El Principado saca a concurso un servicio de auditoría para sus marcas de calidad que exige como procedimiento no identificarse
30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Viajeros anónimos o clientes misteriorosos vigilarán la calidad de las empresas turísticas de Asturias para el Gobierno. El Principado utilizará este novedoso sistema de incógnito para espiar a los alojamientos y restaurantes incluidos en sus cuatro marcas -Casonas Asturianas, Mesas de Asturias, Aldeas, Asturias calidad rural y Sidrerías de Asturias, calidad natural- y controlar que cumplan con los requisitos mínimod. No lo hará con sus propios medios sino que externalizará el servicio. Busca una compañía que se haga cargo de la tarea.
Esta labor de inspección puede costar hasta 29.000 euros. Ese es el presupuesto base de licitación fijado por la Consejería de Empleo, Industria y Turismo que ya ha publicado el anuncio. El objetivo es que se realicen auditorías de los servicios de las empresas turísticas, sin que el inspector se identifique. Tendrán que visitar tanto a los propietarios que quieran incorporarse por primera vez a alguna de las marcas como a aquellos que tengan que renovar su inclusión. Esta labor se desarrollará, al menos, durante siete meses. Ese es el plazo de ejecución del contrato que ahora sale a concurso.
La calidad es una de las claves mencionadas en el Programa de Turismo Sostenible del Principado 2020, que es la guía del sector, para conseguir la excelencia en la atención al visitante y así liderar los indicadores de satisfacción. Con esa máxima en mente, las marcas que distinguen alojamientos, restaurantes y siderías son uno de los puntales. De momento, hay cuatro en marcha -la de las sidrerías está aún en pleno despegue-, pero la Administración no descarta la implantación de más, asociadas a productos típicos de gran repercusión, ya que consideran que eso facilita la promoción.
El Principado tiene en vigor el Programa de Inspección Turística para 2017. Cada año, la administración aprueba uno con las prioridades. Este plan persigue controlar los estándares de calidad de la oferta mediante la vigilancia y la comprobación del cumplimiento de la normativa, detectar los servicios clandestinos, garantizar los derechos de los usuarios, asesorar a las empresas y controlar la ejecución de las subvenciones. La consejería dispone, de hecho, de una plantilla de inspectores. En el artículo tercero referido a programas específicos incluye las marcas de calidad. Reconoce que es necesario realizar «visitas de inspección a aquellos establecimientos que soliciten su inclusión dentro de las marcas de calidad o garantía». Sin embargo, nada dice de este novedosos sistema anónimo y externalizado de auditorías que ha decidido implantar.