Mar Abierto elige Caravia para explotar el mejillón en Asturias

Oriol López
Oriol López REDACCIÓN

ACTUALIDAD

Palés de mejillones
Palés de mejillones

La empresa solicita un nuevo cultivo marino de 34 hectáreas tras renunciar a la creación de una planta frente a la costa de Valdés

08 dic 2016 . Actualizado a las 13:19 h.

La empresa mejillonera Mar Abierto Mejillones del Cantábrico ha elegido finalmente ubicar su planta de cultivo marino de mejillones frente a la costa del municipio de Caravia, en las cercanías de Punta escalar. La instalación tendría un tamaño aproximado de 34 hectáreas según detalla la solicitud de autorización, publicada en el Boletín Oficial del Principado de Asturias. Con este movimiento, la mejillonera prosigue con su intención explotar el mejillón en Asturias tras el rechazo que vivió hace unos meses en Valdés, su primera opción, por parte de los pescadores. Desde un primer momento la empresa puso como requisito que no existiese oposición del sector pesquero.

El proyecto de Mejillones del Cantábrico se topó de frente con el rechazo de parte del sector pesquero asturiano, aunque algunas cofradías lo respaldaban, al igual que el Ejecutivo asturiano. Quienes no querían la mejillonera al este de Cabo Busto, en Valdés, alegaban que perjudicaría a la pesca porque el mejillón colonizaría las piedras donde ahora se cría percebe. También aducían que ocuparía una zona rica en peces en la que ahora faenaba la flota de bajura.

Planes de explotación

Los planes de explotación de la instalación, incluían la ayuda de un barco mejillonero de 20 metros de eslora para realizar las labores de cultivo. Este barco iría provisto de maquinaria de procesado (desgranada, limpieza, clasificación y embolsado) y de grúa hidráulica. En una primera fase, toda la producción sería vendida en fresco, para su consumo directo o su posterior procesado por parte de la industria conservera. El objetivo a medio plazo de la empresa era el procesado (cocedero) y envasado (conservera) de una parte de la producción en la propia zona de cultivo.

Además de con Caravia la empresa estaba en negociaciones con dos cofradías de Cantabria y barajaba su instalación en Andalucía y el País Vasco. La planta podría producir entre 2.500 y 3.500 toneladas de mejillones al año. El proyecto pretende generar una veintena de puestos de trabajo directos, en una primera fase, que llegarían hasta los 60 indirectos en una segunda, incluyendo ahí el procesado y conservación de la producción.