Grabaciones ocultas, conjeturas y errores, en la querella anti-Cardenal

F. PASTOR REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

BENITO ORDOÑEZ

El texto cita conversaciones privadas y se centra en un presunto directivo de una consultora que estuvo en la federación de tenis

28 sep 2016 . Actualizado a las 12:55 h.

Durante meses, conversaciones privadas e informales de periodistas fueron grabadas con micrófonos aparentemente ocultos para hilar la querella del defenestrado presidente de la Federación Española de Tenis (RFET), José Luis Escañuela, contra el máximo responsable del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal. El texto, al que ha tenido acceso La Voz, se basa en conjeturas y trata de desacreditar a la auditora BDO en base a las declaraciones de un supuesto alto cargo de la empresa, que no ocupó tales responsabilidades y terminó integrando un órgano de la RFET. El escrito también incluye varios errores de fechas. Fuentes jurídicas destacan la inconsistencia de la demanda, que el titular del Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid, Juan Antonio Toro, utilizó para citar a Cardenal como investigado. Una denuncia a la catalana, destinada a amedrentarle y que no irá más allá después de que preste declaración, según el CSD.

La querella de Escañuela -que lamenta la actual directiva de la RFEF- considera a Cardenal responsable de «toda suerte de acciones ilícitas». Le atribuye la capacidad de ordenar informaciones en periódicos de diferentes grupos y tendencias. De hecho, una gran parte de su extensa y confusa demanda cita a periodistas e informaciones en distintos medios. Pero sin apuntar pruebas concluyentes que apunten a los cinco delitos que le atribuye al presidente del CSD.

El texto también incluye datos vidriosos. Por ejemplo, desliza que Cardenal ordenó el resultado de la auditoría de BDO sobre la RFET. Cita como «alto directivo de la auditora escogida por el querellado» a Xavier Montoliú, al que atribuye algunas frases vagas que deberían involucrar al presidente del CSD en presuntas directrices en los trabajos de la compañía: «De alguna manera, sí está preordenado... la directriz venía del Consejo Superior de Deportes».

El papel de Montoliú

Sin embargo, Montoliú carece de relación con ese departamento de la multinacional belga, presente en centenar y medio de países y con más de 60.000 empleados. Fuentes del CSD aseguran que tienen la confirmación por escrito de la propia BDO de que Montoliú «es un profesional externo (...) en labores de apoyo y campañas comerciales». Según ese texto, «no está integrado en plantilla (nómina) de BDO Auditores».

De hecho, Montoliú estuvo vinculado a José Luis Escañuela. La RFET lo incorporó a finales del año 2014 a su Comité de Veteranos y fue presidente del Comité de Tenis y Empresa. Esta redacción se puso en contacto ayer con Montoliú para recabar su opinión, pero declinó hacer cualquier comentario.

La querella también establece un supuesto vínculo entre Cardenal y BDO. Considera al presidente de la multinacional en España, Alfonso Osorio Iturmendi, «familiar de uno de sus mejores amigos de sus tiempos en el Comité de Competición de la RFEF, Luis Osorio Iturmendi», extremo este negado desde el Consejo Superior de Deportes, dado que no llegaron a coincidir en el organismo.

Crímenes franquistas

El siguiente supuesto vínculo de Cardenal con BDO ya no se llega a explicitar de forma firme en la querella de Escañuela, y resulta hasta disparatado. Solo se apunta que en una denuncia de una causa abierta por una jueza argentina sobre crímenes del franquismo se pidió la extradición de Antonio Carro (con el mismo segundo apellido del presidente del CSD), y que entre los imputados también se encontraba Alfonso Osorio.

La mano de Villar y Alejandro Blanco

Cardenal enmarca la denuncia de Escañuela en los movimientos que vienen realizando distintos dirigentes deportivos como consecuencia de su labor fiscalizadora. «Estoy muy tranquilo, ya que ninguna de las cosas que ahí se relatan supone que nadie haya cometido algún delito y creo que obedece a una estrategia combinada con la federación de fútbol, con una serie de presidentes que han tenido problemas por falta de gobernanza y que han recibido el apoyo de Alejandro Blanco [presidente del Comité Olímpico Español]», explicó.

