde la segunda plaza, para triunfar por quinta vez en el circuito de Hungaroring, donde compartía el récord de cuatro triunfos con el alemán Michael Schumacher tras sus éxitos en 2007, 2009, 2012 y 2013.

Con 25 puntos más, el inglés acumula 192 y es por vez primera este curso el primer clasificado tras arrebatarle esa privilegiada posición a Nico Rosberg, segundo en Budapest y en el Mundial. Hamilton aventaja en 6 puntos a su compañero de equipo. El australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) completó el podio en Budapest, seguido por el alemán Sebastian Vettel (Ferrari).  Fernando Alonso (McLaren Honda) fue séptimo y Carlos Sainz (Toro Rosso) acabó octavo.

Hamilton salió decidido desde que el semáforo se puso en verde a ganar el GP de Hungría. El británico firmó una gran salida y se puso al frente de la carrera mientras Rosberg veía como Ricciardo le ponía contra las cuerdas aunque una frenada magistral le devolvió al alemán a la segunda posición. Por detrás, Vettel y Verstappen mantenían la posición mientras que Alonso superaba en su particular duelo a Carlos Sainz para colocarse sexto. Hamilton, que parece muy alejado de aquel piloto temperamental que corría más con el corazón que con la cabeza, tiró de inteligencia para ir rompiendo el cronómetro vuelta tras vuelta para abrir hueco con Rosberg, que tenía que estar pendiente de su compañero de equipo por delante y de Ricciardo por detrás.

Fernando Alonso parecía estar haciendo un tapón en el sexto puesto y mantenía a sus perseguidores pegados al McLaren. Carlos Sainz intentaba adelantarle, pero ambos estaban prácticamente calcando los tiempos, lo que provocaba un tapón a los que venían por detrás, permitiendo además que los cinco de delante se escaparan. Jenson Button fue el primero en tener problemas mecánicos, que echaron por tierra su carrera aunque pudo mantenerse en pista para hacer «un infierno de carrera» como él mismo definió. Y vaya si lo fue. Entrada en boxes, sanción, drive-through, nueva entrada en boxes. Así hasta que tuvo que poner pie en tierra. Las primeras entradas en boxes regalaban duelos preciosos en el asfalto de Hungaroring.

Los Mercedes, por delante, mantenían posiciones tras cambiar neumáticos, aunque Hamilton parecía controlar la carrera a su antojo y, como si quisiera dormir la carrera, no exprimía al máximo el Mercedes a pesar de llevar neumáticos nuevos y mantenía a Rosberg a una distancia prudencial como si intentara que Ricciardo, que tenía su particular duelo con Vettel, llegara a la parte trasera de su compañero para que tuviera una distracción extra. Al que más caro le costó la entrada en boxes fue a Verstappen, que se encontró por detrás de un Raikkonen que ejerció de tapón ante el holandés, que tiró por tierra todas sus opciones de hacer algo grande en la carrera. El finlandés, tras arruinar la carrera a Verstappen, hizo su primera parada en boxes y aunque salió detrás de Alonso, superó al español sin problemas gracias a la mayor tracción de sus neumáticos súper blandos nuevos y se permitió el lujo de marcar la vuelta rápida. El de Ferrari volaba en la sexta posición.

En medio de la exhibición del finlandés, comenzó una partida de ajedrez en la fórmula 1, de estrategias, de paradas en boxes, de undercut, de radios, de neumáticos... En Mercedes le decían por radio a Hamilton que por detrás de Rosberg, Ricciardo se acercaba peligrosamente y que debería ir pensando en entrar a boxes si no podía ir más rápido. El de Red Bull, como si estuviera escuchando la conversación de radio de Mercedes, apostó por entrar a boxes para poner blandos e intentar un undercut. Hamilton había dormido la carrera en exceso y en Red Bull hicieron una maniobra ofensiva buscando la sorpresa.

Alonso y Raikkonen, durante la carrera en Hungría
Alonso y Raikkonen, durante la carrera en Hungría TAMAS KOVACS | Efe

El movimiento del australiano hizo espabilar a Hamilton que empezó a bajar los tiempos confirmando que si no iba más rápido es porque estaba ahorrando neumáticos y combustible, mientras Ricciardo veía cómo los Mercedes iban más rápido que él a pesar de tener neumáticos usados. Tanto forzó el australiano las gomas, que fue de más a menos permitiendo que los Mercedes ampliaran la diferencia, echando por tierra la estrategia ofensiva que habían hecho varias vueltas antes.

Con las cosas otra vez en su sitio en los puestos de cabeza, Lewis Hamilton volvió a dormir la carrera y a manejarla a su antojo. No sólo controlaba a Rosberg por el retrovisor, sino que bajaba el ritmo de su Mercedes con el objetivo de que Ricciardo se aproximara a su compañero y el alemán tuviera que estar más pendiente de lo que le venía por detrás que de lo que había por delante. Un poco más atrás, Alonso mantenía la séptima posición controlando a un Carlos Sainz que se sentía presionado por Bottas.

Esteban Gutiérrez, que no hizo caso a las banderas azules y no permitió que Hamilton le doblara, además de recibir su pertinente sanción apretó la lucha por la victoria a falta de 16 vueltas y con muchos doblados por adelantar. Rosberg aprovechaba que el mexicano había frenado a Hamilton y se pegaba a su compañero de equipo en un duelo que se presentaba apasionante. Mientras los Mercedes tenían su particular y eterno duelo, Raikkonen intentaba adelantar a Verstappen para ser quinto, pero el holandés hacía un movimiento extraño y dejaba el alerón del finlandés tocado. Pero Raikkonen es mucho Raikkonen y con el alerón delantero tocado intentó pasar al Red Bull hasta la misma línea de meta.

El británico volvía a manejar la situación y mantenía a Rosberg lo suficientemente lejos como para no pasar apuros en los últimos giros, demostrando que en el cuerpo a cuerpo -y en ambición- está por delante de su compañero. Con la bandera de cuadros, Hamilton celebra mucho más que una victoria. Supone la quinta (Mónaco, Canadá, Austria, Gran Bretaña y Hungría) en las últimas seis carreras en las que le ha recortado la friolera de 43 puntos para ponerse líder del Mundial con seis puntos de ventaja en el ecuador del Mundial.