Asturias tiene el índice de recambio de la población activa más bajo del país

La Voz REDACCIÓN

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Soldador.
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CCOO denuncia que por cada 100 personas próximas a la jubilación sólo hay 54 jóvenes en edad de incorporarse al mercado de trabajo

24 ago 2016 . Actualizado a las 12:37 h.

CCOO ha alertado de que Asturias tiene el índice de recambio de la población activa más bajo del país, ya que por cada cien personas próximas a la jubilación sólo hay 54 jóvenes en edad de incorporarse al mercado de trabajo frente a 89 de media en España. El secretario general de la organización sindical en el Principado, Antonio Pino, advierte de que «como no se tomen medidas urgentes» el envejecimiento progresivo del mercado laboral será una «losa» que la región no podrá «quitarse de encima en mucho tiempo».

El sindicato subraya que Asturias envejece «a ritmo acelerado» con un efecto sobre el mercado laboral «cada vez más preocupante». CCOO explica que en la comunidad autónoma sólo aumenta la población de más edad (55 y más años), que lo hizo en 4.300 personas en el último año y en 31.600 desde 2008, mientras que en el resto de cohortes de edad el balance es negativo, especialmente entre los más jóvenes (entre 16 y 34 años), con 8.800 personas menos en 2015 y 66.500 menos desde 2008.

Para Pino la evolución es consecuencia del fuerte descenso de la tasa de natalidad en años anteriores, y agrega que a la pérdida de población joven por causas naturales se ha sumado el efecto de la crisis, que ha frenado la llegada de población extranjera y acelerado la emigración a otros territorios de personas de esas edades. El sindicato, que certifica el progresivo envejecimiento de la población potencialmente activa, sostiene que todo apunta a que esta tendencia continuará en los próximos años.

CCOO entiende que, en el actual escenario de escasez de oportunidades de empleo, el descenso de la población potencialmente activa «contribuye a reducir las tensiones en el mercado de trabajo y a moderar las cifras de desempleo». Sin embargo, añade que a medio y largo plazo tanto la pérdida de efectivos en edad de trabajar como el creciente envejecimiento de la población «suscitan incertidumbres» por sus consecuencias sobre el potencial de crecimiento de la economía, y también sobre ámbitos como la atención sanitaria y los servicios sociales, o en clave nacional, sobre el sistema de pensiones.

La estabilidad en el empleo, cambios en la organización del trabajo para favorecer la conciliación, mejoras en el acceso a la vivienda y a bienes y servicios básicos, y la universalización gratuita de la enseñanza de cero a tres años son «medidas ineludibles para mejorar la natalidad», concluye Pino.