Los fieles a Pedro Sánchez acatarán al comité federal si opta por la abstención

Enrique Clemente Navarro
ENRIQUE CLEMENTE MADRID / LA VOZ

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Mariscal | efe

La idea de dejar gobernar a Rajoy se abre camino, pese a la fuerte resistencia interna

19 oct 2016 . Actualizado a las 11:14 h.

El PSOE llegará dividido al crucial comité federal del domingo en el que se decidirá si Mariano Rajoy forma Gobierno o se va a nuevas elecciones. Pero la abstención se abre camino con fuerza. Incluso los diputados y los secretarios generales de las federaciones más fieles a Pedro Sánchez que aún defienden el «no es no» están dispuestos a aceptar lo que dictamine el cónclave socialista y por tanto a respetar la disciplina de voto. En la reunión que mantuvo ayer con los diputados y senadores socialistas, el presidente de la gestora, Javier Fernández, les planteó que solo hay dos opciones, o la abstención o nuevas elecciones, ya que decir que existe otra alternativa es falso. Admitió que ninguna de las dos soluciones es buena y que el PSOE debe moverse en el «territorio del mal menor», es decir de facilitar que gobierne Rajoy.

No es apoyar al PP

Fernández insistió en que abstenerse no equivale a apoyar al PP, que dijo tiene «un proyecto profundamente reaccionario en lo económico, en lo social y en lo fiscal», pero ha sido dos veces la fuerza más votada. Advirtió de que si los españoles van de nuevo a las urnas «lo más probable es que unas elecciones lo que digan es cómo, cuándo y con cuántos diputados va a gobernar la derecha». Lamentó que la cuestión de la abstención no se debatiera antes por el «silencio mineral» que se impuso en el partido, que hizo que pareciera que estaba prohibido hablar de ello, de lo que responsabilizó a todos los dirigentes, incluido él mismo. Fernández definió así la situación dramática por la que atraviesa el PSOE: «el edificio político socialista está muy dañado, pero conservamos el solar».

Tras la intervención de Fernández, pidieron la palabra una treintena de parlamentarios, de los que solo pudieron hablar 17 por falta de tiempo. La mayoría apoyó la abstención y que se respete la disciplina de voto de acuerdo a lo que decida el comité federal. Solo tres -la jueza y diputada Margarita Robles, el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza y el catalán Marc Lamuà- defendieron el no.

Robles, a la que Sánchez designó como número dos de la lista por Madrid, criticó el discurso «catastrofista» de Fernández y no solo defendió el no, sino que anunció que ni se ausentará de la votación ni entregará su acta. Elorza invocó el artículo 33 del reglamento de su grupo para pedir que se deje a los diputados «libertad de voto por razones de conciencia». Lamùa (PSC) reclamó que se busque una fórmula que permita reflejar la pluralidad del grupo.

Diputados que defienden el no como el exsecretario de Organización y mano derecha de Pedro Sánchez, César Luena, o Adriana Lastra anunciaron que respetarán la disciplina de voto, que de momento solo han dicho que van a romper los diputados del PSC, Susana Sumelzo y Margarita Robles. «Todos debemos cumplir lo que del partido decide, claro», dijo Luena, que, sin embargo, fue muy crítico con la gestora. Señaló que si bien la decisión del comité federal es «legítima» orgánicamente, «estará deslegitimada en el fondo político, por no escuchar a los militantes, que son los que tienen que tener la voz». Para Luena, la pregunta que tienen que hacerse los socialistas no es si hay que evitar o no las elecciones, sino si con su abstención permitirán que siga gobernando Rajoy. Sánchez no asistió a la reunión.