Cardenal se refirió ayer a los movimientos coincidentes del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y Escañuela. «En esa estrategia me han presentando ya algunas querellas criminales. Pero ya lo he dicho, nada de eso me va a apartar de mi determinación de cumplir la ley, ayudar a que en el deporte exista la transparencia que debe», añadió Cardenal.

De hecho, dentro de esa estrategia conjunta, Villar ya insinuó en su día que había una relación de Cardenal con BDO, como indica la querella del expresidente de la RFET. «A Escañuela, ya en su deporte, le dijeron lo que pensaban de él todos los tenistas en Wimbledon. La federación hizo una nota también el otro día asegurando que su etapa estuvo plagada de irregularidades y agradeciendo al consejo y a mi persona la implicación que hemos tenido para acabar con ese ‘turbio pasado del tenis español’, que es como ellos lo calificaban, plagado de falsedades y de mentiras», aseveró.

Ya en mayo, Villar intentó que prosperase una denuncia sobre Cardenal, que fue rechazada. «Recuerdo que Villar, que ya me puso una querella criminal y que ha sido archivada con carácter definitivo, también ha querido personarse en este caso. En la querella comparte datos, cita como testigo al señor Alejandro Blanco, conversaciones que él manifiesta haber tenido con el señor Blanco, pero no tiene ninguna relevancia penal porque todo lo que hemos hecho en el Consejo Superior de Deportes ha sido defender la legalidad», concluyó.

Cuando todavía presidía la RFET, Escañuela reunió en una cena al presidente del COE, Alejandro Blanco, y a Villar (fútbol), Lorenzo Miret (tiro con arco), Ángel Rojo (lucha), Andrés Gutiérrez (caza), Antonio Martín (boxeo), José Ángel Rodríguez (vela) y Rodrigo de Mesa (tiro olímpico), buena parte de ellos bajo sospecha en su gestión.

Los clubes modestos acusan a Villar de perjudicar al fútbol español

La Comisión de clubes de Tercera y Segunda División B (CCT), de la que forman parte doscientos equipos de estas categorías de toda España, emitió ayer un comunicado en el que mostraba su preocupación por el proceso electoral de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que debía haber sido en el primer cuatrimestre del 2016 y sigue sin estar claro por el nuevo revés dado por el Consejo Superior Deportes a Ángel María Villar.

«Recordar que, a tenor de lo establecido en la Orden ECD/2764/2015, de 18 de diciembre, por la que se regulan los procesos electorales en las federaciones deportivas españolas (en adelante Orden Electoral), en su artículo 2.3, se establece que el proceso electoral para la elección del Presidente, Asamblea General y Comisión Delegada debe de iniciarse en el primer cuatrimestre del año», explican.

«Pues bien, avanzado ya el último cuatrimestre, resulta que no hay, ni tan siquiera, un Reglamento Electoral, causando el retraso en las elecciones un perjuicio importante al fútbol español, en general, y a los clubes, en particular. Multitud de proyectos deportivos que podrían generar importantes recursos económicos para nuestros clubes se encuentran paralizados por la incertidumbre generada», prosigue la nota.

«Esperemos que la RFEF recapacite y, en beneficio del fútbol español, proceda a elevar a la mayor brevedad posible un Reglamento Electoral que atienda a los informes emitidos tanto por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) como por la Comisión Directiva del CSD» finalizan.

Nuevo revés a Villar

Este comunicado ha visto la luz «ante las numerosas consultas recibidas por parte de nuestros clubes asociados, preguntando por el estado en el que se encuentran las elecciones a la presidencia, Asamblea General y Comisión Delegada de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)», dicen. Y es que lunes, el Consejo Superior de Deportes (CSD) rechazó, por tercera vez, la propuesta de Reglamento Electoral elevada la semana pasada por la RFEF de Villar, sumiendo a la Federación en el desconcierto.