El expresidente critica que la respuesta de su pupilo a su llamada a controlar el gasto público haya sido una «errada comparación» con la primera legislatura del PP que él presidió
24 may 2016 . Actualizado a las 19:47 h.El expresidente del Gobierno José María Aznar ha lamentado este martes que la respuesta de Mariano Rajoy a su llamada a controlar el gasto público haya sido una «errada comparación» con la primera legislatura del gobierno del PP que él presidió. «Errada por inexacta», afirma Aznar en un artículo publicado en ABC con el título El déficit como cuestión nacional, en el que recalca que «no es verdad que en la anterior legislatura se haya reducido el déficit más que en el período 1996-2000».
El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, afirmó el domingo en una entrevista en el diario El Correo que el primer gobierno de José María Aznar recortó menos el déficit público que el Ejecutivo que él ha presidido. Respondía así a la advertencia previa de Aznar, que dos días antes consideró un «grave error» que España relaje la corrección del déficit público y abogó por acelerarla, además de alertar de la «espiral» de problemas que va a traer la elevada deuda pública, ya por encima del cien por cien del PIB.
En el artículo publicado este martes, el exjefe del Ejecutivo califica además de «forzada» la «respuesta oficial» a sus palabras. Argumenta que, durante su mandato, se cumplió el objetivo de déficit que permitió a España entrar en el euro «como saben de primera mano los actuales ministros de Hacienda y de Economía». Sin embargo, añade, que «ahora, lamentablemente, no» se ha cumplido el objetivo y recuerda que «entonces no había euro ni Pacto de Estabilidad, y ahora sí».
En su opinión, el problema fiscal no es propiedad del PP ni del Gobierno, sino que se trata de una «cuestión nacional básica», que condiciona todo lo demás y requiere contar con una base de acuerdo «más amplia y más compleja».
Y, aunque señala que «poco se puede esperar del populismo al asalto», incide en que la campaña electoral debería poner de manifiesto la necesidad de un pacto nacional de estabilidad y crecimiento entre los partidos que pueden formar parte de un «gobierno razonable». «Es necesario forjar un pacto nacional que impulse una recuperación sostenida y que dé sentido y horizonte a los muchos esfuerzos que en los últimos años han hecho los españoles», concluye.