Bruselas propone un tajazo del 36% para la merluza sur, y prohibir la cigala

Bruselas dio este jueves argumentos a la flota para recurrir al dicho aquel de «sabe más por viejo que por diablo». Al instante siguiente de conocer las recomendaciones de los científicos de rebajar la cuota de merluza, gallo, caballa e, incluso, prohibir la captura de cigala, los armadores ya se situaron en el peor escenario. Y era muy parecido al que Bruselas dibujó el jueves, día en el que desveló parte de su propuesta de totales admisibles de capturas (TAC) para las especies que la flota comunitaria explota en aguas comunitarias del Atlántico y del mar del Norte. Parte, dado que algunos topes han quedado pendientes de fijar, bien porque están en proceso de negociación con otros países con intereses en esos stock, bien porque se esperan más aclaraciones científicas, como es el caso de la raya en aguas ibéricas o de la cigala de Gran Sol. Pero en esos parciales ya se puede intuir que de nuevo la flota de litoral y bajura que faena en aguas ibéricas saldrá perjudicada.

El consuelo del rape, para el que se propone un incremento del 54 % en esa área no es suficiente para mitigar el impacto que tendrá, si llega a materializarse, el tajazo del 35,9 % que el Ejecutivo comunitario persigue para la merluza sur. De las 10.674 toneladas que la flota del Cantábrico y la que opera al sur de Fisterra (zona IXa) tienen autorizadas este año, se rebajaría a 6.838 el año que viene. Algo que, a juicio de la Comisión, no debería extrañar a los profesionales: «Cuando pospones las decisiones, te encuentras el problema en la siguiente recomendación científica», reprocharon fuentes comunitarias citadas por Efe, que recordaron que el año pasado ya se pidió una reducción del 60 % que se suavizó al 22 %.

También se propone un recorte para el gallo de aguas ibéricas, una rebaja del 28 %, que dejaría en 13.099 toneladas las 18.254 en que se situó el cupo este año.

Si para la merluza y el gallo Bruselas enseña la tijera, para la cigala de aguas ibéricas saca directamente la guadaña y plantea dejar a cero el TAC para el 2017.

Junto al rape, también hay propuesta positiva para el jurel que se pesca entre Fisterra y el golfo de Cádiz. Para ese stock se sugiere una subida del 6,9 %, mientras que el cupo del Cantábrico y el del golfo de Vizcaya quedan a expensas de las negociaciones con otros países. Para la anchoa, Bruselas propone mantener la misma cuota que este año.

Mientras, la flota de Gran Sol respira aliviada en cuanto a la merluza. La Comisión recompensa «los esfuerzos realizados en las últimas décadas» con una propuesta de subida del 2,8 %, lo que supondría pasar de las 108.784 toneladas del 2016 a 111.865 toneladas. También tendrá más lenguado común, en porcentajes que varían entre el 20 % y el 0,4 %. Sin embargo, cae como una losa tanto el 11,9 % de recorte que plantea para el rape, tanto al oeste de Irlanda y Escocia (zona VII) como en aguas francesas (VIII a,b,d,e), como para el gallo. En esta última especie, la merma varía entre el 28 y el 16 % para la zona gala.

Incertidumbre sobre la lubina, para la que la Comisión habla de suspender la pesca

Otro motivo de inquietud para los armadores son las declaraciones que desde la Comisión se han hecho al respecto de la lubina. Hablan de que el dictamen científico es muy alarmante y han llevado a la Comisión a poner sobre la mesa «acciones para gestionar la lubina en el 2017». Esas medidas planteadas permitirían «algunas posibilidades de pesca a los pescadores a pequeña escala que dependen de esta población», avanzan, pero «tomarían en consideración las recomendaciones del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) de que se interrumpan los desembarques generales de lubina». Hasta ahora, el Cantábrico se había librado de las medidas propuestas para esta especie, que ya han puesto coto a su pesca en aguas británicas y el canal de la Mancha.

Rendimiento Máximo Sostenible

En resumen, Bruselas plantea que 42 poblaciones están en buen estado y para 28 propone recortes. Destaca también que ya hay poblaciones que han alcanzando el RMS (rendimiento máximo sostenible), ese objetivo que la UE se marcó de manera inexcusable para el 2020. En esa situación está el rape en aguas ibéricas, de ahí que proponga un incremento del 54 %. También destaca la situación del jurel en ese mismo caladero y el crecimiento continuo de la población de merluza del norte. Por contra, no ve mejoría en los gallos y el abadejo en el mar Céltico y el de Irlanda, de ahí que proponga bajadas.

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