Bankia descartó quedarse con el Popular por el «riesgo» de la operación

Ana Balseiro
Ana Balseiro REDACCIÓN

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ROMAN G.AGUILERA | EFE

Goirigolzarri negó que hubiera recibido presiones políticas para tomar la decisión

21 jun 2017 . Actualizado a las 13:31 h.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, admitió hoy que la entidad no compró el Banco Popular por el «riesgo» de la operación, pese a que hacerse con el banco líder en el segmento de las pymes tenía «toda la lógica industrial». Durante su intervención en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), negó que hubiera recibido presiones políticas -la entidad es pública y el ministro de Economía, Luis de Guindos, había avanzado que había interés- para entrar o mantenerse al margen de la puja.

«La operación de Bankia con Popular tenía toda la lógica industrial. Eso es así. Pero llegamos a la conclusión de que, aún así, era una operación que nosotros no podíamos asumir por razones financieras, de riesgo de implementación», señaló, reforzando su argumento con la ampliación de capital de 7.000 millones de euros que el Santander tendrá que acometer para integrar al Popular.

Gorigolzarri facilitó detalles de cómo fue el proceso de la toma de decisión: «Nos llamaron del Popular por si queríamos analizar el banco. Dijimos que sí, porque era nuestra obligación desde el punto de vista profesional. Primero se hizo a través de un data room virtual. Diez días después nos preguntaron si queríamos profundizar. También dijimos que sí, para ver si tenía o no sentido una operación con el banco. Y llegamos a la conclusión de que, teniendo toda la lógica industrial, no podíamos asumirlo». Destacó que habían tenido una «absoluta independencia» para tomar esa decisión.

Pide total transparencia sobre el proceso

Preguntado por la resolución y subasta exprés del banco, que ha volatilizado la inversión de accionistas y bonistas, alabó la fórmula escogida por las autoridades porque, dijo, «fue muy rápida y eficaz y no tuvo ningún tipo de impacto en la estabilidad financiera. Desde ese punto de vista, ha sido una solución excelente», aunque matizó que había que partir de la base de que el Popular estaba en una situación «extraordinariamente compleja», y cualquier alternativa para resolverla tenía «pros y contras y deja gente perjudicada».

Igualmente, se mostró a favor de la transparencia total del proceso y de que se hagan públicos todos los informes que sirvieron de base para adoptar la decisión final. En cualquier caso, apuntó que había que diferenciar dos momentos: el de la toma de la decisión, con confidencialidad y rapidez; y el del control posterior de esa decisión, «que se debe hacer siempre con absoluta transparencia».

En el mismo sentido, se mostró a favor de que, como el lunes pidió la presidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), Danièle Nouy, España investigue las fugas de depósitos que se produjeron los días previos a la resolución del banco, para aclarar si hubo uso de información privilegiada. «Que se investigue todo lo que se tenga que investigar. Pero en el tema de depósitos la información era muy pública», añadió.