Las empresas biotecnológicas solo emplean a un centenar de personas en Asturias

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

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ASTURBIOTECH

La veintena de sociedades con actividad en la región facturan, en conjunto, poco más de 2 millones de euros. El principal problema es la dificultad para acceder a la financiación

14 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector de la biotecnología busca su hueco en Asturias. Es una rama de actividad joven y en constante crecimiento en todo el país pero todavía poco arraigada en la región. El modelo de negocio, orientado a recoger beneficios a medio-largo plazo, ha provocado que los inversores privados no se decidan a invertir y el recorte en las ayudas concedidas por las administraciones públicas desde el estallido de la crisis ha ocasionado que el sector no termine de despegar. A esto se suma en Asturias una cultura empresarial poco dada a los experimentos. Como resultado de todo ello, y mientras la biotecnología gana peso como una actividad de futuro en España, en el Principado la veintena de empresas que existen solo emplean a una centena de trabajadores y facturan poco más de dos millones de euros.

La biotecnología consiste en el empleo de células vivas para la obtención y mejora de productos útiles, como los alimentos y los medicamentos. Los expertos tienen claro que es una actividad con futuro, aunque el presente ofrece más dudas. El sector nace en España en el año 2000 y desde entonces su crecimiento ha sido constante, aunque rodeado de dificultades. Desde el principio, las universidades jugaron un papel fundamental, ya que muchas de las empresas nacieron como spin off de las instituciones académicas. Por ello, su dependencia de las administraciones siempre ha sido elevada y la crisis económica les supuso un duro golpe. Francisco Morís, director ejecutivo de la biotecnológica asturiana Entrechem, una spin-off de la Universidad de Oviedo centrada en el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos para el cáncer provenientes de bacterias mediante tecnologías de ingeniería genética de rutas metabólicas y biocatálisis, cifra ese recorte «en un tajo del 75% en la ayuda a I+D en seis años».

Morís explica que el sector es «relativamente nuevo en Asturias», ya que nació hace aproximadamente 10 años. Entre las dificultades a las que se enfrentan las empresas en la región, señala que la falta de espacio ha sido una traba importante hasta ahora, aunque parece que se está solucionando. Eso sí, considera que es necesario que las administraciones «den otro impulso» para ofrecer infraestructuras que permitan a estas empresas seguir creciendo. Según sostiene, en la región solo hay entre 15 o 20 compañías específicas de biotecnología. «Aunque no hay historias de éxito brutales, estamos trabajando en ello, todas las que empezamos hace aproximadamente 10 años aquí seguimos».

«En Asturias hay buena materia prima», asegura el responsable de Entrechem, quien destaca la calidad del empleo que se genera en el sector, ya que «hay poca rotación y mucha cualificación». Entre las grandes dificultades a las que se enfrentan destaca la financiación. «Antes la financiación venía en su mayoría del dinero público, pero ahora hay recurrir a los créditos y eso puede ser peligroso», explica. Morís subraya que «algunos nos financiamos con inversiones privadas, pero en ese aspecto van poco a poco». «Para financiar estos proyectos hace falta gente con mucho dinero, y la hay en Asturias», asegura, pero el problema es que «no ven la I+D como un negocio rentable».

Otro aspecto que destaca es que «las escasas ayudas que existen» van a parar a las grandes empresas, y eso «dificulta mucho» el desarrollo de las más pequeñas. Según explica el responsable de la empresa asturiana, las compañías del sector facturan, en conjunto, unos dos millones de euros, aunque con importantes diferencias entre ellas. 

Los datos del INE

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) también revelan el escaso peso del sector en la economía asturiana, aunque son un poco más optimistas. Según el INE, en las empresas de la región trabajan poco más de 300 personas. La estadística, la última publicada, corresponde al año 2015 y refleja que el gasto en inversión interna en I+D de biotecnología en Asturias durante ese año supuso el 1% del total de España, un dato que evidencia la escasa importancia que se le da al sector en la región. En Cataluña el porcentaje fue casi el 30% del total. 

Otro dato que evidencia esa falta de interés es el que recoge el último informe de la Asociación Española de Bioempresas, que señala que solo el 2,44% de las empresas usuarias de biotecnología españolas están en Asturias. A modo de ejemplo, en Galicia están el 7,34% y en Castilla y León el 8,56%. En Cantabria la situación es aún peor que en el Principado, ya que solo está el 0,53%.